Compartir el post "Escándalo y fraude en el sindicato de empleados de comercio"
por Luz Licht
La asamblea extraordinaria del 10 de julio que iba a definir la conformación de la Junta Electoral para la realización de las elecciones en el Sindicato de los Empleados de Comercio, que desde 1986 tiene al frente a Armando Cavalieri, fue coronada con denuncias de la oposición y la suspensión de los comicios por orden de la justicia.
Las maniobras del eterno titular del gremio comenzaron con la elección del lugar donde se realizaría la asamblea extraordinaria para impedir que la oposición encabezada por Ramón Muerza tuviera mayoría en la misma. Pretendió elegir Parque Norte, cuya seguridad está a cargo del propio gremio y que no tiene capacidad para una gran concurrencia en sus salones. A partir de tener mayoría en una votación a mano alzada se jugaría en control de la junta electoral y por ende la capacidad de imponer las condiciones en que se realizarán las elecciones.
Cavalieri tuvo como respuesta a su maniobra una denuncia presentada al fiscal Marijuan por parte de quien pretende sucederlo, alegando que no estaban presentes todos los miembros de la comisión directiva en la reunión que definiría la convocatoria a la asamblea extraordinaria. La denuncia incluyó la presencia de jubilados que no eran aportantes o miembros del gremio en los padrones. El resultado de una expeditiva investigación arrojo la presencia de 5.488 muertos en el padrón oficial. De aquí a octubre, fecha pautada para las elecciones, en caso de no arribar a algún tipo de acuerdo entre los hoy contendientes podemos toparnos con nuevos ribetes para esta historia.
Poca transparencia se podía esperar de un sindicato más en el cual brilla por su ausencia la democracia de las bases, la participación de los trabajadores en los asuntos del gremio, por ejemplo en lo que hace a las paritarias que suelen ser famosas por ser las más bajas que se negocian con los gobiernos de turno, recordemos que este año se firmó por un mísero 15% en cuotas. También es formal la presencia de la organización gremial en la mayoría de los lugares de trabajo y poco se sabe de sus beneficios por el común de quienes están “representados” por el sindicato, lo que facilita el atropello de los empresarios.
Una oposición que viene de la mano del Macrismo y los empresarios supermercadistas
Para colmo de males para los trabajadores del gremio, quien viene a posar como alternativa frente al eterno traidor no cuenta con un prontuario menos nefasto. Algunos de los apodos de Muerza son “el empleado del mes” o “el hijo de Alfredo (Coto)”. Este personaje llegó en 2008 al puesto de Secretario de Organización del SEC, habiendo previamente sido delegado general del Hipermacado Coto.
Un hombre cercano a Muerza y delegado de los supermercados Carrefour se vio involucrado en la venta en ese super de pañales del gremio que correspondía repartir a los afiliados que los solicitaran. Conocido también es este candidato a desplazar a Cavalieri por reclutar barras de clubes como All Boys, Atlanta o Alamagro para apretar a los laburantes, un método patoteril que no augura una renovación democrática para responder a las necesidades de organización de los trabajadores en tiempos de brutal ajuste. Se lo señala como alineado a la política macrista no solo por su servilismo abyecto a uno de los empresarios amigos como Coto, sino también por tener vínculos de amistad y cercanía con funcionarios del gobierno, como con Santilli.
Más allá de los aspectos de color que tiene esta contienda (como el hecho de que venían votando muertos), preocupa que la disputa por la representación en el gremio con mayor cantidad de afiliados del país esté tan copado por la injerencia de intereses políticos que para nada responden a las necesidades de los trabajadores. Es importante señalar que solo la perspectiva de una organización política independiente y que se base en las asambleas con la bandera de la lucha antiburocrática y clasista va a poner nuevamente en manos de los trabajadores y sus intereses al sindicato. Es imperativo este camino para poner un freno a un gobierno de empresarios que está dispuesto a todo para doblegar a la clase trabajadora y su capacidad de respuesta y organización.