A lo largo de esta campaña electoral, muchos compañeros y compañeras que hasta hace poco simpatizaban (o siguen simpatizando) con el gobierno de Cristina nos manifestaron que tienen serias dudas acerca de si votar a Daniel Scioli en las elecciones de agosto.

Detrás de estas dudas existe una profunda desconfianza hacia la figura de Scioli, que pese a haber adoptado un discurso “continuista”, no deja de ser quien es: un candidato conservador, que ingresó a la política de la mano del menemismo. El mismo Scioli se encargó de recordarlo hace algunas semanas, cuando agradeció al riojano por haber creído en él.

Pero la desconfianza tiene también otros motivos. El candidato presidencial por el Frente para la Victoria se caracterizó en los últimos años por una habilidad muy destacable para eludir todo tipo de definiciones. Durante la actual campaña, no deja de hacer gala de ese talento, prometiendo todo tipo de cosas a todos los sectores sociales y a todo el espectro político. Sus caballitos de batalla, la “certidumbre” y la “previsibilidad”, son frases lo suficientemente generales como para evitar ahondar en su verdadero programa de gobierno.

Desde el Nuevo MAS, entendemos que estas ambigüedades tienen como contenido su intención de timonear un giro conservador en el rumbo del país. Giro que tiene como trasfondo el creciente deterioro de la economía nacional, en el marco de condiciones económicas internacionales cada vez más difíciles. Ante el dilema de que el país es cada vez menos competitivo y viable económicamente, Scioli propone recuperar la senda del crecimiento por la vía de descargar la crisis sobre los trabajadores.

Este es, por ejemplo, el contenido real de su propuesta de “obtener más inversiones en el exterior”. Sabemos que eso no significa otra cosa que “tentar” a las multinacionales a producir en el país por la vía de la reducción de los salarios reales, del aumento de los ritmos de explotación y otras medidas antipopulares. Lo mismo ocurre en el terreno del gasto público, donde Scioli seguramente intente hacer cerrar las cuentas ajustando a los que menos tienen.

Todo su perfil político señala en esa dirección. Su imagen de “político abierto al diálogo” (para dialogar con los grandes grupos concentrados), su cercanía a la Iglesia y su predilección por las fuerzas de seguridad (como la “maldita policía” bonaerense con la que no deja de hacer campaña), su estilo mediático-farandulero, etc., lo vuelven el candidato perfecto para ese giro conservador.

Por todas estas razones, hacemos este llamado a los simpatizantes del gobierno: “si no le crees a Scioli, no lo votes”.

Vamos por una alternativa socialista

Hace algunas semanas publicamos en el periódico Socialismo o Barbarie una “carta al votante kirchnerista de izquierda”. En esa carta desarrollábamos estos mismos argumentos y  explicábamos porqué consideramos que la única salida es por izquierda, apoyando candidatos y candidatas luchadores y socialistas.

Desde el Nuevo MAS, mantuvimos en toda esta década la más firme independencia política tanto frente al gobierno K (con el que tenemos importantes diferencias) como frente a la “corpo” y la oposición gorila en general. Jamás mezclamos nuestras banderas con las de la Sociedad Rural, ni con los caceroleros chetos. No nos pusimos nunca del lado de Clarín ni coincidimos con las críticas formuladas desde la derecha a las medidas del gobierno. En este sentido, nuestra crítica al gobierno fue, es y será desde el ángulo de la defensa de los intereses de los trabajadores, de las mujeres y de la juventud, de los sectores explotados y oprimidos en general.

Precisamente por eso estamos convencidos de que única salida a los problemas del país es apostar por una alternativa socialista. Sólo de esa manera se pueden superar los problemas de fondo que hasta el propio gobierno reconoce: la persistencia de altas tasas de pobreza, precarización laboral, el triste estado de la salud y educación públicas, la violencia hacia la mujer, los grandes problemas de infraestructura, etc.

Por eso también vamos a las elecciones con candidatos jóvenes, trabajadores, mujeres, referentes destacados de las luchas de los de abajo. Apostamos a un cambio de raíz, a una sociedad diferente, que ponga por delante los intereses populares.

Reiteramos por lo tanto nuestro llamado a los simpatizantes del kirchnerismo a no votar a un candidato conservador, que sin duda alguna va a decepcionar masivamente a sus votantes. ¡Vamos con los candidatos y candidatas del Nuevo MAS y de Las Rojas!

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