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El pasado martes 22 y miércoles 23, en Pepsico Planta Florida se inició un contundente paro, en toda la fábrica, pero especialmente impulsado desde abajo, por los compañeros tarimeros y las compañeras empacadoras en su gran mayoría mujeres, por categorías y productividad. El mismo martes por la noche se desarrollaba una asamblea con motivo de un premio a la productividad, en el cual la empresa, con complicidad del sindicato, quería hacer pasar a la baja. Este premio originalmente consiste en una suma de dinero por productividad, al cual faltando dos días se perdía el 13% de la totalidad. El año pasado en instancias del aumento recibido en paritarias la empresa ofreció aumentar el 35% al premio pero con la condición que en vez de descontar el 13% al segundo día de falta, descontaría el 50%!!!

En numerosas asambleas se rechazó la oferta, ya que entendemos esta oferta como un ataque directo al salario y discriminatorio sobre todo para las compañeras mujeres que muchas veces no les queda otra que faltar cuando sus hijos se enferman. No sólo eso, sino que las compañeras empacadoras son las más castigadas por enfermedades laborales que son provocadas por los altos ritmos de producción y la repetición del trabajo, las hernias de disco o cervical son moneda corriente en la fábrica. A todo esto hay que sumarle las casi nulas posibilidades de ascender en alguna categoría ya que la empresa destina los puestos mejor remunerados y con mejor categorías para los hombres, demostrando así esta práctica discriminatoria hacia las mujeres.

Pasaron varios meses de aquel rechazo, y en la base quedó un gusto amargo mezclado con bronca que llevó al parazo  de este martes.

Unos días antes del parazo de 24 hs., se había realizado una asamblea para paralizar la actividad 2 hs. por turno en rechazo de este “premio”.

Casi  paralelamente a esta medida de fuerza, por abajo y de forma espontánea, empezó a desatarse toda la bronca acumulada.

La mecha fue encendida por lo compañeros tarimeros que se plantaron pidiendo una categoría más, hace mucho hablado con la empresa pero nunca concretada. A este reclamo, se le sumaron todas las compañeras empacadoras, dejando así la totalidad de la planta parada por ocho horas. La bronca contenida durante tiempo por todos y la firme convicción del turno noche en parar contagió rápidamente a los dos turnos restantes que también pararon todo el día.

A mitad de la tarde del día miércoles llegaba la conciliación obligatoria firmada por la empresa y el sindicato, llamando a una audiencia en el Ministerio de Trabajo para el día 20 de abril. Es así como saltaba todo por los aires desde abajo, unificando los reclamos, no sólo el premio a la productividad sino también categorías para tarimeros y empacadoras.

La burocracia de la Verde y sus maniobras

La agrupación Verde que responde al secretario general del gremio de la Alimentación (STIA), Rodolfo Daer, una vez más no le tiembla la mano a la hora de entregar conquistas, como en su momento, allá por épocas del menemismo, flexibilizaba el convenio colectivo y son las de la Alimentación.

A la hora de discutir el premio, la Verde fue variando en sus posturas. En primer momento se negaron a dar una lucha por la productividad. Después de varios meses, largaron una campaña para hacer pasar un acuerdo miserable que no variaba nada en nada la propuesta de la empresa. Intentaron hacer firmar un petitorio a los compañeros, pasando por las líneas, de forma confusa, sin demasiadas explicaciones y a las apuradas, llamando a aceptar la propuesta. Más de una vez llamaron a asambleas con la misma intención, pero no pudieron y reubicaron su discurso en un abrir y cerrar de ojos con respecto al premio, pero dejando bien en claro que no apoyarían el reclamo de categorías para las compañeras mujeres.

 

A no bajar la guardia

Hacía 7 años que en Pepsico Planta Florida no se paraba, los tres turnos juntos durante 24 hs., por eso es tan importante este verdadero parazo. La decisión de plantársele a la patronal no fue ni promovida, ni organizada por nadie desde arriba, sino que surgió desde las bases, que hace mucho tragaban bronca. Este gran paso que dimos, a pesar de correr el riesgo que tiene la espontaneidad , por dejar aislado el reclamo, dejó claro el poder que tenemos los trabajadores dentro de la fábrica cuando estamos decididos. Por eso es necesario seguir organizando y discutiendo, para que la conciliación no nos “enfríe” y dar pasos concretos y medidas de lucha para poder conseguir categorías para todos los compañeros, y el aumento del premio de productividad sin condiciones. Compañeros: ¡a no bajar los brazos!

Trabajador de PEPSICO

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