Estamos en la calle toda la militancia del Nuevo MAS, junto a sus candidatos, dando una dura batalla contra los candidatos del putrefacto sistema capitalista que, una vez más, nos quieren vender “gato por liebre”: el verso de la “grieta”, el de la “década ganada”, el de promesas con cantitos de “despacito”, pero que no dan ninguna salida de fondo para los explotados y oprimidos.

A los compañeros con los que dialogamos les pedimos que nos voten. También les queremos pedir algo más: que nos ayuden a defender nuestros votos.

¿Por qué es de “vida o muerte” defender los votos conquistados? En primer lugar, porque es la defensa de la decisión soberana de los trabajadores, jóvenes y luchadores que lo hicieron y así impedir que sean estafados.

Pero es algo más. Es una acción que trasciende lo inmediato que, desde ya es muy importante, pero no lo único.

Ni aun ejerciendo el derecho democrático del voto, los votantes de la izquierda “podemos dormir tranquilos”. Es como cuando estamos en la toma de una facultad, de una fábrica, en medio de una huelga. No vamos a nuestra casa, a comer, a descansar, hasta que haya compañeros que nos suplanten, hasta que estén garantizadas las medidas para que la lucha continúe. Ahí recién nos vamos a dormir.

Con el voto a la izquierda en las elecciones legislativas, tampoco termina nuestra batalla contra el gobierno, los políticos patronales y la burocracia. Es un puntapié inicial fundamental. Pero las fuerzas políticas patronales, organizadas con punteros, patotas a veces, utilizan su aparato y el del Estado para esconder boletas, hacerlas llegar tarde, y otros métodos menos “amables”. Pueden hacer un fraude encubierto y casi “legal”.

A esa “legalidad” burguesa tenemos que enfrentarla. Así como a corrientes que, lamentablemente, siendo del campo de la izquierda, hayan “olvidado” los principios elementales de defensa  de clase y frente a nuestros enemigos comunes y de respeto irrestricto a la libertad de nuestros votantes. No hay otra forma de hacerlo que llenando las escuelas de fiscales que defiendan los votos de Manuela y la Izquierda al Frente. Es poner un “ojo de buey” en esa democracia de los de arriba por el cual controlemos los derechos de los de abajo. Un “espía” nuestro pero sin el sueldo de un Stiuso.

Por estas razones es que te pedimos que colabores fiscalizando el 13 de agosto. Para que no nos roben los votos y para que no nos proscriban nuestras banderas de lucha y organización del presente y que se proyectan al futuro. Que la posible “estafa” de hoy no se convierta en el arrebato de nuestras demandas, de nuestro Plan B para dar “vuelta la tortilla”.

Anotáte como fiscal y demos juntos esta pelea

Como trabajadores y jóvenes, sólo confiamos en nuestras fuerzas y las de quienes nos apoyan. Así logramos la reincorporación a su lugar de trabajo del compañero Maxi Cisneros a Bridgestone después de seis años de dura pelea. Así logramos la libertad de Higui, la absolución de Belén en el movimiento de mujeres.

Dando la pelea hasta el final sin bajar los brazos. En esta pulseada por los votos también la vamos a dar igual. Tu apoyo y tu fuerza es parte de la nuestra, por eso te invitamos a sumarte a esta batalla para pasar las proscriptivas PASO, aportando tu voto y tu colaboración como fiscal que, sea de una hora o de ocho, va a ser igual de importante. Contamos con ella y desde estas páginas va nuestro profundo agradecimiento.

Daremos juntos otro paso adelante y con él todos los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Ana Vázquez

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