Elecciones en CABA

¡VAMOS CON MANUELA JEFA DE LA CIUDAD!

 

Faltan pocos días ya para el domingo 26. En estas últimas jornadas nuestro partido viene multiplicando las actividades, las recorridas por hospitales como el Durand y el Argerich, las apariciones en radio y TV, las mesas todo a lo largo y ancho de la Capital, el vuelco los domingos a Parque Centenario, Costanera Sur, Parque Rivadavia y varios otros, los debates en colegios y facultades, las pegatinas de carteles, incluso el esfuerzo por la apertura de nuevos locales partidarios en la Ciudad.

Parte de este esfuerzo es el acto de cierre de la campaña que realizaremos el próximo miércoles 22 en el Obelisco a las 18 horas, al que invitamos a participar a todos nuestros simpatizantes, amigos y votantes para que nos acompañen en la tarea primordial que está planteada el domingo: quebrar el piso electoral del 1,5% y que la voz de los trabajadores, las mujeres y la juventud esté presente en las elecciones definitivas a comienzos de julio.

Una elección corrida a la derecha

La semana pasada editorializamos haciendo una caracterización general de cómo venía la elección en la Capital. Algunas de las tendencias señaladas nos parece que se han confirmado. La elección viene particularmente corrida hacia la derecha porque el macrismo acapara casi el 50% de las intenciones de voto.

En estas páginas ya hemos dicho que la interna de Larreta con Micheti es una puramente de aparatos y que le coloca un signo de despolitización a la votación en su conjunto: sólo se dirime si es bueno o no estar “cerca” de Macri, ser parte de su “equipo”…

Desde ya que, de todos modos, hay un contenido que va más allá de esto, y que es que sectores importantes de las clases medias y medias altas de la Ciudad ven en Macri el presidenciable que le puede ganar el kirchnerismo; de ahí su voto al PRO, así como también a la idea de que la “gestión” de los asuntos nada tiene que ver con la “política” (¡ni, atención, con las clases sociales!), y sólo se reduciría a una obra de “ingeniería” para resolver, “técnicamente”, lo problemas de la Ciudad.

A este respecto, es interesante, por ejemplo, la investigación que salió en los últimos días en el diario La Nación (¡insospechado de izquierdista!), donde, con los números sobre la mesa, señala que el problema de la vivienda es una de las “asignaturas pendientes” del macrismo.

Resulta ser que existen prácticamente 250.000 viviendas vacías (la mayoría de ellas en manos de grandes propietarios), al tiempo que una cifra similar de habitantes… tienen problemas de vivienda. Frente a esto, vergonzosamente, el macrismo sólo otorgó en los últimos años algo en torno a 2.500 viviendas nuevas, y sus funcionarios del rubro dicen que el problema, más que de viviendas, es de “hábitat”: eufemismo para decir que no les interesa construir nuevas sino “urbanizar” villas y asentamientos.

Volviendo a lo que estábamos señalando, Recalde, del Frente para la Victoria, marcharía todavía en segundo lugar, mientras que Lousteau, de ECO, que venía en tercer lugar, estaría levantando la puntería y ya estaría casi empatando con el candidato K.

En todo caso, entre estas tres fuerzas acapararían el grueso de la votación, razón por la cual el espacio de la izquierda se vería más reducido que en elecciones anteriores. Esto habrá que verlo, pero posiblemente algo de razón haya en esta previsión, atendiendo lo corrida que aparece la elección hacia la derecha para lo que son los promedios nacionales del país, así como el hecho que no están en desarrollo grandes luchas en la Ciudad.

La campaña del Nuevo MAS y Las Rojas

Otro elemento que marcamos la semana pasada es cómo estamos ante una elección sobremanera dominada por los aparatos: una elección de mercado en la que no hay espacios gratuitos de radio y TV y donde, por añadidura, se compite con aparatos como el macrismo, abiertamente apoyado por los empresarios, o el oficialismo K, que cuenta con el apoyo del aparato del estado nacional.

Pero incluso en la izquierda se observan dramáticas disparidades que distorsionan las cosas. El FIT viene haciendo una campaña extremadamente auto-referencial, donde se venden como “La izquierda en la Ciudad”, pero que no se puede definir por ninguna identidad o propuesta definida realmente más allá del peso del aparato en carteles y demás herramientas de propaganda, peso que se desaprovecha al no plantear ninguna tarea, ninguna propuesta, ninguna perspectiva diferenciada que no sea su autoproclamación.

Claro que en los materiales de campaña tipo volantes dicen cosas, propuestas, pero en lo que es más masivo, los carteles, ni una palabra de denuncia o propuestas o nada más allá, repetimos, que proclamarse como LA izquierda en la Ciudad.

La campaña de nuestro partido ha ido para un lugar opuesto; más allá de reafirmar uno de nuestros centros en la lucha por el derecho al aborto, hemos denunciado públicamente las reglas de juego antidemocráticas de esta campaña de ricos, hemos planteado un programa de emergencia para la Ciudad comenzando por el problema del salario y la precarización laboral, así como planteando de manera amplia, pública y notoria, en radio y TV, la necesidad de cuestionar al sistema capitalista, y que la izquierda se plante, explícitamente, por una alternativa socialista.

Vamos entonces a redoblar nuestros esfuerzos en este último tramo de la campaña, a invitar a los nuevos compañeros y compañeras que se suman al partido a hacer la experiencia de llevarla adelante junto a la militancia y a pelear por el duro objetivo de romper con el piso proscriptivo el 26.

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