Provocación de la patronal de Firestone: Nuevo despido persecutorio



Provocación de la patronal de Firestone: Nuevo despido persecutorio

Habiendo pasado sólo 7 meses de su reincoporación efectiva a la planta, luego de una campaña de más de 7 años por su re instalación, la patronal de Firestone ha comunicado nuevamente a nuestro compañero que está despedido. Durante la pelea de tantos años, en el juicio y ante las constantes provocaciones empresariales, demostramos sobradamente que Maxi era vìctima de una clara persecución gremial y política. Fue uno de los primeros y mayores impulsores de las iniciales listas de oposición a la burocracia Violeta. Para barrer al activismo, para meter el miedo entre los compañeros: ese había sido el objetivo del despido. Siete años de pelea. Siete años y logramos la reincorporación, que llenó de alegría a muchos compañeros y demostró que se puede pelear.

Con claras intenciones de que no haya reacción entre los trabajadores, el sábado, un día antes de que el conjunto de la planta esté de vacaciones, no dejaron que Maxi entre en la fábrica con argumentos ridículos como que “su presencia perturba la armonía en el sector”. La patronal apeló directamente al despido. El carácter persecutorio de la provocación empresaria es inocultable.  Intentan instalar un régimen de dictadura patronal, en el que nadie pueda decir nada para defenderse. También estamos frente a una multinacional que pasa por alto la ley y los dictámenes de la justicia, que (de nuevo: durante siete años!) exigieron una y otra vez que el compañero fuera reincorporado, dada la evidente persecución de la que era (y es) víctima.

La empresa toma nota de la actual situación, en que con el afán de apretar más y más las tuercas de la explotación laboral, con la venia del Gobierno de Macri, las patronales vienen echando compañeros en todos los sectores de la industria y los servicios. La cosa empieza por el mismo Estado: el Hospital Posadas, el INTI, etc. El planteo de que “no llegan a la producción” se convierte en un enorme peligro para los puestos de trabajo, en una espada que cuelga permanentemente sobre la cabeza de los obreros del gremio. Si logran instalar que se puede despedir en condiciones así, el terror entre los compañeros se instala para que nadie pueda defender sus reivindicaciones.

Se trata de un ataque a todo el activismo, a la organización de todos los trabajadores del gremio del Neumático. Es un intento de paralizar los futuros reclamos dentro de la fábrica. Es parte del ataque general a los trabajadores que se organizan que se está dando en todo el país. Por eso no podemos dejar pasarlo. Llamamos a las organizaciones de trabajadores (en primer lugar al SUTNA), a la izquierda, los centros de estudiantes y a todas las organizaciones de lucha a ser parte de la pelea por ponerle un freno a la patronal de Firestone. La reincorporación de Maxi Cisneros a Firestone, luego de una denodada pelea de 7 años contra la persecución sindical, debe ser bandera de la lucha contra el ajuste.

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