El gobierno de Cristina y todos sus alcahuetes salieron a tratar de reventar el paro general del día 10. Los argumentos iban desde la trayectoria de Moyano y Barrionuevo, pasando por decir que era un paro político y para fortalecer a la derecha de Massa y compañía. Toda la retórica y el relato K no hizo mella entre los trabajadores en quienes predomina la bronca por al inflación, el tarifazo, y el sueldo que no alcanza.

Pero los alcahuetes de Cristina no se quedan sólo con su relato. Como no podía ser de otra forma Pedro Wasiejko, secretario general del SUTNA, alcahuete si los hay, fue vanguardia en el “carnereaje” y salió a convocar un paro de todo el gremio para el día 8 y así debilitar el paro del 10 y poner a los compañeros en la disyuntiva de dividir al gremio o parar 48 hs.

Pero, hay que reconocerlo, fue Wasiejko quien instaló el debate por las 48 hs. de paro. En un error inexplicable el primer comunicado de la Central decía que el paro empezaba el día 8 a las 22 y terminaba a las 22 hs. del 9, es decir, dos horas antes que empiece el paro del 10 y agregaba que cada fábrica podría tener su propia modalidad. A las pocas horas ya se había instalado la discusión de las 48 horas de paro;la Central se avivó y cambió el comunicado y los horarios. Finalmente los horarios fueron:

Firestone del 7 a las 21 hasta el 8 a las 21

FATE de las 6 del 8 hasta las 6 del 9

Pirelli, desde las 18 del 8 hasta las 18 del 9

La maniobra de Wasiejko cayó muy mal entre el activismo, en los días anteriores la discusión era sólo parar el 10 y “que la central se vaya a la m…” decían los compañeros.

El lunes se realizó la asamblea general de fábrica, con una concurrencia mayor a los 400 trabajadores, se trató el tema de la paritaria, el pedido de aumento, los temas referidos al convenio colectivo y las convocatorias de paro. Cabe aclarar que en el comunicado de la central ni se aclaraba cual es le pedido para la paritaria, una vez más, a espaldas de todo el gremio, Wasiejko sale a negociar salario y convenio. La asamblea resolvió hacer un pedido del 40%, los borradores del convenio colectivo y parar 48 hs. desde el 8 a las 22hs hasta el 10 a las 22hs. El activismo entendió que sería un error dividir al gremio y ese debate ni se planteó en la asamblea.

 

¿Quien tiene la batuta?

 

La burocracia salió a garantizar su paro el martes 8 a las 18hs., y fue un contundente fracaso, solo un sector muy pequeño acató a la Violeta, la planta funcionó normalmente. Lo mismo ocurrió con el turno que entró a las 14hs; a las 22hs coincidían las convocatorias y el paro de la seccional empezó con todo.

Pero la verdadera pelea entre la democracia obrera (si se acataba a la asamblea) y el “carnereaje” de la burocracia quedó planteada para las 18 del 9. La respuesta fue categórica: los micros empezaron a llegar prácticamente vacíos, entre 70% y 80 % de la base acató la asamblea. Además hay que aclarar que muchos de los compañeros que fueron a trabajar son nuevos y están con contrato o con una antigüedad menor a los 6 meses y que la orientación expresa era que vayan a trabajar esos compañeros. El paro tuvo un pico de acatamiento en el turno amarillo a la noche del 9, no fueron más de 20 trabajadores de todo el turno.

El 10 el paro no pudo ser más contundente: los micros de la empresa no salieron a recoger a los compañeros. Aparentemente algunos chóferes denunciaron sabotaje y no se animaron a salir a trabajar.

En la noche del 10 la fábrica volvía a funcionar luego de 48 hs. de un paro exitoso, el clima era de buen humor, es decir, la base salió tonificada y la gran derrotada fue la Violeta y el gobierno que además de toda su política de ajuste antiobrero salió a criticar a los piquetes como forma legitima de lucha de los trabajadores, lo que cayó muy mal.

Ahora queda planteada la lucha por una asamblea general del gremio para ir por el 40% y por el convenio.

 

Corresponsal

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