Socialismo o Barbarie, periódico Nº 192, 27/12/10
 

 

 

 

 

 

La Legislatura cordobesa aprobó la LEP

Imponen la nueva ley educativa a los palazos

Por Adrián Peryam

Finalmente, el miércoles 15 de diciembre la Legislatura de la Provincia de Córdoba votó la nueva Ley de Educación Provincial que permite la intromisión de la enseñanza religiosa en la educación pública y que garantiza la continuidad de una política educativa al servicio de las grandes patronales.

La ley aprobada que se votó fue discutida y consensuada entre los distintos sectores religiosos, empresarios, la dirección del sindicato docente de la Provincia (UEPC) junto con representantes de instituciones escolares y universitarias privadas, como así también la Universidad Nacional de Córdoba, quedando ausente del debate de la ley, tanto los estudiantes, como la mayoría del conjunto del sistema educativo.

Ya desde que era anteproyecto, lo que se votó era rechazado de pleno por miles de estudiantes y muchos docentes, por ejemplo, gran parte de las tomas masivas de colegios secundarios y la Universidad tenían como una reivindicación central del estudiantado la derogación del anteproyecto.

También durante ese período, se realizaron movilizaciones masivas, muchas de las cuales rondaron las diez mil personas, y el día de la votación, a pesar del momento del año en el cual muchos estudiantes ya no se quedan en la ciudad, más de mil estábamos movilizándonos contra la sanción.

Ya desde la noche anterior se anunciaba la represión

Más de 100 estudiantes nucleados en la Interestudiantil que realizaban una vigilia frente a la Legislatura fueron cercados por la policía, cuando la fuerzas represivas realizaron el vallado para que la marcha del 15 no llegue a la Legislatura. Los compañeros quedaron aislados en medio del cordón policial siendo víctimas de la prepotencia policial, que cada tanto amedrentaba a los compañeros ahí presentes.

Durante todo el día de la votación la Legislatura estuvo prácticamente blindada y había policías por todos lados, tanto dentro como fuera del vallado.

Una vez que los compañeros que habían quedado encerrados salieron, se comenzó a discutir qué hacer ese día. Se hicieron acciones simbólicas, como fue la aparición de una catapulta gigante, pero también el estudiantado demostró que no se quedaría de brazos cruzados frente a la sanción de la ley.

En ese momento se realizó una asamblea que decidió avanzar con la intención de ingresar a donde estaban por votar la nefasta ley.

No obstante, ni bien se llegó al vallado, los estudiantes fuimos encerrados por la policía, que salía desde todos lados con la intención de detener compañeros sea como fuere. De hecho, policías de civil hacían caer estudiantes para que la infantería los lleve presos. La decisión política del gobierno provincial era garantizar la votación, con cualquier costo y fuera lo que fuera lo que los estudiantes hiciéramos, la policía estaba dispuesta a reprimir y por eso se llevaron compañeras y compañeros detenidos arrastrándolos de los pelos.

Una inmensa solidaridad tras la represión

En sentimiento democrático tras la represión policial fue enorme. Una vez conocido que los 13 detenidos estaban en Encausados se realizó una muy importante movilización para pedir por su liberación, cosa que finalmente ocurrió, ya que se les imputó una contravención y no una causa judicial. No obstante, varios de los compañeros detenidos tuvieron que ir al hospital a constatar las heridas ocasionadas por la represión.

Entre los críticos a la represión del gobierno de Schiaretti, figura el Gobierno nacional, a través de su Jefe de Ministros (que fue al único que se le escuchó decir algo), Aníbal Fernández.

Esta crítica a la represión suena muy especulativa, ya que el Frente para la Victoria, junto con todo el arco kirchnerista (como el PC y la dirigente de la UEPC Carmen Nebreda) votaron a favor de la ley en medio de la represión y nada critican de su contenido, ya que sostienen que es mejor que la anterior.

Los sectores kirchneristas que criticaron la ley lo hicieron simplemente en el aspecto formal de sostener que el problema de ésta es que no fue debidamente discutida por el conjunto de la sociedad.  Esto demuestra que no les importaba tanto el debate político de fondo, porque con su voto en el momento de la represión automáticamente la avalan, no la cuestionan.

De la misma forma, otros sectores defensores de la política al gobierno nacional que están dentro del gobierno de la Universidad tampoco criticaron la ley, aunque condenaron la represión. Este hecho pone al desnudo que la decisión de la Universidad de retirar el aval a la ley fue una conquista de los estudiantes cuando ocupamos el Consejo y eso provocó el cambio de posición con respecto al tema. Lo cierto es que la conducción de la Universidad no repudió la sanción de la nueva legislación educativa.

Finalmente vale destacar que la represión no logró quitar la bronca a los estudiantes que nos nucleamos en la Interestudiantil y que a los dos días de la brutal represión, más de 150 personas nos volvimos a reunir para discutir de qué forma seguir trabajando para que la ley no se implemente, e impulsar la lucha por la anulación de la misma.

Esto marca que a pesar de lo sucedido el 15, la represión no nos desarmó, y la gran cantidad de gente que se reunió en la Interestudiantil muestra la fuerza interna que hay en el estudiantado en esta pelea.

Desde el Nuevo MAS creemos que es importante mantener este espacio de organización y ver la forma en la que seguimos trabajando para que cuando empiece el año lectivo volvamos a las movilizaciones de miles que supimos hacer para tirar abajo esta nefasta ley.


Reportaje a Cristian, detenido durante la represión

“El movimiento estudiantil cordobés
pudo unirse en una lucha”

Entrevistó: Mauri

SoB entrevistó a Cristián, estudiante de Filosofía, uno de los detenidos durante la brutal represión policial que garantizó que se vote la nueva Ley de Educación provincial. Es parte también de ese grupo de jóvenes que se movilizan por primera vez a lo largo de este proceso, en el cual el estudiantado cordobés se puso de pie después de la lucha del 2005.

SoB: ¿Qué pensás de la represión sufrida el 15/12 y que haría falta de ahora en más para el movimiento estudiantil de conjunto?

C.: La represión policial que sufrimos los estudiantes en la Legislatura me parece lamentable. La policía no tenia la voluntad de inmovilizar a los detenidos sino de derribarlos y golpearlos. Había pibes de 16 años entre los maltrechos estudiantes que terminaron detenidos en la UCA

Por otro lado, me parece que debemos aprender de estas cosas y no tomarlas como necesarias ante situaciones como la inminente aprobación de la ley. Tirarle piedras a la policía no tiene nada que ver con el motivo que nos reunió ese día frente a la Legislatura; pero volver a nuestras casas con el gusto amargo de no haber hecho “todo lo posible”, incluso lo irracional, para evitar la aprobación de la ley, era la opción más cobarde y contradictoria al espíritu de la movilización.

SoB: Contános un poco cuál es tu balance acerca del proceso de Filo y qué perspectivas ves para el año que viene.

C.: El balance me parece positivo y a la vez negativo. Positivo en tanto el movimiento estudiantil cordobés pudo unirse en una lucha, con objetivos que lamentablemente nunca fueron del todo entendidos políticamente y compartidos desde un solo bloque que nos conjugara a todos.

Me parece, y desde un punto de vista finalista, que los objetivos propuestos desde las tomas, en la Facultad de Filosofía y Humanidades, se cumplieron de forma extremadamente precaria, sin mencionar que el último miércoles nos aprobaron la 8113 en la cara y encima nos apalearon.

El próximo martes nos aumentan el cospel y nosotros de asamblea en asamblea. Mis expectativas para el año que viene son de una mayor unidad en base a un contenido político claro y compartido. Con puro voluntarismo sólo ganamos palos.

SoB: ¿Cómo viste las actitudes del Rectorado en la Universidad y de la Legislatura durante el proceso?

C.: En principio estamos hablando de dos instituciones diferentes y establecer una analogía ideológica entre ambas me parece algo forzado. Sin embargo es común al Poder Legislativo y a la gestión en la Universidad, la marcada indiferencia hacia la acción popular, nuestros medios de lucha. Muchos de nosotros creemos que la democracia no se agota en las instituciones u organismos representativos, sino que se debe expresar en la participación ciudadana y estudiantil.

Las tomas en Filo al menos lograron que se nos reconociera como una asamblea estudiantil, al “margen” de nuestro centro de estudiantes. Este último no refleja desde su “estática” representativa e institucional la dinámica activa de muchos de nuestros compañeros en lucha.

Con respecto a la aprobación de la 8113, me parece que con suspender el estallido social ante la inminente aprobación de la ley, sólo nos debilitó más en número y en fuerza.