Contra la empresa, la UTA y el gobierno de Garro

Tal como lo anunciaron a la prensa en la conferencia del viernes 10 de marzo y a los usuarios en la volanteada del jueves, los choferes de la Línea Este reanudaron las medidas de fuerza. Desde las primeras horas del lunes 13 realizan una retención de tareas en la cabecera de la línea en Ruta 11 a la espera de soluciones concretas y urgentes a sus reclamos por parte del empresario Corvelli, el Municipio y la UTA.

El reclamo se centra en la reincorporación de los despedidos, en garantizar la estabilidad laboral y en la exigencia de elección libre de los delegados gremiales. También denuncian precarización y amedrentamiento hacia los trabajadores del sector de mantenimiento y limpieza de las unidades, a quienes fuerzan a trabajar en doble turno y en negro. La lucha adquiere alto voltaje político porque afecta el transporte de toda la zona este de La Plata, calculada en 70 mil usuarios.

Recordemos que en noviembre se dictó una medida cautelar que obligaba a la empresa a retrotraer los despidos y las suspensiones, el cese de la persecución laboral y a mejorar las condiciones de trabajo. Fue la salida que se encontró tras 21 días de conflicto que incluyó una dura represión del gobierno de Vidal y Garro para desalojar la cabecera y un paro carnero de la UTA (cuyo fin era aislarlos e ir contra la lucha) que a las pocas horas fue levantado porque el gobierno consideró que se le podía volver en contra.

Pero la empresa no cumplió la cautelar y por esta razón los trabajadores reanudaron sus acciones.

Además, los choferes plantean que los colectivos no están en las condiciones establecidas por ley, lo que perjudica no sólo a los trabajadores sino a los usuarios, a lo que se suma la falta de frecuencias y el exceso de pasajeros.

La realidad que viven los choferes contrasta con los discursos de crecimiento económico del gobierno nacional, provincial y municipal. Es la misma realidad que atraviesa a los docentes, que se movilizaron de a miles el lunes 6 y se encuentran terminando su segunda semana de paro, así como del conjunto de los trabajadores que vienen de exigirle a la CGT la inmediata convocatoria al paro general, y de las millones de mujeres que el 8 de marzo pararon en toda la Argentina y en más de 50 países.

Los propios choferes de la Este junto a la 60 e Interlíneas fueron parte de los que coparon el palco de la CGT con la exigencia de poner la fecha al paro general.

Desde el Nuevo MAS estamos en el lugar, acompañamos a los choferes en todas las acciones que decidan emprender, y hacemos un llamado a todos los trabajadores y organizaciones a apoyar su lucha.

Al cierre de esta edición, la empresa pidió el desalojo de la cabecera de la línea en el Juzgado de Garantías de Atencio. Los trabajadores se aprestaban a solidarizarse con los docentes en la gran marcha a la gobernación de los gremios estatales. Es central que las luchas como la de la Este ganen.

¡Si ganan los choferes, ganamos todos!

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