El próximo miércoles en los tribunales de Casación de La Plata, los abogados de Bárbara Santos y Micaela Galle presentarán la apelación  al fallo que el año pasado absolvió al “karateka” Martínez, quien fuera el principal  sospechoso del cuádruple femicidio de La Loma. En esta apelación se presentarán pruebas contundentes, antes rechazadas por el Tribunal Oral precedido por los jueces Domech, Vitali y Paolini, que muestran a Martínez y a Quiroga (único condenado en el juicio) como coautores del femicidio.

El cuádruple femicidio ocurrido en el barrio platense de La Loma en noviembre del 2011 conmovió a todo el país por la brutalidad de los hechos. La manera en que los femicidas asesinaron a las cuatro mujeres dejó en claro para toda la sociedad -excepto para la justicia- que se trataba del desenlace de una situación de violencia  de género. Una de las mujeres asesinadas, Bárbara, tenía una relación de pareja con Martínez, la cual quería terminar, manifestando sufrir reiterados hechos de violencia por parte del “karateka”. Si se observa, por ejemplo, el número de puñaladas  que recibió Barby, el doble que las demás, se comprende que el móvil del cuádruple  asesinato  fue terminar con la vida de una mujer que empezaba a escapar del poder de Martínez, y eso no  puede ser llamado de otra manera que no sea femicidio.

Desde el comienzo todas las investigaciones  del caso  a cargo de la Policía bonaerense fueron sospechosamente irregulares, tal es así que fueron los propios familiares los que tuvieron que tomar cartas en el asunto para encontrar testigos de la masacre, y hasta para dar con el único condenado (Quiroga). Ante tanta inmovilidad y falta de voluntad por parte de la justicia  para esclarecer el hecho, la familia de estas cuatro mujeres encontraron en Las Rojas y otras organizaciones de mujeres un apoyo real y firme acorde a las necesidades del caso,  y la predisposición  a luchar por justicia  de manera independiente y en las calles.  Así fue como en momentos cruciales previos al juicio, gracias a un acampe organizado en la puerta de Tribunales, logramos la prisión preventiva para Martínez, que estaba a punto de desvincularse  del femicidio. Y a partir de esa medida de lucha  se acercaron más familiares de víctimas  de femicidio, como es el caso de Mariana  Condori,  Maru  Ghunter y Victoria Bértora.

Ya en la instancia del juicio oral,  la implicancia de Martínez en el caso, sobre todo por los testimonios de las amigas y personas  cercanas que describían con detalle la relación violenta del “karateka” sobre Bárbara,  estuvieron sobre el tapete. Pero esto sólo parece importarle al movimiento de mujeres, quienes son la única garantía para que se haga justicia  en estos casos.

Si hoy cada 30 horas se conoce una mujer muerta a causa de femicidio, nos preguntamos entonces, ¿por qué a estos jueces no se les ocurre siquiera la posibilidad de que un crimen tan aberrante como el de La Loma, y el de tantas otras mujeres no sea a causa  de la violencia de género reinante en esta sociedad? La respuesta está a la vista -y a nadie vamos a sorprender-: es que el sistema judicial  se funda sobre las  bases de la desigualdad, ya sea de clase como de género. Por lo tanto, las garantías se otorgan a ricos y patrones, así como a femicidas, violentos y violadores; pero no hay ninguna garantía para los sectores populares, trabajadores y mujeres. Y esta “justicia” no actúa sola, sino  que cuenta con el apoyo  y el consentimiento de los diferentes gobiernos: ya sea nacional, provincial  o municipal.  Y por si fuera poco, la propia Policía bonaerense que se negó a investigar,  pone a su abogado Julio Beley (defensor de los milicos involucrados en el juicio de “La Cacha” por delitos  de lesa humanidad) al servicio del femicida Martínez.

Redoblemos la lucha contra la impunidad y los femicidios

No todo está dicho en este caso. Si bien no depositamos ninguna confianza en la justicia machista y patriarcal, sí creemos que las mujeres organizadas de manera independiente y luchando en la calle  podemos revertir éste y todos los casos  de impunidad. Como hicimos junto a Rocío Girat, las hermanas  Jara y Marina, Maira  y Loana de Olavarría,  plantaremos la bandera por justicia por Micaela, Susana, Bárbara y Marisol.  Este miércoles 13 nos encontramos en los Tribunales de calle 8 e/56 y 57 para dar esta pelea y fortalecer al movimiento de mujeres.

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