(13/11/2016)

Elecciones de la federación estudiantil de la Universidad de San Pablo (Brasil)

Por Rosi Santos (*)
13 de noviembre de 2016

Durante la noche de ayer, terminó el recuento de votos de la elección de la nueva dirección del Directorio Central de los Estudiantes de la Universidad de San Pablo (DCE Libre de la USP). Varias organizaciones de izquierda que intervienen al interior de la universidad se disputaron la dirección de la federación estudiantil más importante del país en la universidad más grande de Latinoamérica. La lista Travessia não há tempo a Temer, de la cual formamos parte, ha conquistado la dirección de la federación con el 50,6% de los votos.

Esta elección se dio en una coyuntura muy compleja. Desde el proceso de impeachment de Dilma Rousseff (PT), se profundiza el avance de la derecha reaccionaria contra los sectores populares, contra los servicios públicos de salud y educación y contra los derechos de los trabajadores y de la juventud. Una ofensiva que había iniciado con el gobierno de Dilma, pero que recrudeció a partir del gobierno ilegítimo de Michel Temer (PMDB).

Sólo es posible entender la situación actual sobre la base de una crisis económica y política en la cual el PT y su gobierno atacaron sistemáticamente los derechos de los trabajadores y buscaron hasta el final realizar un acuerdo con los “golpistas” para salvar a Dilma del impeachment en vez de apelar a la movilización del movimiento de masas contra la clase dominante. La debacle política del PT deja a una parte significativa de la clase obrera sin referencias políticas para enfrentar la ofensiva reaccionaria que avanza con fuerza en Brasil.

Sin embargo, entre la juventud estudiantil y otros sectores, como el movimiento de mujeres, aún permanece viva la ola de indignación vivida en Junio de 2013, lo que permite que en esta coyuntura reaccionaria reaparezcan en primer plano nuevas olas de rebeldía e indignación. Así lo demuestran los estudiantes secundarios con la toma de sus escuelas contra la PEC 55 (reforma reaccionaria contra el conjunto de los servicios públicos) y contra la PEC 257. El resultado de las elecciones municipales, que dieron como ganadores a un pastor evangélico en Río de Janeiro y a un magnate en San Pablo, intensificó la indignación en todo el país. Las mujeres y la juventud que vienen construyendo alternativas independientes del petismo son un importante punto de apoyo para las futuras luchas que la clase obrera lleve adelante.

La heroica lucha de los estudiantes secundarios contagia a los estudiantes de las universidades públicas en todo el país. En este momento, tenemos diversas ocupaciones y otras formas de lucha, además del movimiento de los trabajadores públicos en varios estados, trabajadores que ocupan asambleas legislativas contra la votación de proyectos que aumentan los impuestos sobre los salarios y restringen derechos. Sin embargo, es la juventud estudiantil la que hoy está demostrando que, incluso en condiciones políticas adversas, con unidad e independencia política es posible luchar y vencer.

Una elección que demuestra el potencial político de la izquierda socialista

Es bajo esta dirección –de que es posible movilizarnos y derrotar la ofensiva reaccionaria a pesar de las adversidades– que nosotros, Socialismo ou Barbárie (SOB)– tendencia del PSOL, venimos interviniendo en la universidad.

Desde que Dilma impulsó un conjunto de propuestas para reformar la enseñanza de nivel medio (propuestas muy parecidas a las de Temer), ataques a la seguridad social, recortes presupuestarios y restricciones de derechos al inicio de su segundo mandato, desde Socialismo ou Barbarie ya apuntábamos a la necesidad de desarrollar una táctica de construcción de frentes políticos de izquierda para la lucha y para las elecciones de manera que pudiésemos resistir la ofensiva de la derecha de forma independiente de la burocracia petista y cutista[1].

Con la polarización política abierta en el país, para nosotros la fragmentación de la izquierda en todos los frentes era uno de los principales desafíos a ser superados. Por eso, en las elecciones del DCE de la USP en el primer semestre de este año, a través de la lista Novo Junho, hicimos un llamado insistente a la unidad de la izquierda socialista, que se demostró totalmente acertado, puesto que nos permitió dialogar profundamente con el sentimiento de la juventud de que para resistir y ganar es necesaria la unidad.

Felizmente, ese llamado de unidad fue comprendido por quienes habían conformado la lista Primavera a principios de año, posibilitando la construcción de la lista Travessia, una unidad electoral sin precedentes en el movimiento estudiantil al interior de la universidad. Esta lista, en la cual confluimos organizaciones políticas independientes que siempre estuvimos en la lucha de forma coherente, nos permitió sumar más de 250 estudiantes independientes. Se trató de un acierto político completo que dio como resultado una aplastante votación del 50,6%, cifra que fue posible porque la política de unidad de la izquierda entusiasmó a un amplio sector de la vanguardia para construir un triunfo electoral que seguramente tendrá un impacto positivo sobre la organización de la lucha el año que viene.

La lista Travessia demostró en las elecciones que con unidad, independencia política y militancia de base somos más fuertes y podemos derrotar al rectorado y su proyecto privatista. Sin embargo, el papel del movimiento estudiantil no puede limitarse sólo a sus demandas específicas. Esta nueva dirección debe estar a la altura de organizar a los estudiantes de la USP para defender una universidad pública para todos y para sumar a los estudiantes secundarios, y a otros sectores en resistencia, en una lucha contra los ataques a la educación pública y para barrer las medidas reaccionarias del gobierno de Temer.

El oportunismo y el sectarismo, los grandes perdedores

A diferencia de los años anteriores, la derecha no salió a disputar el DCE. Esto tiene que ver con un reacomodamiento general de los actores políticos que alcanza tanto a la izquierda como a la derecha, pero también porque la derecha viene de varias derrotas seguidas en su estrategia de disputar cargos directivos estudiantiles junto a la burocracia universitaria de los consejos universitarios. Por otra parte, el PT, luego del impeachment, intentó recomponerse políticamente en el movimiento estudiantil con el claro objetivo de fortalecerse para la campaña presidencial de 2018. Como parte de esa estrategia, el PT se unificó con el colectivo Levante Popular de la Juventude en las elecciones para el DCE, conformándose como la segunda fuerza política en condiciones de ganar la elección.

En este proceso electoral, la lista Travessia tuvo como principal adversaria a la lista del PT llamada Por todos os cantos, que utilizó todo el aparato petista y cutista dentro y fuera de la universidad para hacer campaña. Pero, la delimitación que construimos sobre el petismo posibilitó que la campaña de Travessia creciera y consiguiéramos finalmente una victoria sobre el PT, alcanzando el 50,6% sobre un total de 5.011 votos.

La conquista del DCE es importante porque la izquierda viene batallando hace años contra la derecha tradicional y colocar el DCE en manos de la izquierda siempre fue la consigna principal para llamar a los estudiantes a defender la federación. En esta elección, fue necesario construir un discurso de delimitación con el PT y todo lo que esa burocracia representa de nocivo para el momento político. Haber ganado la elección con una aplastante diferencia de votos sobre el PT resulta una victoria emblemática, porque deja claro en la USP que el proyecto petista se ha derrumbado y que es el momento de la unidad de la izquierda socialista para construirse en sectores más amplios de masas.

El PSTU, que llegó a dirigir el DCE solo y que en los últimos años co-dirigió la federación con el MES (PSOL), en la elección del primer semestre optó por la división de la izquierda y se presentó con una lista propia. Ahora, luego de sufrir una ruptura de cientos de militantes, volvió a optar por el mismo camino. Esta orientación política desastrosa, que desconoce olímpicamente que estamos en una situación de ofensiva reaccionaria, llevó a que el PSTU, un partido nacional con décadas de construcción política, se quedara con apenas 192 votos sin poder ganar en ninguna carrera de la universidad.

Por otra parte, también estuvo el MRT[2], que a pesar de la maniobra de utilizar el nombre de la última lista ganadora (Primavera), llamándose Primavera nos dentes, obtuvo apenas 241 votos. Esto incluso cuando dirigen dos centros académicos que poseen en conjunto más de 3 mil estudiantes. Obviamente, esta derrota sufrida tiene que ver con su política, que cambia del oportunismo al sectarismo en un abrir y cerrar de ojos, además de su frecuente orientación: unas veces ultimatista, otras veces centrista. Una mezcla perfecta de oportunismo y sectarismo que pasa siempre por una autoproclamación totalmente infundada, rasgo típico de las corrientes centristas.

Para dar una idea de lo estamos diciendo, después del impeachment a Dilma el MRT salió a gritar desesperadamente que había un “golpe” (caracterización con la que no acordamos) y luego llegó al punto de proponer, en una asamblea general de los estudiantes de la USP, la participación de los estudiantes en una manifestación de solidaridad con el PT y con Lula, una política que apuntaba a desarmar completamente la resistencia independiente frente a la ofensiva de la burguesía y la reubicación del PT. Sobre su sectarismo no precisamos ahondar demasiado, ya que todos saben cómo actúa dicha organización: fruto de una concepción estructural de secta, en los frentes donde no pueden hegemonizar no participan, donde tienen la posibilidad pero no lo consiguen intentan destruirlos, y cuando no logran destruirlos simplemente se retiran.

En definitiva, la combinación de la política de un frente de izquierda con la orientación de la unidad para la lucha y el enfrentamiento de la burocracia petista posibilitó a la lista Travessia conseguir un éxito político y electoral inmenso. Un resultado que arroja 2.536 votos sobre 1.597 del PT, 214 del MRT y 192 del PSTU.

La izquierda sale fortalecida y se debe ampliar

Estamos convencidos de que entramos en un momento en que está en juego nuestro futuro, o mejor, el intento de la clase dominante de imponer un endurecimiento del régimen contra los oprimidos desde ahora y para la posteridad. Por eso, y entendiendo que no somos autosuficientes para resolver las inmensas tareas que están planteadas, nuestro llamado a la unidad es real y se extiende no sólo al conjunto de los estudiantes sino también a todas las listas independientes que disputaron las elecciones.

Entendemos que, de la misma manera que la juventud estadounidense se pone de pie contra el gobierno ultraderechista de Donald Trump, o como hacen los estudiantes secundarios brasileros que cuestionan duramente al gobierno de Temer, la juventud de la USP puede volver a ser un polo de resistencia fundamental para darle visibilidad nacional a la lucha contra la ofensiva reaccionaria, demostrando que es posible patear el tablero.

(*) Traducción al español realizada por Mati B. para la Corriente Internacional Socialismo o Babarie

 

[1] La CUT, Central Única dos Trabalhadores, es la central obrera más importante de Brasil. Está dirigida por la burocracia del PT.

[2] MRT es el nombre que lleva el grupo del PTS en Brasil.

Dejanos tu comentario!