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El repudio masivo a la violencia contra las mujeres y la convocatoria “Ni una menos”

La rebelión de Monte Hermoso en repudio a un nuevo femicidio volvió a poner en primera plana la convocatoria del 3/6, que sigue sumando adhesiones de figuras, de instituciones y de la población en general.

El hecho de que el hartazgo social frente a la barbarie contra las mujeres se exprese en una movilización masiva, ya de por sí es un hecho recontra progresivo, un llamado a la realidad que interpela al gobierno y a las fuerzas políticas burguesas en medio de su festival electoral pochoclero, y las interpela desde la defensa a un sector explotado y oprimido, las mujeres. Este contenido progresivo del sentimiento general de la población está por encima de la intención de los convocantes y de la eventual adhesión oportunista de algunos figurones, y va categóricamente en sentido contrario a cualquier cacerolazo de la derecha.

Pero además, la pueblada de Monte Hermoso dio una señal del contenido del que se va llenando la indignación popular contra tanta barbarie. Todo apunta a la responsabilidad del Estado: que la policía, la Justicia y los funcionarios son cómplices de la violencia contra las mujeres se va haciendo parte del sentido común. Esto es lo que escuchamos en todos los comentarios por abajo cuando se habla de esta convocatoria.

Ese contenido tuvo también la toma del decanato de la Facultad de Derecho por parte de los estudiantes exigiendo la expulsión del juez Piombo de la facultad, lucha que terminó con un triunfo al presentar él mismo su “renuncia”.

El propio documento de renuncia del juez defensor de violadores y femicidas ayuda a apuntar a la responsabilidad del Estado en la impunidad de los crímenes de género: la trayectoria que Piombo describe orgulloso, sus 40 años de ascenso ininterrumpido en el Poder Judicial y en las Universidades, los premios que le han dado, dejan muy en claro que este monstruo no es un error ni un exceso, sino un fiel representante de la “normalidad” de las instituciones del Estado capitalista patriarcal.

El gobierno K, por su parte, todavía no ha dicho esta boca es mía con respecto a la convocatoria. Los funcionarios que “adhieren”, como Aníbal Fernández, lo han hecho con una foto con el cartelito como si fueran figuras de la farándula, pero como funcionarios que han gobernado este país durante doce años consecutivos, no tienen nada que decir sobre la ola de violencia contra las mujeres como no sea “qué barbaridad”, actitud doblemente vergonzosa cuando la presidenta es una mujer.

 

Con qué programa ir a la marcha y el debate en la vanguardia

 

La convocatoria “Ni una menos” abrió también un debate entre las organizaciones de mujeres, las agrupaciones estudiantiles y la izquierda. La adhesión de personajes como el proxeneta televisivo Tinelli y políticos del gobierno o de la derecha causaron cierto escozor en el activismo. Obviamente compartimos el rechazo del activismo feminista y progresista en general hacia estos personajes, pero nos parece un error que esto dé lugar a una posición sectaria hacia la convocatoria en general.

Frente a un fenómeno de masas, si tiene un contenido real progresivo, lo que hay que pensar desde la izquierda y el feminismo no es cómo despegarse de tal o cual oportunista, ni enojarse por quién “nos viene a sacar las banderas”, sino qué aportamos para que la lucha dé pasos adelante y al mismo tiempo siga extendiéndose en un sentido más progresivo aún. Obviamente las convocatorias masivas y espontáneas nunca tienen todo el programa que habitualmente levantan las organizaciones permanentes de lucha, y justamente, las organizaciones de vanguardia nos calificamos como tales cuando podemos hacernos parte de las acciones de masas y pelear su política legítimamente, es decir, ofreciendo un programa que la gente que salió a la calle pueda ver como propio.

Nos parece equivocado, por ejemplo, hacer una especie de contramarcha con el programa habitual de las organizaciones de mujeres, como están organizando desde el espacio con el que habitualmente nos movilizamos Las Rojas los 8 de Marzo y demás. Valoramos mucho ese espacio y seguimos siendo parte de él, pero en este caso creemos que hacer rancho aparte con los que apoyan el programa completo del feminismo, sin jerarquizar en absoluto los aspectos de la lucha del movimiento de mujeres que empalmen con el espíritu de la convocatoria, no ayuda a que este movimiento masivo avance.

Nos llama la atención que organizaciones como el PTS o el PO, por ejemplo, que durante las campañas electorales no hablan del derecho al aborto en la televisión si no les ponés un revólver en la cabeza, ahora se hayan puesto “principistas” y quieran partir aguas en esta movilización con esta consigna con la excusa de que “todo es violencia”. Aunque finalmente no sabemos con qué programa van a venir, porque el artículo del PO en su periódico sobre el “Ni una menos”, además de tener la mitad de espacio que la nota sobre fútbol, el programa que propone es asegurar que el concejal del PO de un pueblo de Salta va a presentar proyectos contra la violencia hacia las mujeres.

A Las Rojas y al Nuevo MAS nos parece que la consigna que tenemos que levantar para esta movilización es “Destitución de los funcionarios que amparan la violencia”, “Fuera todos los Piombo”, y apuntar desde ese lugar contra el Estado y el gobierno. Si ayudamos a que este sentimiento general de repudio a la policía, los jueces y demás funcionarios se vaya “organizando” durante los preparativos y durante la misma movilización, concretándose en cantos generalizados, pintadas, carteles, y sobre todo en la consigna de nuevas acciones masivas, le daremos un golpe mucho mayor al gobierno y al Estado patriarcal.

En cuanto a la propuesta que escuchamos por ahí de escrachar a algún personaje nefasto que esté en la movilización, francamente, compañeros, al lado del incendio de la municipalidad de Monte Hermoso y de haber echado a Piombo, tirarle unos huevos a Tinelli no es una acción “de izquierda” sino una performance posmoderna.

 

¡Vení con Las Rojas el 3 de junio contra los funcionarios que amparan la violencia!

¡Basta de impunidad para femicidas y violadores! ¡Fuera todos los Piombo!

 

 

 

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