En Córdoba capital, la ciudad amaneció con un corte que tuvo al Nuevo MAS por vanguardia. Antes de las 6 a.m., el corte en Puente Centenario ya era efectivo, rato después se fueron sumando otras organizaciones de izquierda; el FIT y luego el MST.

Los referentes del Nuevo MAS, Eduardo Mulhall y Julia Di Santi, están presentes en la jornada y fueron algunos de los principales voceros del acto. Se movilizan delegaciones docentes, de la agrupación Carlos Fuentealba, del Neumático, molineros y otras industrias.

 

En Neuquén el piquete se está llevando a cabo en la entrada del parque industrial. Allí hay presencia de trabajadores de diversos gremios en lucha, con protagonismo de docentes, ceramistas, MAM y otros. En la zona de Río Negro, el corte es en la intersección Neuquén Cipolletti. Como en todo el país, la izquierda es protagonista.

En Rosario, el corte es en la autopista que se dirige a Buenos Aires, frente al Casino. Además de la acción de la izquierda, hay delegaciones de empleados de comercio que se movilizaron, de los pocos en todo el país convocados por su respectivo gremio. Hubo también cortes en la puerta de muchas fábricas que están peleando contra los despidos.

En La Pampa, se destacó la participación de los trabajadores Médicos Comunitarios, que están exigiendo el pase a planta permanente desde hace semanas, organizándose desde abajo. Cuentan con el apoyo de la militancia del Nuevo MAS en la provincia desde el principio. En estos momentos son parte del corte frente a la Casa de Gobierno de la provincia.

En todos los puntos del país el panorama es el mismo: paralización total del transporte, de la circulación y de la producción. El paro general es casi absoluto y contundente. La bronca con el gobierno se hace sentir en todos los puntos del país, con los trabajadores haciendo una de las demostraciones de fuerzas más importantes de los últimos años, si no se trata del más importante paro general del último período. La izquierda, con el Nuevo MAS a la vanguardia, le dio el carácter activo a la medida que la burocracia de la CGT no quiso ni buscó.

 

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