En el día de ayer, a los 80 años, falleció Francisco “Pancho” Laguna. Familiares, amigos, muchos obreros de la construcción y partidos políticos de izquierda lo despedimos en el Cementerio del Centenario. El compañero fue uno de los dirigentes del Choconazo y también del Cutralcazo a partir de una huelga muy grande que hubo en la empresa Menon y Casas, donde el compañero, siendo delegado, defendió a los trabajadores despedidos y pudo llevar adelante una huelga victoriosa que lo selló para siempre como el Cutralcazo. Eso fue en la década del 70, entró en nuestro partido, el PST, donde supo forjar grandes agrupaciones como fue la Lista Gris de la construcción y también fundar el Partido Socialista de los Trabajadores acá en Neuquén con compañeros valiosos como Carlos Gadano o Elías Alfanero y también el que suscribe, de muy joven edad, y también compañeros que han dejado su vida peleando por esta causa. Lo recordamos en su despedida donde me tocó hablar, expresamos a todos los presentes que era un compañero de una vanguardia que ya está dejando de existir, que fue la década del 70, que así todo la dictadura que intentó cortar esa conciencia algunos quedamos para contarlo. No hay libros que escriban de la lucha del compañero Laguna, pero está en la memora de la historia de los trabajadores que ahora está reflejado en nuestro partido, defendiendo siempre las banderas del socialismo que vayan comprendiendo esta nueva vanguardia cómo se luchaba contra la burocracia, la patronal y el gobierno, ejemplo que el compañero llevó incluso hasta su propia muerte. De muy joven lo conocí peleando por los derechos de los trabajadores. Yo les decía a los compañeros que Laguna peleaba porque sus hijos tengan zapatillas y tengan el pan en su casa y Pancho cuando llegaba a su casa, si tenía que salir tenía zapatos viejos rotos y a tal vez no tenía pan en su propia casa. Es decir, peleó para que los otros vivan bien en desmedro de su vida, que él nunca tuvo una vida buena y a pesar de que el compañero era un señor albañil. Trabajó y murió como creció, en su vieja casita al lado de su esposa, de su compañera Paulina, sus hijos salieron todos revolucionarios. Angélica, el “Chiqui” Laguna, el “Chiquitín”, por nombrar algunos y lo he despedido y con mucho orgullo delante de toda la familia porque me siento alumno del compañero Laguna, que fue profesor de muchos chicos y que tuvieron que gritar que “paso a paso se tiene el lagunazo” porque era de él que habíamos aprendido la vanguardia obrera de la construcción de aquella época. De tal forma fue grande el compañero que hemos ganado la UOCRA contra la burocracia de la Celeste y el compañero siendo el apoderado y él acompañándonos en las primeras luchas para que la vanguardia aprendiera cómo se luchaba. Por eso en la despedida al compañero no podemos más que decir desde su inicio en el Chocón, donde entró a nuestro partido, abrazó la ideología marxista y construyó nuestro partido trotskista, el más importante en aquel entonces. ¡Compañero Laguna hasta el socialismo siempre!

Alcides Christiansen

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