por Julia Di Santi

«Más vale tarde que nunca» dijeron las clínicas privadas y en fila salieron a declarar en distintas provincias del país la iniciativa que llevarán adelante si la ley de interrupción voluntaria del embarazo pasa el Senado. Lo que intentan estos “comercios” (no podemos llamarlos de otra forma) es presentar amparos judiciales para solicitar que sus clínicas puedan ser objetoras de conciencia de forma institucional y no, como la ley escribe, de forma individual como resolución de cada profesional. Lo cierto es que lo que intentan estas clínicas no es ingenuo. La Ley tal cual se aprobó en el Congreso admite la posibilidad de la objeción de conciencia, pero para cada profesional en forma individual y exige que cada profesional lo declare por escrito ante la autoridad institucional. Tal como funciona actualmente, ninguna institución puede ser objetora, sino que la objeción es siempre personal. Entonces queda claro que lo que intentan estos grupos económicos es exigir esta modificación al Senado y así, dilatar, postergar, retrasar, enfriar, la aprobación de la ley. De esta forma se posicionan e inician una verdadera pelea reaccionaria en contra de los derechos de las mujeres.

Si bien la población se manifestó en mayoría en la vigilia del 13 de junio, lo cierto es que amplios sectores pro “vida” no se habían pronunciado sobre su posición y es ahora que comienza su pelea. Lo que intentan hacer es no sólo negarnos el derecho al aborto sino además aparecer como un actor político y ejercer presión. Lo mismo que el Vaticano, que salió en una cruzada comparando el aborto con los crímenes de los nazis. Como si la Iglesia hubiese sido ferviente opositora de esta fuerza asesina y no sólo de ésta ¡sino de la mismísima dictadura argentina que se cargó 30.000 desaparecidos y asesinados con la que mantuvieron alianza directa!

En el mismo sentido se hicieron virales las declaraciones de médicos riojanos, entre ellos Facundo Segovia Barcena que terminó siendo despedido de su cargo en el Hospital de la Madre y el Niño en La Rioja. Este es otro triunfo para las mujeres, es el camino a seguir. La pelea por el aborto legal ha avanzado significativamente pero todavía nos queda mucho camino por recorrer. Tendremos que sacar uno por uno a estos torturadores, reaccionarios, misóginos y oscurantistas de encima de nuestros cuerpos, y ahí tendrá que estar el movimiento de mujeres para pelearla. Hoy exigimos que se escuche nuestra voz, la voz que se escuchó en la vigilia, a pesar de las temperaturas bajo cero y a pesar de que el debate duró más de un día, las pibas demostraron en la calle que vamos a ir hasta el final y que queremos que el aborto sea ley, sin vueltas, sin dilaciones.

Tenemos una pelea durísima por delante: arrancarle la sanción a un Senado reaccionario que va a intentar por todos los medios las mil y un maniobras para evitar la sanción. Por eso queremos decir con fuerza que ese es el proyecto que queremos que se apruebe y no dejaremos pasar ninguna dilación. Sabemos que porque estuvimos ahí obtuvimos la media sanción. ¡Redoblemos la apuesta! ¡Sigamos en las calles! ¡Vamos con todo por el aborto legal! ¡Ahora es cuando!

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