Socialismo o Barbarie, periódico Nº 187, 15/10/10
 

 

 

 

 

 

Balance de la toma de Humanidades de Mar del Plata

Primer derrota de la gestión Morea en su intento
de aplicar la CoNEAU

Por Fernando Dantés

El pasado 27 de septiembre se dio inicio a la primera toma efectiva en la Universidad de Mar del Plata desde 1999, en el marco de que la gestión Morea y su agrupación CAUCES (PS) intentan imponer una reforma de los estatutos que adecúe la Universidad a la LES y la acreditación de muchas carreras a la CoNEAU.

El proceso

Las primeras Asambleas de Humanidades fueron chicas y no había condiciones para efectivizar ninguna medida contundente. Desde el ¡Ya Basta! propusimos una campaña común explicando qué significaban las acreditaciones a la CoNEAU, propuesta que fue votada pero prácticamente sostenida por nadie. Sin embargo, la discusión pudo ser instalada en la Facultad.

Partiendo de ahí y de la abrupta irrupción de una lucha en la carrera de Sociología [1] es que las Asambleas crecieron rápidamente: se empezaron a dar las condiciones parar encarar una lucha efectiva contra los planes de Morea.

Sin embargo, la conducción del Centro, la Unidad-CEPA-PCR, con la ayuda de Confluencia-FPDS, consiguieron dilatar la medida, desorganizando temporalmente al movimiento estudiantil.

Antes que el proceso de lucha fuera definitivamente disperso, propusimos en la Asamblea del 20/9 tomar la facultad el 27, con una asamblea el mismo día para terminar de masificar el plan de lucha [2]. Con esos plazos, tendríamos el tiempo necesario para instalar en los cursos la medida que se había resuelto.

Sin embargo, la CEPA aprovechó el tiempo para boicotear lo votado, pasando por los cursos sembrando la confusión [3].

Inmediatamente, desde el ¡Ya Basta! propusimos a todas las corrientes contrarrestar esta maniobra, porque se estaba poniendo en peligro la medida del 27. Era real la posibilidad de que quedáramos aislados el día de la toma.

Confluencia-Darío Santillán respondió ayudando a la CEPA y el PO y el PTS se borraron de toda pelea política, simplemente dejaron hacer a la conducción. Todo esto no evitó que, una vez que la resolución era un hecho y teníamos la asamblea más grande en años, todas estas corrientes se convirtieran en “campeones” de la toma [4].

La Guerra del 27/9: “La consigna es efectivizar”

El día de la toma ninguna de estas corrientes se preocupó por implementarla. Muy por el contrario, la CEPA y Confluencia se jugaron a que haya clases normalmente, diciéndoles a los estudiantes que llegaban que podían cursar normalmente e incluso llegando al extremo de intentar pasar por la fuerza por encima de compañeros nuestros para que funcionara normalmente el piso del decanato y los trámites administrativos [5].

Llegó un punto en que la toma era un puro simbolismo, con la Facultad funcionando de forma casi normal pero con algunas entradas bloqueadas. Todo ese día fue una verdadera guerra de cara a los estudiantes: o la CEPA y Confluencia conseguían terminar con todo o ganábamos a los estudiantes para la efectivización de la medida.

Finalmente, a partir de las 16 hs. fue la Asamblea de Humanidades más grande en años, con unos 350 compañeros cuando comenzaba, en donde se impuso nuestra moción y la de un grupo de compañeros independientes: la toma efectiva sin funcionamiento hasta el día 30 en que sesionaba la Asamblea Universitaria que pretendía reformar los estatutos. La moción contraria (de la CEPA, Confluencia y la UJS) fue la “toma”… ¡con parciales y finales! ¡Nada de toma efectiva!

También se votó que no se iba a dejar sesionar la Asamblea Universitaria el día 30. Así fue como, hasta ahora, la gestión no pudo imponer su contrarreforma.

Es muy importante remarcar que ésta es la primera derrota que el movimiento estudiantil le infringe a Morea, que venía de victoria en victoria. La tarea ahora es extender la experiencia de Humanidades a otras facultades para prepararse ante un nuevo intento de la gestión de imponer su contrarreforma.


Notas:

1.- El detonante fue la designación arbitraria de un director de carrera por parte de la decana Rosenthal.

2.- En esto diferíamos de un grupo de compañeros que planteaba la toma inmediata.

3.- Pasaban por los cursos planteando que la medida era inconsulta, que perjudicaba a los estudiantes, que había que evitarla, etc. Después se les sumó el Frente Popular Darío Santillán.

4.- Esta política de doble discurso se les “cobró” cuando una compañera independiente le dice a Confluencia: “ustedes me dijeron que se oponían a la toma!”

5.- Nuevamente, en esta pelea no pudimos contar con la ayuda del PO y el PTS.