Socialismo o Barbarie, periódico Nº 188, 28/10/10
 

 

 

 

 

 

Redoblemos la lucha por el castigo a los asesinos de Mariano Ferreyra

¡Cárcel a Pedraza!

El pasado miércoles 20 de octubre una patota de la Unión Ferroviaria se cobró la vida de Mariano Ferreira, militante del PO. Mariano fue asesinado por el “crimen” de a apoyar una concentración de tercerizados despedidos del Roca. Se trata de la primera muerte en muchos años de un joven militante de la izquierda: un estudiante comprometido con las luchas del movimiento obrero. Su asesinato se inscribe en las tendencias a la polarización de la coyuntura (ver pág. 2 y3)

La burocracia es la burocracia

Una pregunta que se viene haciendo el activismo es por qué Pedraza apretó el gatillo. Es obvio que Pedraza y Fernández defienden con uñas y dientes el negocio de las tercerizadas que los tiene como patrones. Pero se trató de algo mucho más profundo: el creciente temor al proceso de cuestionamiento que viene creciendo en las bases de la Unión.

Hay que comprender el sentido profundo de la experiencia que vienen desarrollando los compañeros tercerizados del Roca. Se trata de trabajadores que están fuera del convenio ferroviario, sin derecho alguno de sindicalización y, para colmo, esclavizados en empresas tercerizadas regenteadas por los miembros de la UF.

No es casual que sus reclamos tengan un carácter “explosivo” para la burocracia ferroviaria: le cuestionan un negocio. Pero por sobre todas las cosas los cuestionan en su calidad de “dirigentes” de los trabajadores ferroviarios.

Parece bastante claro que la acción de la burocracia no dejó de ser –a priori– una respuesta defensiva. Por lo menos hasta antes del fallecimiento de Kirchner no era parte de una “ofensiva general” por intermedio de la cual la burocracia podría tener “carta blanca” para ir hacia un generalizado ataque reaccionario contra el activismo.

Sin embargo, esto no puede dar lugar a una mirada “facilista” de los acontecimientos. El hecho es que hay otro tipo de lección que es necesario subrayar. Se trata al parecer de una “redundancia”: la burocracia sindical es la burocracia sindical.

Es que aunque esté desprestigiada y deslegitimada, no deja de ser una institución fundamental del régimen político. Una institución de características “bonapartistas” que no se apoya realmente en formas democráticas sino en la vía de los “hechos”: todo tipo de métodos para “encuadrar” a la base trabajadora.

Así las cosas, el reclutamiento de patotas para reprimir al activismo hace parte de su naturaleza íntima. Esta es la base o “infraestructura” común de la generalidad de los aparatos burgueses-burocráticos (léase burocracia sindical, aparatos políticos como el PJ, demás partidos patronales, etcétera). Estas patotas se reclutan entre las capas desclasadas de la sociedad como los barrabravas de los equipos de fútbol.

De ahí que toda lucha seria contra la burocracia deba tener siempre elementales recaudos, los que parten de la necesidad de hacer lo más masivas posibles las acciones de lucha.

Los K como garantes de la burocracia sindical

La reacción del gobierno K ante el asesinato de Mariano Ferreyra ha sido toda una lección para los que confían en los espejitos de colores “progresistas”. El hecho es que siguieron el libreto tradicional del peronismo maniobrando a derecha e izquierda extremadamente incómodos por la situación.

Los K son un personal político del peronismo que es el partido patronal que apaña a todas las burocracias. Se trata, además, de un gobierno que ha venido actuando con verdadero “macartismo” contra la izquierda con el mismo objetivo que los burócratas: evitar que el control burocrático de la clase obrera –control que sirve al sistema capitalista argentino como tal– siga siendo cuestionado desde abajo. Así las cosas, el gobierno es políticamente responsable por los hechos ocurridos: ¿cómo esconder que los Kirchner han sido garantes de la continuidad de la burocracia sindical? Lo suyo fue jugarse a la cooptación estatal y a sostener la estructura sindical existente: ni siquiera se animaron a avanzar en el reconocimiento de la “anodina” CTA.

Ahora el “pus” les estalló en la cara. Porque la verdad es que en relación a la organización del movimiento obrero, los esposos K han sido tan conservadores como la tradicional derecha peronista: que la izquierda no se meta en el  movimiento obrero es su divisa. Solamente hay que recordar acá, cómo los compañeros del subterráneo están todavía esperando la simple inscripción de su sindicato luego de dejar pasar la oportunidad que tuvieron a finales del año pasado…

Ir hasta el final contra la burocracia ferroviaria

En el contexto de la crisis política en curso, y del masivo repudio a la patota de la UF, el objetivo debe ser ir hasta el final en barrer a la burocracia de la UF. Hay que aprovechar la circunstancia para lograr imponer la reincorporación de todos los compañeros despedidos, el pase a planta de todos los tercerizados y el respeto a los derechos sindicales de los mismos, avanzando en su sindicalización y el reconocimiento de los delegados votados por ellos.

Pero hay que ir más allá: es el momento de lograr una pelea común con los compañeros efectivos (un elemento clave que hasta ahora parece haber estado descuidado) para echar a Pedraza, Fernández y toda su “cría”, imponiendo un proceso de democratización que no deje piedra sobre piedra de la Unión Ferroviaria.

• ¡Juicio y castigo a los autores materiales e intelectuales del asesinato!

• ¡Reincorporación y pase a planta de los trabajadores tercerizados; reconocimiento de sus delegados!

• ¡Fuera la burocracia de la UF!