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Ante las jornadas del 3 y el 9 de junio

 

“Estemos atentos porque tal vez, ojalá Dios no lo quiera y no lo permita, intenten hacer cosas para enojar a la gente, para que se asuste, se enojen contra alguien” (Cristina Kirchner, discurso del 25 de mayo)

 

El gobierno salió exultante de los festejos en Plaza de Mayo el lunes 25.Con una asistencia multitudinaria, mostró un poder de movilización envidiable para una gestión que se va luego de 12 años ininterrumpidos en el poder. Una muestra más de lo que venimos señalando en estas páginas, de cómo una porción seguramente mayoritaria de los trabajadores se inclinará por un voto continuista, conservador.

Por esto mismo llamaron la atención los alertas de Cristina de que “nadie venga a hacer enojar a la gente”. Si tienen “la vaca atada”,¿cómo explicar este tipo de declaraciones, repetidas elmartes 27 por Edgardo Depetris en el sentido de que en el paro del 9 podría haber “un nuevo Mariano Ferreyra”?

Pero el alerta de Cristina no es casual. Se viene la movilización del #Ni una menos el 3 de junio, que amenaza ser multitudinaria;también el paro general del 9, seguramente contundente.

Si a esto se le suma el durísimo paro de los aceiteros en Rosario (que ya lleva tres semanas de lucha continua y se lleva adelante mediante piquetes y otras medidas radicalizadas),lo que aparece es la eventual emergencia de fenómenos con algún grado de imprevisibilidadque puedan afectar los plácidos planes continuistas del gobierno:de ahí su preocupación creciente por estas jornadas.

 

Scioli reivindica a Kicillof

 

Arranquemos desarrollando algo más el discurso de Cristina en la Plaza el 25.

La línea del gobierno es el llamado a comparar la situación actual con el 2001; el planteo de que un “cambio” sería una vuelta a los años ’90: “con una mano en el corazón, piensen cómo estaban en mayo del 2003”.

El gobierno se viene sintiendo cada vez más fuerte en este discurso. Hemos señalado en estas páginas que, si hay bronca entre los trabajadores por el deterioro salarial y el impuesto al salario (de ahí que seguramente el paro del 9 será masivo), el gobierno se hace fuerte en la comparación con la situación de diez años atrás.

Desde el comienzo del año electoral,la “composición química” de la fórmula “cambio/continuidad” está en todos los slogans de campaña de los principales presidenciables, con Macri ensayando el discurso del cambio y Scioli el de la continuidad.

Como buscando el justo medio, un declinante Massa ha creído encontrar su “piedra filosofal” en la formulación del “cambio justo”: es decir, ni un más ni un menos de lo que los votantes querrían…

Pero la realidad (como señala el marxismo) es que, en última instancia, la conciencia es la expresión de la existencia; traducido al (distorsionado) terreno electoral:el voto se hace más de “castigo” o más “conservador” dependiendo, justamente, de cómo estén esas condiciones de existencia de las grandes mayorías populares.  

En la comparación con los años 90 sale ganando hoy el oficialismo, y de ahí el problema que tiene no sóloMassa sino inclusoMacri, que va a arrastrar seguramente a una porción mayoritaria de las clases medias, pero no está claro si eso le alcanzará para llegar a la segunda vuelta.

Ese “péndulo” de la continuidad al cambio y del cambio a la continuidadse ha modificado en un sentido u otro; ahí están ahora las favorables declaraciones de Scioli sobre Kicillof, impensables tiempo atrás.

¿Qué ha dicho Scioli? Más o menos que Kicillof “maduró mucho”, que es un hombre “indispensable” para el futuro.

Esto dio lugar, inmediatamente, a declaraciones de empresarios y medios preocupados,porque si esto esalgo más que retórica para mantener el calor de los K hasta octubre, significaría problemas en puerta cuando se tengan que asumir las necesidades perentorias que plantea la economía, postergadas hasta el 2016.

De cualquier manera, Scioli tuvo una reunión con la dirección de la UIA que todas las partes calificaron de amigable. Repitió que el país “no necesita hacer un ajuste ni políticas de shock” (polemizando con Macri) y que su orientación es “gradualista”.

Esto no quita que les hayareconocido a los empresarios que hay necesidad de inversiones (recordar que su principal asesor económico, Miguel Bein, ha declarado, no una sino varias veces, que la prioridad de aquí en adelante “no serán los salarios sino las inversiones”), para lo cual insistió en que el país está “desendeudado”, como dando a entender que existe margen para tomar nueva deuda para hacer las obras de infraestructura necesarias.

En cualquier caso, que Scioli haya salido a reivindicar aKicillof es todo un síntoma de lo que venimos señalando: el fin de ciclo parece estirarse como un chicle sólo para volver después a estrecharse sin que se sepa a ciencia cierta qué envergadura tendrá realmente.

Dos cosas son seguras de todas maneras. Primero: que las condiciones económicas generales han cambiado para peor: el viento de cola de la última década se ha terminado de manera irreversible; para ganar divisas el país deberá mejorar su competitividad (traducido al lenguaje patronal: ajustar a los trabajadores).

Segundo: de imponerse Scioli en el FpV (algo que da por hecho todo el mundo) y de ganar las elecciones en octubre,habrá una suerte de continuismo pero encarnado en la figura más conservadora de los K, algo que sintonizará bien, de todo modos, con las exigencias patronales de un gobierno “más amigable con los mercados”.

 

El histórico conflicto de los aceiteros

 

Pero en este clima de calma chicha electoral han venido a instalarselas luchas sociales, sobre todo alrededor de la convocatoria #Ni una menos del 3 y el paro general del 9.

La preocupación del gobierno, como está dicho, es la “imprevisibilidad” de las consecuencias que puedan tener ambos eventos de la lucha de clases. Tiene casi todo “atado” para llegar al 9 de agosto en condiciones más que buenas, y de repente aparecen dos convocatorias cuyos alcances pueden operar alguna modificación en las circunstancias que tan favorablemente se le presentan…

Pero detengámonos primero en el conflicto de los aceiteros, que no se ha cerrado al término de esta edición (ver nota aparte).

Se trata de un sector con enorme “poder de fuego” que está reclamando aumentosdel 42%, muy por encima del 27% que está dispuesto a homologar el gobierno.

Si Kicillof y Tomada han cerrado ya acuerdos en gremios afines como la UOM, UPCN, UOCRA, Comercio y algunos más, existen varios gremiosdíscolos o que forman filas con la CGT Moyano con los que no será tan sencillo cerrar.

Bancarios está realizandoun contundente paro nacional, reclamando aumentos por encima del 30% y una compensación por el impuesto al salario que los impacta de manera directa.Camioneros saldría con un reclamo del 35% y un pedido similar ocurriría en el caso de gastronómicos y alimentación.

De todos modos, de lejos el conflicto de mayor radicalidaden estos momentos es el de los aceiteros de Rosario.  Paralizando la comercialización de aceite de soja y de materia prima para la producción de dicho aceite, se traba una proporción considerable de la producción mundial de estas materias primas.

Están varados 88 buques de las más diversas nacionalidades, sin olvidarnos de los cientos de camiones haciendo cola para entregar sus granos.

Se trata de un conflicto de altísimo voltaje del que no se sabe todavíacuál será su desenlace; el paro general debería llegar a tiempo para apoyarlo, en la medida en que es el que mayor perspectiva tiene de romper el techo salarial impuesto por Cristina (¡un adelanto del ajuste que viene en el 2016!).

 

Marcha con Las Rojas

 

Lo que más preocupa al gobierno son las jornadas del 3 y, sobre todo, el paro general.

Hacia la jornada del 3 (que se muestra multitudinaria)el gobierno no ha dicho aún esta boca es mía. Por abajo salió a enlodarla dando a entender que sería un “cacerolazo” reaccionario como el realizado por Nisman en febrero pasado; una definición que no tiene nada que ver con la realidad.

Porque se tratade una movilización por la izquierda, ultra progresiva, que apunta a poner sobre la mesa el reclamo de que no debe haber ni una mujer menos por femicidio y que viene logrando importantes triunfos camino al 3.

El más importante es el logro en Mar del Plata y La Plata (en este último caso alrededor de una gran movilización estudiantil en la cual tuvieron destacada participación nuestros compañeros del Ya Basta y Las Rojas) de cesar al juez Piombo de las casas de estudio de esas ciudades, siendo necesario continuar la pelea hasta que sea destituido del tribunal deCasación mediante un juicio político o el mecanismo que sea posible.

El estallido de rabia popular del fin de semana pasado en Monte Hermoso en repudio al femicidio de otra joven es otra muestra de cómo el tema se ha instalado en la agenda política nacional,a pesar de que la prensa escrita y muchos programas de la TV intentan tratar al tema como una cuestión “policial”,como si fuera algo por fuera de la política, donde nada tendrían que ver las autoridades.

La movilización del 3 va a ser una desmentida radical de esta reaccionaria pretensión:seguramente será un punto de apoyo para instalar la lucha contra la opresión de las mujeres como uno de los temas centrales en la agenda de las elecciones que se avecinan.

Para esa perspectiva y en la pelea por la destitución de los jueces y autoridades que amparan a femicidas y violadores, es que invitamos a participar en la enorme columna que pondremos en pie con Las Rojas y nuestro partido en Congreso.

 

Salgamos a organizar los piquetes para el 9

 

Pero sobre todo,preocupa a los K el paro general del 9.

Las declaraciones a propósito de posibles hechos de violencia intentandebilitar la medida de fuerza, o darles aire a los dirigentes sindicales para atacar el carácteractivo de la medida.

De ahí que Maturana haya salido a pedirle a la izquierda “que no haga piquetes”. Se trata de un pedido inaceptable, porque los piquetes permiten justamente desbordar el carácter pasivo que le quieren dar los dirigentes a la medida, al tiempo que le dan argumentos suplementarios a la enorme mayoría de los compañeros que no quieren ir a trabajar.

Por lo demás, en ninguno de los paros generales ocurridos bajo el gobierno de Cristina se generó ningún hecho de violencia proveniente de los trabajadores: ¡todos los hechos de violencia siempre ha venido de las filas de la policía o la patota sindical afín al gobierno y las patronales!

 

Sumate a las listas del Nuevo MAS

 

Las tareas por delante en lo inmediato son(junto con apoyar el paro de los aceiteros) llevar adelante una movilización multitudinaria el 3 en Congreso y comenzar a organizar el carácter activo del paro general del 9.

Estas tareas debemos llevarlas adelante para que los problemas de los trabajadores, las mujeres y la juventud se instalen con fuerza en la agenda electoral, llamando a rechazar a los candidatos del ajuste (Scioli, Macri y Massa) en la perspectiva de una alternativa socialista.

Nuestro partido está dando los primeros pasos en la instalación de su fórmula presidencial de Manuela Castañeira como candidata a presidente y Jorge Ayala como vice, redoblando también los esfuerzos por la campaña a gobernador de Eduardo Mulhall en Córdoba. Y saliendo a conseguir cientos de candidaturas de compañeros y compañeras de la nueva generación obrera, de luchadoras del movimiento de mujeres y de la juventud en todo el país para nuestras listas obreras y socialistas.

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