Socialismo o Barbarie incremente su precio a 10 pesos –

 

Desde el número 316 nuestro periódico Socialismo o Barbarie ha subido su precio a 10 pesos y el aporte solidario sobre el mismo a 50 pesos. Los motivos que llevan a tomar esta medida no hace falta explicarlos en demasía: la inflación creciente y constante que golpea el bolsillo de todos los trabajadores nos ha encarecido notablemente el costo del mismo haciendo imposible continuar sosteniendo el viejo precio so pena de desfinanciar y hacer peligrar la salida del mismo.

Desde el Nuevo MAS defendemos el valor insustituible del periódico impreso y regular como órgano de difusión, agitación y propaganda de las ideas y la política revolucionaria. Como es sabido hoy por hoy existen un sinfín de nuevos medios y tecnologías que colaboran y profundizan esta importante tarea de difusión. Las redes sociales, los blogs, el twitter, los videoblogs entre otros son herramientas importantes que nuestro partido y en especial nuestra juventud utiliza intensamente y debe seguir así y más, debe profundizarse; pero para los marxistas, para los revolucionarios educados en la escuela del Lenín, el periódico es todo eso y aún más, es un organizador colectivo, es en sí mismo una herramienta irremplazable para forjar una clase revolucionaria y a un partido revolucionario capaz de encabezar a está en la dura travesía que es la lucha de clases y la conquista del poder.

En el cuarto número del periódico Iskra (La Chispa), su director Vladimir Lenínescribía:

“La misión del periódico no se limita a difundir las ideas, educar políticamente y a atraer aliados políticos. El periódico no es sólo un propagandístico colectivo y un agitador colectivo […] Mediante el periódico y en relación con éste, se irá formando por sí misma una organización permanente, que se ocupen no sólo del trabajo local, sino también de la labor general regular, que habitué a sus miembros a seguir atentamente los acontecimientos políticos, a apreciar su significado y su influencia sobre las distintas capas de la población, a elaborar los medios más adecuados para qué el partido revolucionario influya en estos acontecimientos. La sola tarea técnica de asegurar un suministro normal de materiales al periódico y la normalidad de su difusión obliga ya a crear una red de agentes locales del partido único, de agentes que mantengan intensas relaciones entre sí, que conozcan el estado general de las cosas, que se acostumbren a cumplir sistemáticamente las funciones parciales de un trabajo realizado en toda Rusia y que prueben sus fuerzas en la organización de distintas acciones revolucionarios. Esta red de agentes servirá de armazón precisamente para la organización que necesitamos: lo suficientemente grande para abarcar todo el país; lo suficientemente vasta y variada para establecer una rigurosa y detallada división del trabajo; lo suficientemente firme para saber proseguir sin desmayo su labor en todas las circunstancias y en todos los » virajes» y situaciones inesperadas; lo suficientemente flexible para saber, de un lado, rehuir las batallas en campo abierto contra un enemigo que tiene superioridad aplastante de fuerzas, cuando éste concentrar toda su fuerza en un punto, pero sabiendo, de otro lado, aprovecharse de la torpeza de movimientos de este enemigo y lanzarse sobre él en el sitio y en el momento en que menos espere ser atacado.[…] Semejante grado de disposición combativa sólo puede lograrse con la actividad constante a que se dedica un ejército regular. Y si unimos nuestras fuerzas para asegurar la publicación de un periódico común, esa labor preparará y destacará no sólo a los propagandistas más hábiles, sino también a los organizadores más expertos, que pueden, en el momento necesario, lanzar la consigna del combate decisivo y dirigirlo”.[1]

La defensa del periódico impreso y regular es una tarea revolucionaria que abarca a todo militante y a todo trabajador y luchador de vanguardia con conciencia de clase que boga por transformar la sociedad desde sus cimientos. Renunciar al periódico es doblegarse ante las modas posmodernas, sucumbir frente a la tentación de los atajos, viejo canto de sirena que amenaza permanentemente a los revolucionarios. Parte de defender la política revolucionaria es seguir avanzando política y financieramente en la construcción de un periódico semanal que sepa asirse del eslabón indicado y tirar de él con todas sus fuerzas para apoderarnos de la cadena toda[2]. A ese desafío se compromete “Socialismo o Barbarie” y el Nuevo MAS.

 

Martín Primo

[1] Vladimir I. Lenin. “¿Por dónde empezar? (1901).

[2]Vladimir I. Lenin. “Que hacer” (1902):”Toda la vida política es una cadena infinita compuesta de un sinfín de eslabones. Todo el arte de un político estriba justamente en encontrar y aferrarse con nervio al preciso eslaboncito que menos pueda ser arrancado de las manos, que sea el más importante en un momento determinado y mejor garantice a quien lo sujete la posesión de toda cadena.”

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