El pasado lunes 14 de marzo comenzaron en el Palacio de Tribunales  los alegatos, instancia final del juicio por el travesticidio de Diana Sacayán. Diana fue una luchadora trans que marcó historia en nuestro país en su pelea por la ley de identidad de género, por el cupo laboral trans y el abolicionismo de la prostitución. El 13 de octubre de 2015 fue asesinada a puñaladas en un crimen de odio. Adentro de la sala un alegato de 4 horas, la fiscalía pidió prisión perpetua para Gabriel David Marino, el único imputado. Afuera, un festival y concentración ponía bien en alto el grito de miles de miembros de la comunidad LGBTI que pide justicia por Diana.

La lucha que damos en este juicio es histórica, a la altura de la enorme referente que fue Diana. Este es el primer proceso legal donde se pelea por la aplicación de la carátula de travesticidio, es decir un homicidio agravado por el odio a la identidad de travesti. La violencia y la falta de perspectivas de una vida digna se verifican en que la esperanza de vida de trans y travestis sigue siendo de tan sólo 35 años. Durante el 2017 se registraron más de 100 travesticidios en Argentina.  La prostitución es el destino seguro con la exposición a ataques, enfermedades, traumas psicológicos y necesidad de escapar en el consumo de drogas que esto implica. Ante la homolesbotransfobia que impone el Estado (con persecuciones ejemplificadoras como el procesamiento a Mariana Gómez por un beso en la vía publica o la condena a Joe Lemonge por defenderse de quienes lo atacaban por su identidad), las compañeras trans y travestis viven la diaria exclusión del sistema laboral, educativo y hasta de la circulación por la vía publica. El gobierno macrista sigue sin reglamentar la ley de Cupo Laboral Trans en la provincia de Buenos Aires, a 3 años de su aprobación. Es fundamental que se reconozca la figura de travesticidio y se la incluya en el Código Penal, como fue fundamental instalar el concepto de femicidio. Que se sepa que las trans y travestis son asesinadas por su identidad, por la violencia machista amparada por el Estado.

Las Rojas estuvimos presentes y seguiremos, en cada instancia, para que se haga justicia por Diana. Que se reconozca que fue travesticidio. Exigimos reglamentación y aplicación inmediata del cupo laboral trans. Trabajo genuino, educación y salud para todas. ¡Basta de homolesbotransfobia!

 

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