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El jueves 8 por la noche, en el programa televisivo “Animales Sueltos” dirigido por Alejandro Fantino, el candidato Daniel Scioli presentó a parte de su futuro gabinete en el caso de imponerse en las próximas elecciones. Todos los discursos pronunciados fueron en un mismo sentido, utilizando un lenguaje esópico para ocultar el plato intragable que preparan Scioli y su “equipo”: la intención de reendeudar al país y aplicar un duro ajuste contra los trabajadores, sea mediante una gran devaluación, despidos masivos o alguna combinación entre ambas. En el mismo sentido se expresó el flamante vocero del ex motonauta, Juan Manuel Urtubey, quien prometió un rápido arreglo con los fondos buitre para poder acceder a un nuevo ciclo de endeudamiento. El famoso “relato” progresista de la última década se encuentra varios metros bajo tierra.

Por lo tanto, era de esperar que los planes de Scioli y el kirchnerismo para la educación nada tuvieran que ver con las necesidades de los estudiantes, los trabajadores y el pueblo ni con la defensa de la educación pública. ¿Por qué ilusionarse si, incluso durante su pose más progresista, los gobiernos de Néstor y Cristina desfinanciaron la educación y mantuvieron intactas las leyes educativas del menemismo y el FMI (Ley Federal de Educación y LES)?

No obstante, la realidad superó ampliamente cualquier especulación. El candidato “del proyecto” para ocupar el cargo de ministro de Educación es ni más ni menos que Alberto Barbieri, actual rector de la Universidad de Buenos Aires. Ya es ampliamente sabido que este sujeto nefasto y los “buenos muchachos” del Consejo Superior y el Rectorado están en el corazón de una inmensa trama de corrupción y negociados. Basta hacer memoria de algunos sucesos recientes: Darío Richarte, ex vicerrector de la UBA, debió renunciar debido a denuncias de corrupción y un pasado turbio en las altas esferas de la SIDE; José Luis Giusti, ex decano de Económicas (base de operaciones del propio Barbieri y facultad “ejemplar” en todo lo referido a privatización y vaciamiento), también renunció por un escándalo que iba desde denuncias por corrupción hasta violencia de género; Emiliano Yacobitti, dirigente de la UCR y Secretario de Hacienda de la UBA, se encuentra bajo la lupa por desvíos millonarios de fondos para alimentar la campaña de Martín Lousteau a Jefe de Gobierno al tiempo que engorda sus propios bolsillos; muy recientemente, el Hospital de Clínicas (dependiente de la UBA) se encuentra en el ojo de la tormenta luego de la explosión de un dispositivo que dejó con heridas de diversa gravedad a trabajadores del hospital. Hace tiempo que los residentes, estudiantes, trabajadores y pacientes vienen denunciando el estado de abandono del edificio y la desidia, que, por otra parte, se replica en todo el sistema de salud público a lo largo y ancho de nuestro país. Este acontecimiento fue el disparador para una enorme movilización encabezada por los propios estudiantes de Medicina, que exigen el desplazamiento de sus cargos de todos los responsables y la solución inmediata de la crisis edilicia y las pésimas condiciones de trabajo en el hospital.

A esta situación se llegó tras décadas de arreglos entre el poder (los distintos gobiernos que se sucedieron) y las mafias que gobiernan la UBA. En su momento fueron Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Shuberoff y Hallú. Más recientemente, Néstor, Cristina y Barbieri. No hay manera de llevar adelante este negocio multimillonario a expensas de la Universidad pública si no es bajo el amparo y la repartija con el poder político, pero siempre lo hicieron con cierta discreción.

Es por eso que, como hemos visto incluso en las recientes elecciones universitarias, el kirchnerismo buscó instalar la idea de que ellos son los “buenos” de la película, que el ajuste contra la UBA lo realizaban Barbieri y su grupo y que la única alternativa era… el propio kirchnerismo. Algunos slogans que utilizaron en sus materiales fueron: “Con Barbieri ni a la esquina” -en ocasión de la ruptura de su frente con la UES en Sociales en 2014, agrupación con la cual conformaron un frente en 2015 y con la cual ganaron el CECSo-, “Algo huele mal en la UBA” y consignas por el estilo.

Sin embargo, este relato se acaba de hacer añicos. Barbieri no tiene nada que envidiarle a los candidatos de Macri o Massa, puesto que todos ellos harán lo mismo en el caso de llegar a la cartera de Educación: promover la privatización de la educación y el vaciamiento del sector público. Mantener las escuelas públicas en un estado deplorable para favorecer a las privadas, y quien no pueda pagar, que se joda. Continuar aplicando la Ley de Educación Superior mediante la CoNEAU para hacer un negocio multimillonario a expensas de nuestras universidades. Profundizar el recorte presupuestario y la generación de recursos propios.

Es fundamental destacar que esta noticia es un dato importante para el conjunto del movimiento estudiantil por una razón más: hasta ahora, presas del discurso engañoso de las organizaciones estudiantiles del Gobierno Nacional, otras corrientes se han dedicado a ver en La Cámpora y compañía a posibles aliados frente a los ataques de Barbieri. La más representativa de ellas es la Corriente J. A. Mella, conducción en los centros de estudiantes de Exactas, Ingeniería, Psicología y parte del frente que dirige en Arquitectura. Se impone que los compañeros clarifiquen su posición y dejen de lado todas las ambigüedades ahora que es inequívoco que los verdaderos aliados de La Cámpora y las demás organizaciones del kirchnerismo son los mafiosos y corruptos de Nuevo Espacio.

Por último, es fundamental remarcar que uno de los principales mecanismos mediante el cual Barbieri (y todo el bloque de Nuevo Espacio y sus aliados) y el Gobierno Nacional han atacado la educación pública es el cogobierno trucho de todas las universidades, donde las camarillas ostentan una mayoría automática que deja totalmente por fuera los reclamos de los estudiantes y los trabajadores. Reclamamos la democratización del cogobierno con el programa histórico del movimiento estudiantil: mayoría estudiantil en los órganos de cogobierno, claustro único docente, voz y voto para los no docentes y elección directa de las autoridades.

El año que viene será un terreno de duras luchas en todos los planos. La educación no será excepción, y es fundamental que el movimiento estudiantil esté dispuesto a dar esta pelea junto a los trabajadores. Desde ¡Ya Basta!-Nuevo MAS repudiamos la más que probable designación de Barbieri como ministro de Educación de Scioli, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha y la organización estudiantil y nos disponemos a dar la lucha junto a los trabajadores contra el ajuste.

 

¡Fuera Barbieri y todos los corruptos de la educación pública!

 

¡Enfrentemos el ajuste de Scioli en las calles junto a los trabajadores!

 

 

¡Ya Basta! UBA-Nuevo MAS

RH Combativo en Medicina

Vicepresidencia CEFyL

 

 

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