Socialismo o Barbarie, periódico Nº 196, 04/03/11
 

 

 

 

 

 

El MST ingresa en Proyecto Sur

No se pelea contra la proscripción de la izquierda…
porque ya no se es de izquierda

Por Luis Paredes

Como nos enteramos en la última reunión del espacio Memoria, Verdad y Justicia, el MST está directamente en contra de realizar una campaña contra la proscripción de la izquierda. La palabra “izquierda” ya le da vergüenza sencillamente porque ha dejado de serlo: echando por la borda toda veleidad, ha pasado a ser un grupo centroizquierdista.

En diciembre pasado el MST ingresó en Proyecto Sur. Esta organización es un frente único entre una figura electoral como Pino Solanas, el sector Michelli-De Genaro de la CTA, Libres del Sur, los autodenominados Chacareros en Proyecto Sur (integrantes de la FAA) y el MST.

Hay dos rasgos generales que unifican esta entente. El primero, que prácticamente todos estos personajes, organizaciones y grupos políticos apoyaron incondicionalmente en 2008 el lock out de la patronal agraria encabezado por la Sociedad Rural. El hecho de que hoy pretendan barrer bajo la alfombra este alineamiento con lo más reaccionario de la patronal argentina de ninguna manera impide que sea el verdadero factor “programático” de su unidad (como lo certifican los “chacareros” de la FAA incorporados recientemente a la mesa de conducción del movimiento).

Hay una segunda razón: su falta de criterio de independencia de clase de los trabajadores. Se trata de fuerzas, todas ellas, que jamás han tenido un criterio de independencia política de los trabajadores sencillamente porque no son fuerzas políticas obreras sino burguesas o pequeño-burguesas. Si Solanas proviene del PJ y Libres del Sur integró por varios años el gobierno de Néstor Kirchner, De Gennaro y Lozano apoyaron uno tras otro a distintos gobiernos burgueses, y su visión política es la permanente búsqueda de una alianza de clases con sectores patronales.

De ahí se desprende otro rasgo común: su inveterado reformismo. No se trata de fuerzas que se planteen la lucha contra el capitalismo. Su ángulo de mira es la defensa de la democracia burguesa que impera desde 1983, a la que sólo buscan introducirle una serie de reformas para “humanizarla”, en general referidas a los problemas de la pobreza, nunca directamente a la condiciones de explotación de la clase obrera.

A este proyecto burgués o pequeño burgués, de centro izquierda sojera, es al que ha entrado con armas y bagajes el MST. Que esta centro izquierda esté dividida en tres vertientes no cambia las cosas. Si una fracción reviste directamente en las filas de los K (Depetris, D' Elía, etc.), y otra se expresa como colectora oficialista (el arco que va desde Sabbatella hasta Hugo Yasky, pasando por Beto Pianelli del subte), la tercera, sojera y opositora a los K, es la de Solanas, Lozano y cía. Es a esta fracción del centroizquierdismo a la que ha ingresado el MST, dejando de lado toda veleidad independiente, obrera y de izquierda consecuente.

Es síntesis: el MST ha terminado de echar todo el lastre “izquierdista” que le quedaba en pos de algún carguito electoral. Al ingresar en Proyecto Sur, Solanas le garantiza un piso electoral para sostener la legalidad de las cuales vive. En estas condiciones, el MST no hace ni podría hacer una verdadera campaña contra la proscripción política de la izquierda: ha terminado de entregar lo que de izquierdista le quedaba por un puñado de votos.