Segunda movilización en Córdoba

 

 

Este lunes 29 se desarrolló nuevamente en la ciudad de Córdoba la segunda marcha por el femicidio de Paola Acosta y el intento de femicidio de su hija Martina. Ambas fueron atacadas por Gonzalo Lizarralde, padre de la niña y ex pareja de Paola. Esta segunda movilización, al igual que la primera, fue enorme y de gran contundencia, sin precedentes en nuestra provincia, nuevamente concurrida por familiares de Paola, amigas, compañeras de trabajo y también vecinos/as de Córdoba que se movilizaron ante lo extremo de los hechos y también ante la acumulación que venimos sufriendo. Porque este fue el femicidio N°11 en Córdoba (algunas mediciones indican 13 y 14) en lo que va del año, similar al índice del año pasado que arrojó un número de 30. Esto ubica a la provincia de Córdoba en el segundo lugar después de la provincia de Bs. As.

Esta fue la segunda marcha en la ciudad en la que se logra expresar el repudio a este tipo de hechos, la denuncia a la justicia machista y patriarcal y más tibiamente el repudio a los gobiernos responsables de esta situación. Esto tiene una fuerza y un potencial gigantescos ya que el desarrollo del proceso puede significar la conquista de cada uno de los reclamos y tener influencia en el resto de los casos que han ocurrido en la provincia y el resto del país.

Pero una dimensión a tener en cuenta es la política que tengan las organizaciones ante este fenómeno. Es que la influencia que tienen las organizaciones sobre los procesos puede llevarlos tanto a su desarrollo y profundización así como a su agotamiento. Y por las características que han tenido ambas movilizaciones y el resto de las acciones que fueron encaradas es que nos vemos en la necesidad de compartir nuestra visión y aportar hacia una política de unidad que requiere ésta y las demás luchas que nos están esperando al movimiento de mujeres y sus organizaciones para que demos nuestro apoyo.

Sobre el rol del MST y su responsabilidad en la negativa de una política de unidad

Nos centraremos en el rol del MST en este artículo, si bien hay algunas otras discusiones con otras corrientes pero que al momento son secundarias. Lo primordial hoy es la discusión de la unidad en la lucha.

El MST toma un rol central en esta pelea al ser Paola hermana de una militante de esta organización. Y lo que hay que decir es que su política fue de nula acción unitaria hacia el caso. Nos fuimos enterando por las redes sociales de las acciones que llamaba el MST y así continúa esta dinámica hasta la actualidad: el MST no convoca a sus acciones a las demás organizaciones y arma su agenda sin proponerla en ningún ámbito.

Ya en la marcha del lunes 22, familiares de otras víctimas con sus fotos y banderas, compañeros de la Feria de Las Heras donde trabajaba Paola, organizaciones civiles que trabajan el tema, marchaban dispersas a metros y metros de la cabecera. A diferencia de tantas otras convocatorias de las que hemos sido parte reflejando la unidad de los distintos sectores.

No tener política de unidad para encarar semejante pelea tiene consecuencias muy graves para el desarrollo del proceso. Porque debilita la convocatoria, porque genera desconfianza y deslegitima la pelea. Cuando hablamos de unidad estamos llamando la atención sobre contemplar además a familiares de otras víctimas que también se movilizaron. Las Rojas en la marcha estuvimos con las familiares de Rocío Florencia Rodríguez y Julia Torres, femicidios que ocurrieron el año pasado en la ciudad de Córdoba. Pero estos casos como tantos otros que deben haberse movilizado, no tuvieron el mínimo espacio para hacerse visibles. Lo cual sin duda fortalecería la pelea por Paola haciendo más y más contundente la denuncia a la justicia y al Gobierno.

En las dos marchas dimos con que el MST, con su campaña electoral de por medio, arrastraba al conjunto del movimiento de mujeres y a toda la población movilizada a una acción que desembocaba indefectiblemente en un acto político electoral. Es que lo central de la discusión es sobre las consecuencias de esta política.

En este año ha sido central la sensibilidad desatada ante tantos casos de violencia hacia las mujeres, los femicidios, abusos, violaciones, así como múltiples los casos que se presentaron. Y la discusión es qué curso le damos a esta pelea. Si nos centramos en las próximas elecciones (con un aprovechamiento oportunista de la cuestión) o apostamos a que el próximo Encuentro Nacional de Mujeres se nutra de toda esta movilización y desemboque en un 25 de Noviembre, Día contra la Violencia hacia las Mujeres, en un día lleno de lucha en todo el país, como parte de un plan de lucha real que se construya en el ENM.

Hacia el Gobierno nacional y provincial

También se desataron polémicas alrededor de la bandera de rastre, en la que el conjunto de las organizaciones decíamos debía contemplar la denuncia a Cristina y De La Sota responsables de que no existan políticas que den respuestas reales ante la violencia que sufrimos las mujeres. El MST esquivó toda discusión política con el argumento de que era mucho contenido para una cabecera. Pero viendo el desarrollo de los acontecimientos vemos que éste no es un aspecto central en la denuncia que realiza este partido, ni una sola pancarta plantea la denuncia desde la responsabilidad. Sino que piden la ley de emergencia de género… una ley para resolver lo que otra ley no resuelve.

¿Cómo sigue esto?

Son estas algunas de las cuestiones que nos preocupan sobre el accionar de esta organización ante el caso de Paola. Ayer en la marcha nos preguntábamos: ¿cómo sigue esto? Y es esta una pregunta aún abierta. ¿Se podrá avanzar hacia una política unitaria? ¿Se podrán acordar de conjunto el plan de lucha por ésta y tantas otras mujeres que fueron asesinadas en nuestra provincia? ¿Podremos conformar un espacio de articulación para todos los casos que hemos visto en esta ciudad y que necesitan de nuestro apoyo?

Desde Las Rojas y el Nuevo MAS seguiremos dispuestos con toda nuestra fuerza militante, como lo hicimos con estas dos marchas de las que participamos con columnas impresionantes llenas de compañeras y compañeros totalmente conmovidos ante este hecho. Es que para la militancia de nuestro partido, es una convicción política muy profunda que el patriarcado y al capitalismo son sistemas que no se sostienen el uno sin el otro. Y por lo tanto la pelea es hacia ambos. Y ante cada caso que aparece, nos representa la manifestación concreta de toda la opresión hacia las mujeres y por eso peleamos por cada una de ellas. Como el cuádruple femicidio de La Plata, como el femicidio de Mariana Condorí, como la adolescente desaparecida en Córdoba que apareció gracias a la movilización de la que fuimos parte, o como la campaña que estamos llevando adelante por la liberación de Susana, Claudia y María en Jujuy, presas por haberse hecho un aborto.

Insistimos, ponemos toda nuestra fuerza militante a disposición de esta gran lucha, de todas aquellas acciones que sean llevadas adelante con el fin de pelear por Justicia para Paola y denunciar a la justicia y hacer responsable al Gobierno, confluyendo en un 25 de Noviembre que refleje todos los sectores que hoy se encuentran activos y peleando. Así como creemos que no hay que perder tiempo en convocar a una instancia de coordinación de todos los casos que hay en nuestra provincia.

Una vez más las mujeres decimos:

PAOLA ACOSTA PRESENTE!!

JUSTICIA PARA PAOLA Y MARTINA!!

PRISIÓN PERPETUA PARA LIZARRALDE!!

DESTITUCIÓN YA DE OYHANARTE!!

BASTA DE JUSTICIA PATRIARCAL!!

CRISTINA Y DE LA SOTA SON RESPONABLES!!

Julia Di Santi – Las Rojas Córdoba

 

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