Docentes – Lista Gris Carlos Fuentealba

Contra todo relato “nacional y popular” que alguna vez levantó, el gobierno de Cristina Kirchner tomó una decisión: la de descargar la creciente crisis económica sobre la espalda de los trabajadores. ¿De qué forma? Buscando imponer una rebaja del salario real del 30%. Un verdadero plan derechista al estilo de la década del 90. La confesión de este plan ajustador fue la semana pasada cuando su ministro Capitanich ofertó una “suba” del salario docente del 22% en 3 cuotas, lo que anualizado da un aumento del 17%. Es decir, el Gobierno quiere bajarnos más de un 30% nuestro poder adquisitivo. Nos explicamos. Los precios durante 2013 aumentaron un 30%, sumando al aumento de precios de enero del 20% (producto de la devaluación de Cristina), nos da una inflación de enero a enero de 50%. Aquí es importante recordar que los aumentos en paritarias se hacen como recomposición salarial, esto es, para “recuperar” algo de lo que el poder adquisitivo del salario perdió durante el año anterior. Por eso, si los precios aumentaron un 50% y el Gobierno pretende subir sólo un 17%, quiere decir que quiere bajar nuestro salario más del 30%. Esto se llama acá y en todo el mundo ajuste y rebaja salarial.

Pero, ¿por qué el Gobierno se jugó a un ajuste puro y duro? Porque para poder “estabilizar y enfriar” la economía, que es lo que vienen pidiendo todos los capitalistas, se necesita aumentar sus ganancias millonarias y al mismo tiempo bajar los salarios. En este contexto se entiende la devaluación de la moneda, que beneficia directamente a los empresarios exportadores. Y por otro lado el intento de bajar los salarios de todos los trabajadores del país para bajar los “costos” del conjunto de la clase capitalista. Y como la paritaria docente  es la primera del año, para el Gobierno es clave para establecer una referencia de ajuste para el resto de los trabajadores que negociarán su salario en los próximos meses.

 

Para derrotar el ajuste hace falta derrotar a la burocracia sindical

 

Para lograr parar el ajuste, el Gobierno cuenta con un aliado vital: la burocracia sindical. En primer lugar la de CTERA, y en segundo la de todo el Frente Gremial. Ésta tiene un rol muy perverso: al mismo tiempo que se presenta como representante de los trabajadores, no tiene otro objetivo que defender al Gobierno y evitar que los docentes nos organicemos y luchemos de forma decidida para conquistar nuestras demandas. Al igual que el Gobierno, su objetivo central es que volvamos a las escuelas a dar clases y así “normalizar” por completo la situación. Desde la Lista Gris le oponemos una política que se basa en la siguiente idea: mientras el Gobierno no otorgue lo que los docentes pedimos no hay normalidad que valga y las clases no deben dictarse. No puede haber normalidad cuando a un trabajador le rebajan brutalmente el salario. Por eso sólo si fortalecemos la organización en asambleas por escuelas y distritales (y avanzamos en asambleas conjuntas de todos los gremios), podremos realmente hacer que esta lucha se transforme en un verdadero golpe a la política ajustadora del gobierno.

Yasky y compañía, en busca de evitar convocar medidas de lucha que hagan que la docencia participe masivamente y la desborde, ya empezaron a maniobrar llamando a paros un día y levantándolos después. Buscan sembrar la confusión y la apatía; pero la bronca es muy grande en las escuelas y empieza a percibirse cada vez con mayor claridad el rol traidor de estos dirigentes.

Por lo tanto, si queremos ganar no habrá otra alternativa que los miles de docentes rompan con la dirección que la burocracia le impone al conflicto y tomen la lucha en sus propias manos. De esta manera hay que prepararse para ir al paro por tiempo indeterminado, combinando la paralización de las clases con un papel activo en la movilización en las calles, junto a nuestros alumnos y sus padres. Así, ir ganando el apoyo de la población y que sientan que nuestra lucha es la suya. En este sentido hay que destacar el rol reaccionario que busca jugar la propuesta de $ 1.000 de “presentismo” que hizo el Gobierno. De dos formas. La primera, en evitar que los docentes hagamos paro, jugando la presión del bajo salario que cobramos. Y en segundo lugar, buscando evitar el apoyo de la población instalando la idea que “los docentes no quieren trabajar”, algo que piensa hace mucho Cristina cuando nos dijo que éramos vagos.

Desde la Lista Gris llamamos a toda la docencia a ponerse en pie de lucha y prepararse para una dura pelea que requerirá de toda nuestra fuerza y organización!

 

-Impulsar el no inicio de clases con un paro por tiempo indeterminado por un salario básico de $ 6.000 y un salario inicial por cargo de $ 10.000. Que la CTERA llame al paro y la movilización nacional.

-El pago de todos los sueldos adeudados y un aumento del presupuesto para infraestructura.

-Rechazamos el “presentismo” de Capitanich y el decretazo que tiene entre manos.

-Basta de asambleas de cada gremio por separado. Al igual que las asambleas por escuela donde estamos los docentes de todos los gremios y no afiliados, proponemos hacer  ASAMBLEAS CONJUNTAS DISTRITALES DE TODOS LOS GREMIOS, DE AFILIADOS Y NO AFILIADOS docentes para que decidamos todos juntos el plan de lucha. No podemos luchar todos separados!
Lista Gris Carlos Fuentealba

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