Con un gobierno dedicado al ajuste, con la clara idea de recortar por donde sea, y con la educación en el centro de la discusión, es normal que cada semana los docentes nos desayunemos con algo. Ya el Plan Maestro da comienzo a la guerra contra la educación pública; basándose en problemas existentes, deja claro que hay que cambiar. Cambiar para Macri y sus empresarios del Ministerio significa recortar, bajar nivel, etc.
Ahora el ataque es contra la educación para adultos, sector de las escuelas que viene castigado hace años. Ya perdió su verdadero objetivo, que era contemplar la educación de aquellos que por trabajo o cuestiones familiares no pudieran estudiar. La creación de los FiNEs tampoco ayudó, quitó matricula a estos turnos, ya que en dichos planes “era más fácil recibirse”. Ahora, va camino a desaparecer, que es más barato que armar planes como el FiNEs.
La noticia, que aparece en la página oficial y dialoga con Sánchez Zini (CITA), dice que la educación de adultos va a ser más flexible (palabra de moda que reemplaza a inclusión): será virtual, los alumnos desde sus casas podrán, mediante internet y una computadora, acceder y hacer las materias, si hay dudas queda habilitado un lugar donde se podrán realizar consultas a profesores de carne y hueso.
Esto viene de la mano del cambio de un cambio de paradigma, el docente deja de ser docente y es un aplicador (un autómata de la educación). Por eso podemos ser reemplazados por cursos virtuales. No es necesario una escuela, donde haya un entorno preparado para educar y estudiar, con una computadora en la casa, todo eso está demás.
Nadie se opone al uso de tecnologías, ni del trabajo en casa, pero es imposible reemplazar un docente de carne y hueso por un video, una presentación de powerpoint, o un libro escaneado. El docente está preparado para resolver problemas, activar diferentes estrategias pedagógicas, detectar problemas y buscar formas nuevas de solucionarlos. Todo eso hace a la educación, y una computadora no resuelve nada de eso. Los alumnos no son todos iguales, y los docentes nos esforzamos en las clases para amoldar las actividades a esas diferencias, vemos no sólo qué contenidos es mejor trabajar para preparar al alumno, también vemos qué cualidades tienen para explotarlas o mejorarlas. Eso una conexión de internet no te deja hacerlo.
Esta nueva educación para adultos, aparte de seguir vaciando la educación para adultos, parte de la base de que todos tienen acceso a internet o una computadora, lo cual es totalmente falso. Los adultos que siguen esta modalidad lo hacen porque han tenido que salir a trabajar o vienen de lugares donde es difícil acceder a una escuela, por lo cual, la mayoría de las veces no cuentan con las herramientas que se les van a exigir ahora.
Este ataque a la educación va seguido de un negocio (como corresponde a un gobierno que trabaja para empresarios). Las plataformas son una de las nuevas formas de lucrar con la educación. Empresas, amigas del gobierno en este caso, venden estas plataformas con su contenido, negocio que está explotando en el mundo hace unos años y que está desembarcando en Latinoamérica. Para el alumno será gratis, pero para el Estado significa millones de pesos que pueden ser destinados a otro lado. El Estado cuenta con las herramientas para tener su propia plataforma (lo cual sería más económico), e incluso lo necesario sería lograr que aquellos que no pueden asistir a una escuela, lo hagan, no es bueno seguir marginándolos.
Si la educación para adultos viene siendo vaciada por la competencia de planes más “flexibles”, este gobierno va más allá y decretó el fin de la educación para adultos como la conocemos. Uno días después de la presentación de la educación para adultos virtual, se dio a conocer la resolución que termina con los Bachilleratos para adultos, pasarán a ser Bachilleratos Juveniles (para alumnos de 15 a 17 años). Para los adultos sólo quedarían diferentes planes de terminalidad y la educación virtual.
Traducción de la nueva reforma: que los adultos reciban una educación secundaria de bajo nivel y rápida, no se gasta más plata en ellos. Los nuevos Bachilleratos Juveniles reconocen una realidad, que con el vaciamiento de los Bachilleratos para adultos, se llenaban de jóvenes, pero negarles la educación a los adultos es nefasto.
Además, sin los adultos habrá una merma importante en la matrícula de los Bachilleratos, que ya vienen complicados por el vaciamiento antes dicho, así que lo más probable es que a esto le siga el cierre de Bachilleratos Juveniles por falta de matrícula.
El gobierno de Vidal y Macri siguen avanzando reforma tras reforma para darle forma a la educación que quieren, una educación al servicio del mercado y las empresas, no de las personas. Ahora los adultos no merecen completar sus estudios con una educación de calidad, mañana quién sabe qué será.
Hay que frenar a este gobierno que está haciendo desastres en la educación en nombre de los cambios que necesita el mercado. Esto no puede seguir.
Martiniano Massacanne