Socialismo o Barbarie, periódico Nº 206, 29/07/11

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Ahora el FIT sale a hacer campaña contra la proscripción

De la soberbia a la desesperación... y
el oportunismo

Por Sergio Revelli

Como parte del proceso normalizador del gobierno K, que incluye el necesario acallamiento de la izquierda revolucionaria, la ofensiva proscriptiva está tomando dimensiones brutales: ahora, entre otras medidas escandalosas que ponen en manos de los punteros del PJ prácticamente el total de la elección en Provincia de Buenos Aires, el juez Blanco se niega a entregar las boletas en la interna abierta, dejando en manos de cada fuerza suministrarlas urna por urna, escuela por escuela. Aunque podrían dar marcha atrás con esta medida en cualquier momento, lo cierto es que este nuevo episodio es parte integral del ataque a la izquierda por parte del gobierno: cada semana hay una nueva medida que pone palos en la rueda a la presentación de la izquierda.

Cada paso proscriptivo que da el gobierno y la justicia, da una razón más a la campaña que impulsamos desde el Nuevo MAS: la pelea contra la proscripción a la izquierda fue uno de los ejes principales de nuestra política. La impulsamos con todo desde comienzo de año, y la redoblamos luego durante toda la campaña electoral de Capital Federal y ahora en Buenos Aires y a nivel nacional.

Pero lo que parecía una obviedad, salir a enfrentar la proscripción al conjunto de la izquierda con una campaña unitaria como planteamos desde el Nuevo MAS, no fue tal, debido a que tanto desde el PO como del PTS se tuvo una línea opuesta: adaptarse a la nueva ley lo mejor que se pueda, buscando la legalidad partidaria (lo que es correcto) bajo el nuevo reglamento impuesto por el kirchnerismo sin protestar en lo más mínimo (algo absolutamente incorrecto). Es que la visión de secta de ambas corrientes sólo les permitió ver hasta dónde afectaba la nueva ley pero sólo a ellos mismos, a su ombligo, y no al conjunto de la izquierda y los luchadores, como problema político global.

Tras meses de estar haciendo oídos sordos a nuestros planteos, nos terminan dando la razón por la vía de los hechos: el FIT ahora salió a despotricar contra la proscripción. Pero la magnitud del oportunismo que imprime este giro más electoralista que político, ya que los empujó más el pánico que una visión global del problema, queda contrastada con cómo este debate fue despreciado por ellos a lo largo de estos meses. Veamos qué decían el PO y el PTS frente a la proscripción hace sólo semanas y cómo pasaron de la pedantería política a la cruda realidad, al tiempo que esperamos una respuesta positiva a nuestro planteo de encarar una fiscalización en común el 14 de agosto.

“Los que corren el riesgo de no obtener el 1,5 son Duhalde y todos los demás”

Con esta frase que sorprende respondía Altamira en un reportaje en TN el 19 de abril a la pregunta del periodista Marcelo Zlotogwiazda, a propósito de las posibles dificultades de pasar el piso de la interna abierta. [1] Pasajes y comentarios como éste se pueden encontrar de a montones; es que el FIT nunca tomó con un mínimo de seriedad el problema de la proscripción. En esta tónica, el PO se mostraba desafiante contra los que planteaban darle un voto de tipo democrático al FIT para que pudieran pasar el “piso”: Pitrola decía en su prensa que “el énfasis en atravesar el 1,5% electoral es una autoconvocatoria a la marginalidad política, lo cual no interesa a nadie” (Editorial Prensa Obrera 1179). Esta subestimación a uno de los tantos aspectos de la proscripción la ratificaron en otras notas de ese mismo número, como cuando sostuvieron que “un riesgo tiene que ver con imprimirle al frente una línea electoralista, como sería la de oscurecer el contenido del frente con la insistencia en un ‘voto democrático’ que nos permita superar el 1,5% en las primarias”, o con el mismo Altamira cuando duplicaba la apuesta, rechazando el voto “antiproscripción” por una cuestión casi de principios: “Nuestra posición es: 1) no llamamos a nadie que tiene intención de votar por partidos capitalistas a que nos de un ‘voto democrático’ en nuestras internas, porque si se trata de luchar contra la proscripción el método es la movilización, no la confusión (estafa) política; 2) rechazamos el voto a los K en el primer o en un segundo turno, porque se trata del gobierno capitalista de los mineros, petroleros, cerealeros, banqueros, etc.”.

Por el lado del PTS, lo que primó fue el seguidismo al PO, el ir de acá para allá a la rastra del mismo: cuando a propósito de la conformación del FIT y el debate que ponía sobre la mesa el Nuevo MAS sobre la proscripción, sostenía que había que “desdramatizar”, “al afirmar que ellos, el PO e Izquierda Socialista están en condiciones de conseguir la legalidad a nivel nacional” (Página 12, 5/04/11). Más claro, echarle agua: para el PTS el problema de la proscripción era sólo por los requisitos para obtener la legalidad nacional, pero al haberla obtenido y habiendo hecho un acuerdo “técnico-político” para saltar la valla del 1,5%, daba por finalizado el problema. Y, de paso, se aprovechaban que otros partidos no teníamos la legalidad nacional bajo los parámetros de la nueva ley proscriptiva para ubicarnos por fuera del frente nacional. Es decir, utilizando la ley burguesa proscriptiva para proscribir a nuestro partido, un escandaloso criterio sin principios y, para colmo, al servicio de una “descafeinada” campaña donde no es ya sólo el PO el que pega carteles con caras sin consigna alguna, sino que el PTS ha seguido el mismo criterio: parecería que la despolitización debería ser la marca en el orillo para transformarse en un partido más “grande”...[2]

La nula importancia que le dieron desde un principio a la proscripción, es tan así que en su programa de conformación no mencionaron ni una palabra del tema: en un principio eran 10 puntos (que vaya sea de paso, ni el derecho al aborto habían puesto en su plataforma inicial); luego de nuestra campaña en Capital, sacaron otro programa de 22 puntos donde sí incluían el aborto entre otras cosas, pero de la proscripción ni media palabra.

Como se puede apreciar, la ceguera con la que se movían estos partidos la combinaban con la equivocada lógica de intentar resolver problemas de índole político con puras medidas técnico-organizativas: para ellos no había que hacer campaña contra la proscripción, no había que dar una batalla política contra el endurecimiento reaccionario de una de las normas principales de la democracia patronal, no había que explicar a la vanguardia qué es lo que implicaba este ataque a la izquierda y los luchadores y salir a enfrentarlo, sino limitarse a cumplir los requisitos de la nueva ley reaccionaria, lo que no configuró otro comportamiento que la lisa y llana adaptación oportunista a la misma.

Está claro que la reforma política no la tomaron como un golpe al conjunto de la izquierda y los luchadores por parte de un gobierno que se juega a acallar a la izquierda en todos los planos, sino como una nueva serie de problemas “técnicos” que cumplir para poder presentarse a elecciones, por lo tanto jamás intentaron enfrentarla políticamente.

El sorprendente y vergonzoso “cortá boleta, votá a Cristina y al FIT” de Altamira [3]

Pero cuando vieron los resultados electorales de Santa Fe, Capital, etc. y que el 1,5% del piso electoral era difícil de pasar también para ellos mismos (aunque se trata de una pelea abierta, y donde la Provincia de Buenos Aires, donde todavía no se votó, es la que más tradición tiene de voto a la izquierda independiente), borraron con el codo lo que escribieron con la mano, y pasaron, en sólo días, de la más abierta autoproclamación y el desprecio por el voto democrático, al más burdo electoralismo.

Para aquél que pueda tener alguna duda, veamos cómo el mismo Altamira lo explica en el periódico Diagonales (24/07/11): “yo creo que a la gente militante y luchadora del kirchnerismo hay que decirle: ‘Querés defender a Cristina, bueno votála sólo a ella. Para abajo votá al Frente de Izquierda’. Si Cristina es el proyecto y los demás son todos derechistas, votá al Frente de Izquierda.” [4] ¡Esto aparte de una vergüenza es un escándalo! Impresentable el oportunismo de llamar a votar al peronismo y al Frente, que es una posición capituladora para con el mismo gobierno que apaña a la burocracia sindical. Y en los términos que hablaba el PO anteriormente, ¿esto no era una “estafa”? Demás está decir que se trata de un llamado suicida, realizado por el máximo candidato del frente, a que no lo vote a él mismo, y a que la izquierda no tenga candidatura presidencial en octubre, un dato que sería sin precedentes desde 1983.

Días después, sin embargo, el PO sale a llorar por los rincones y a pedir por favor que los voten porque la ley electoral es proscriptiva, tiene un piso electoral del 1,5% que es difícil de superar, y que un juez sacó un fallo escandaloso… Y cuando desde el Nuevo MAS planteábamos hacer desde el conjunto de la izquierda una campaña contra la proscripción ¿Que decían el PO y el PTS? Desdramatizar, ya tenemos la legalidad, el problema es para Duhalde, acuerdo técnico-político… ¡Un poco tarde piaste!

Contra la proscripción y por la independencia de clase

Desde el Nuevo MAS vamos a seguir sosteniendo bien alto las banderas contra la proscripción a la izquierda, al tiempo que mantenemos firme nuestra consigna “Si votás a Cristina, votás a la burocracia sindical”. Seguiremos empapelando, pintando y volanteando en las calles, las fábricas, los lugares de trabajo, de estudio y los barrios, denunciando que es el gobierno nacional el que quiere silenciar a los luchadores, mientras sostiene a burócratas como Moyano, Pedraza, Martínez y Yasky. Te invitamos a participar de nuestra campaña electoral, sumándote a las actividades, y a fiscalizar el 14 de agosto, en lo que será una dura pelea contra el aparato kirchnerista.

Un voto al Nuevo MAS es un voto contra la proscripción a la izquierda, contra el Gobierno Nacional y la oposición patronal: un voto por la verdadera independencia de clase. ¡Cortá boleta y uní a la izquierda! ¡Pero no votés a Cristina! ¡Votá a presidente al Frente de Izquierda y a diputados y senadores nacionales al Nuevo MAS!


Notas:

1. Se puede ver la nota entera en Youtube, “Presentación del Frente de Izquierda en Palabras+palabras-”.

2. La campaña del PTS en Santa Fe tiene como eje el despolitizado “que los diputados ganen igual que un docente”. En todo caso, para no alimentar los prejuicios “antipolítica”, ¿no sería mejor poner “que los docentes ganen como los diputados”?

3.  Recordemos que el llamado oportunista al corte de boleta también caracterizó la campaña del FIT en la Capital Federal.

4. http://www.elargentino.com/nota-149974-A-los-que-quieren-defender-el-modelo
-que-voten-a-Cristina-y-para-abajo-a-nosotros.html
. En la misma, Altamira agrega que “este Frente clausura una etapa de proscripciones dentro de la izquierda y el Frente de Izquierda es la respuesta a la inquietud que usted planteó. Hoy, vamos a una competencia contra los que no son de izquierda, y no entre la izquierda”. Después de haber proscripto al Nuevo MAS del frente, suena a ironía de mal gusto.