Claudio Testa



 

La Revolución Cubana, las transformaciones sociales y de su Estado, y el curso de ellas en los últimos años, han suscitado las más diversas opiniones en la izquierda en general y también en las corrientes del marxismo revolucionario. Aquí, desordenadamente, apuntamos algunas observaciones.

PSTU-LIT de Brasil, – Fidel ya no es igual a dictadores como Videla… pero en Cuba no habría nada que defender frente al imperialismo

Desde hace años, la caracterización del PSTU-LIT (Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado) en relación al régimen cubano, era la una dictadura capitalista como la de Videla en Argentina. Para enfrentarla, era válido hacer alianzas con los sectores “democráticos” de la burguesía cubana. Ahora, después de la muerte de Fidel Castro, parece haber matizado algo esa opinión.

“Cuba no es más un estado obrero con un régimen burocrático–se afirmaba en el Boletín Electrónico LIT-CI 125, 15/03/2010–, sino un estado capitalista gobernado por una dictadura. Hoy, el centro de nuestro programa de reivindicaciones para Cuba es de lucha frontal contra la dictadura y por las más amplias libertades democráticas…

“Todo revolucionario que lucha contra el capitalismo y por el poder a la clase obrera sabe que hay que diferenciar los distintos regímenes de un estado capitalista. Por ejemplo, una dictadura burguesa de un régimen democrático-burgués. Frente a las dictaduras burguesas, luchamos por las libertades para diferentes sectores sociales.

“Por ejemplo, en Argentina, en 1976-1982… había sectores burgueses opositores a los regímenes dictatoriales. (…) En esas situaciones, luchamos por las más amplias libertades democráticas para todas las corrientes opositoras, incluidas las burguesas… En esos casos, los revolucionarios llamamos a una amplia unidad de acción, incluso con esos sectores burgueses, para combatir a las dictaduras… En el caso actual de Cuba, estamos frente a una situación semejante.” (Subrayados nuestros)

Frente a estas elucubraciones –que además daban por restaurado el capitalismo desde muchos años atrás– le recordábamos a los compañeros que los únicos o principales “sectores burgueses opositores” cubanos, eran los gusanos de Miami. Es decir, la burguesía cubano-estadounidense, cuyo “programa democrático” es, en primer lugar, restablecer la condición de protectorado colonial de la Cuba anterior a la revolución de 1959. Y, simultáneamente, recuperar los bienes perdidos en ella.

Ahora, en su declaración “Diante da morte de Fidel Castro” (28/11/2016), el PSTU-LIT ya no propone la unidad de acción con la burguesía gusana de Miami, que festejó en las calles la muerte de Fidel. ¡Es un progreso! Sin embargo, sus caracterizaciones sobre Cuba dejan un peligroso margen para políticas parecidas.

“Cuba ha dejado de ser un país independiente del imperialismo para entrar en un avanzado proceso de semicolonización, en primer lugar por parte del imperialismo europeo y, ahora, se abren las puertas a las inversiones del imperialismo yanqui. La dirección castrista (la misma que había dirigido la revolución) se ha transformado en una nueva burguesía entreguista, asociada y subordinada al imperialismo…” (“Diante da morte…”)

Por supuesto, el proceso restauracionista iniciado por la burocracia cubana, conlleva el peligro –tarde o temprano– de ir perdiendo la independencia en relación a las potencias imperialistas. Pero decir que hoy Cuba ya es prácticamente una semicolonia del “imperialismo europeo” es un doble disparate.

En primer lugar, no existe un “imperialismo europeo” sino varios… (lo que además es uno de los factores de las actuales tendencias centrífugas de la UE). ¿Quizás en Cuba manda el imperialismo español, por sus grandes inversiones en hoteles y turismo? ¿Don Felipe VI y Mariano Rajoy le dan órdenes a Raúl Castro, de la misma manera que Washington hace marcar el paso a Honduras o Panamá? ¿O es Frau Merkel la que da órdenes a su colonia cubana? ¿Cómo se expresa concretamente la relación semicolonial de Cuba con Europa?

Y, en relación al imperialismo yanqui, efectivamente, “se abrieron las puertas a las inversiones”… pero hasta el momento no son precisamente arrasadoras… Por lo pronto, el imperialismo yanqui no ha cesado el infame bloqueo… Y ahora, Trump amenaza patear el tablero de las medidas de Obama para “suavizarlo”… que nunca llegaron a su levantamiento total. Si el PSTU-LIT está tan preocupado por el imperialismo yanqui, ¿por qué no comienza advirtiendo esa realidad?

La burocracia cubana –como denunciamos infinidad de veces[1]– inició el curso a la restauración capitalista en su propio beneficio, de conversión de administradores del Estado en propietarios de empresas. Pero lo inició tardíamente[2] y no logró nada parecido a los éxitos ni la velocidad fulminante de desarrollo económico-social capitalista de sus modelos, China y, sobre todo, Vietnam.

En eso pesan enormemente factores que los “teóricos” de la LIT-PSTU no tienen en cuenta. Entre otros de importancia, son los hechos de que Cuba no está en el Asia-Pacífico sino en las fauces del imperialismo yanqui, y, muy especialmente, que ya existe a pocas millas otra burguesía cubana –los gusanos– de simultánea nacionalidad estadounidense, que aspira a recuperar sus propiedades en la isla, excluyendo a la burocracia. ¡Ninguno de estos problemas se presentaron en China, Vietnam, ni los países de la ex URSS y Europa oriental! Y esa competencia es un factor fundamental para que la burocracia no abdique tan fácilmente de la independencia nacional conquistada por la Revolución de 1959…. Además de los problemas que traería esto, en relación a amplios sectores del pueblo cubano…

Entonces, a la burocracia cubana en transición a burguesía no le es tan fácil la cosa. ¡El relativo “retraso” del proceso restauracionista de Cuba respecto a los casos de Europa oriental y Asia no nació de la nada! Los acuerdos con Obama iniciaron un curso de entendimiento… pero éste ha sido lento y quedó a mitad de camino…

¡¡¡Y hoy Trump –que ganó la presidencia gracias al apoyo de los gusanos de Miami– amenaza con patear el tablero!!!

PTS, Argentina: ¿Qué pasó con el “Estado obrero” cubano?

Por su parte, PTS de Argentina, dio a conocer una declaración oficiosa –“Fidel Castro y su papel en la historia”–, firmada por Facundo Aguirre, compañero especializado en el tema, que ha escrito otros textos extensos sobre Cuba.

En esta declaración llama mucho la atención una ausencia: la del “Estado obrero cubano”. Efectivamente, sus textos de hace relativamente poco tiempo, tanto de Aguirre como de otros autores del PTS, no sólo giraban sobre ese presunto “Estado obrero”… donde los obreros no tienen el menor poder como clase. También se sostenía que Cuba estaba en “una economía de transición [al socialismo] aunque burocráticamente planificada”. (PTS Suplementos; “Cuba en la encrucijada”, 02/10/2010).

En verdad, si había comenzado alguna “transición” en Cuba era al capitalismo… una orientación que ya era evidente, y que sería formulada explícitamente meses después en el VI Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC).

Hoy, sin volver a mencionar lo del “Estado obrero cubano”, lo más cercano a una definición del régimen cubano es la siguiente: “Un  régimen bonapartista que bloqueó el surgimiento de órganos del autogobierno de obreros y campesinos y concentró el poder en un partido único.  Con el tiempo, el nuevo régimen cubano fue ahogando poco a poco las libertades políticas que toda revolución auténtica necesita para desenvolverse.”

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