El martes 18 y miércoles 19 se llevó adelante el operativo Aprender 2016 en todo el país. El mismo tenía por objetivo evaluar 1.400.000 estudiantes de primaria y secundaria para “constatar” el estado de la educación. Hemos recorrido en estas páginas las intenciones del gobierno, quienes detrás de una medida “técnica”, esconden un profundo ataque a la docencia. El rol de la burocracia sindical de CTERA y SUTEBA fue abiertamente traidor en el sentido de organizar alguna respuesta para frenarlo.

Sin embargo, algo se fue cocinando entre los estudiantes secundarios en las últimassemanas. El viernes 14 por la noche se tomó el histórico Enam de Banfield, definido en una asamblea masiva. Este colegio fue la punta de lanza para que con el correr de los días y al ir acercándose la fecha, se sumarán varios colegios, entre los más importantes, el Nacional de Arrogué y el Instituto Lomas. Llegaron a ser aproximadamente 10 escuelas tomadas en toda la zona sur. Estas medidas tuvieron el mérito de instalar el debate en los principales medios de comunicación. 

Entre los principales puntos de rechazo que los estudiantes sostienen es la forma estandarizada de la evaluación sin contemplar las diferencias entre los diferentes procesos de aprendizaje pero también crece la crítica hacia las medidas que el gobierno busca implementar con esta evaluación, ir hacia una mayor precarización para los docentes e ir también en detrimento de la educación pública. En algunos colegios, como en el Instituto Lomas, es donde la crítica al gobierno de Macri y sus ataques a la educación pública se escucharon más fuerte. 

Una nueva camada de activistas

Estas tomas se constituyeron como un dato nuevo. Probablemente haya que remontarse una década atrás para recordar una acción de este tipo. Con lo cual, no solo hablamos de que se logró frenar el Operativo, sino que hay una recuperación de los métodos de lucha de los estudiantes.

Sin embargo, estos hechos no cayeron del cielo: se dan en el marco de una nueva generación de pibes activistas que debaten sobre política y buscan organizarse en los centros de estudiantes para salir a pelear y enfrentar las medidas del gobierno.  Varias tomas fueron precedidas de asambleas que contaron con una numerosa participación, y en su trascurso muchísimos estudiantes se acercaron a brindar solidaridad, a debatir y pedir ayuda para rechazar el Aprender en sus lugares de estudio. Además de estas medidas hubo diversas formas de rechazarlo dependiendo las relaciones de fuerza que primaban en los diferentes colegios, algunas de ellas fueron entregar en blanco, no presentarse, bloquear el acceso a los aplicadores etc.

Inclusive, resaltaba el aceitado nivel de organización adquirido. Los compañeros organizaron comisiones de prensa, seguridad, comida, etc.; se enviaban delegaciones entre escuelas; intercambiaban experiencias, soportaban el apriete y amedrentamiento de la policía. Se cuidaban entre ellos, se prohibía cualquier acción que pudiera jugarles en contra y se aplicaba de manera estricta.

¿Cómo seguir?

En miércoles 19 se levantaron la mayoría de las medidas con el enorme triunfo de haber impedido que se llevara a cabo la evaluación en esos colegios y dar el primer paso en la organización de los secundarios en la zona. Desde Tinta Roja y el Ya Basta! fuimos parte muy importante de estos procesos: impulsando, discutiendo, influenciando y poniéndole el cuerpo a todas las medidas.

Queda por delante la segunda instancia de evaluación el 25 de octubre. Todo lo adquirido esta semana, debe volver a ponerse en juego. Con el inmenso triunfo obtenido, hay que volver a las aulas, discutir con quienes no se sumaron, masificar, convocar a nuevas asambleas y plantear las futuras acciones para derrotar definitivamente el operativo y en defensa de la educación pública.

Vamos pibes, sigamos enseñando.

Flor Sur

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