Socialismo o Barbarie, periódico Nº 187, 15/10/10
 

 

 

 

 

 

Docentes de Neuquén: se formó el frente Fucsia-Marrón- Colorada-Roja

Recuperemos ATEN para la lucha

Agrupación Carlos Fuentealba
Lista Roja ATEN
Lista Gris CTERA
Agrupacionfuentealba.nqn@gmail.com

El 11 de noviembre se realizarán las elecciones de ATEN. Desde la Agrupación Carlos Fuentealba - Lista Roja (parte de la Gris nacional) hemos constituido el Frente Fucsia-Marrón-Colorada-Roja, con los compañeros que compartimos un punto fundamental: el firme rechazo al acta entregadora firmada por Guagliardo y Aguirre. Este frente, hecho en base a acuerdos programáticos, asume la tarea de reagrupar a todo el activismo de ATEN, a las compañeras y compañeros, heroicos luchadores, que están cansados de que las conducciones burocráticas rifen nuestra lucha.

Cada elección se da en una marco particular, en este caso se da en un año que estuvo signado por un durísimo conflicto que aún está fresco en los compañeros. Y no es para menos, ¡fueron 13 semanas de lucha! Con cortes en el puente, marchas larguísimas por la ruta, acampe en la Casa de Gobierno, y movilizaciones prácticamente todos los días, los trabajadores de la educación demostramos nuestro compromiso con la educación pública. Sin embargo, al igual que años anteriores, terminamos levantando por migajas: aumentos miserables totalmente comidos por la inflación, y ni hablar del resto de nuestro pliego, aquél por el cual hoy los estudiantes salen a luchar.

Es necesario sacar balances y lecciones de la experiencia. Los últimos años estuvieron teñidos por fuertes luchas, pero siempre el rasgo común que las cruzó fue la entrega por parte de nuestras conducciones. En cada caso, tanto la burocracia de Guagliardo, como la del “progre” Aguirre actuaron como entregadores.

Este año la Azul y Blanca se terminó de sacar la careta, haciendo un frente con la Celeste de Yasky y Estela Maldonado. Agentes del gobierno nacional que año a año entregan el salario de los docentes, firmando paritarias de miseria y la paz social, aislando las luchas como las que llevamos adelantes los docentes en Neuquén, San Luis, Tierra del Fuego, Santa Cruz. Sin embargo, la Naranja no se queda atrás. Si bien Aguirre se esfuerza por diferenciarse de su socio Guagliardo, las palabras mueren en los hechos. Fue política común aceptar la mediación de la Iglesia en nuestro conflicto –hecho sin precedentes en ATEN– y bajo la mirada exhorta de Jesús, crucificaron nuestra lucha.

Pero no es la primera vez que se juegan a salvar al gobierno. Basta recordar la criminal capitulación cuando asesinaron a nuestro compañero Carlos Fuentealba. Negociaron el salario sobre su sangre, sentándose a pactar con los que ordenaron su fusilamiento. Las dos conducciones son responsables de que no haya caído el asesino Sobisch cuando estaba planteado. Una de las marchas más grandes en la historia de la provincia pedía su cabeza, pero tanto Guagliardo como Aguirre se jugaron a desmovilizar a los docentes y a toda la población que exigía justicia, garantizando la impunidad. Hoy, gracias a esa entrega, el verdugo de nuestro compañero vuelve a la escena política como si nada hubiera pasado.

Necesitamos una nueva dirección

Los compañeros que formamos este sindicato demostramos lo fuerte que nos hacemos en la lucha. Sin embargo, tenemos la experiencia con estas conducciones burocráticas que se “dan vuelta” en los momentos claves. Necesitamos una dirección que esté a la altura de los acontecimientos. Que en los momentos decisivos “no se tire para atrás”. Ya conocemos las maniobras que utiliza la burocracia para contener cualquier desborde de la base: el mecanismo de los “Plenarios de Secretarios Generales”, el cual en última instancia termina decidiendo de espaldas a las asambleas y a los compañeros. Las asambleas deben ser soberanas, lo que se vota se tiene que llevar adelante.

En la huelga de este año se pudo ver cómo compañeros honestos, luchadores, al ver que las conducciones traicionaban la lucha, prefirieron votar la aceptación del acta antes de que la burocracia los encamine a una derrota peor. A esos compañeros y compañeras les ofrecemos una dirección consecuente, que no entrega las luchas y que se juega con todo por los trabajadores y por el triunfo. Pero a su vez entendemos que la pelea de fondo es esencialmente política. Para los gobiernos patronales, los trabajadores somos siempre variables de ajuste. Si en una coyuntura favorable le arrancamos algunas reivindicaciones, ellos esperan el momento para volver a quitárnoslas. Luchemos por quitarnos las cadenas definitivamente.

En ese sentido, reivindicamos experiencias como el Frente Clasista que disputó en las elecciones de la CTA del mes pasado. Encabezado por los compañeros de FATE –que han elegido en una asamblea de 500 trabajadores a Jorge Ayala como candidato a Secretario General–, seguido por la compañera Angélica Lagunas y por los compañeros del Hospital Garrahan, entre otras experiencias de lucha. El Frente asumió una tarea política de importancia trascendental: generar un polo clasista que aglutine a todos los sectores antiburocráticos, independientes del gobierno y las patronales para terciar en la disputa interburguesa –que divide a la clase capitalista desde el conflicto del campo en 2008– y ganar a franjas enteras de trabajadores que salen a la lucha, para una perspectiva socialista. La dirección de la CTA, en sus dos fracciones, está jugada a postularse como alternativa de dirección a la CGT. Posa como más democrática, sin embargo, el fraude cruzado entre Yasky y Micheli se encargó de dejar en claro que utilizan los métodos más bajos del clientelismo para llevar a los trabajadores a la rastra de uno u otro sector patronal. Los compañeros de FATE han dado pasos gigantescos en la perspectiva de la independencia política de la clase trabajadora. Han sacado importantes conclusiones de la lucha: las variantes sindicalistas, las que miran su propio ombligo y no parten de una posición política de independencia de clase, tarde o temprano terminan claudicando a algún sector patronal. Es por eso que desde la Agrupación Carlos Fuentealba hemos sido parte de esta experiencia revolucionaria. En ese sentido, damos la disputa porque este Frente que hemos constituido brinde las herramientas que los trabajadores necesitamos para emprender un camino de lucha política.

Por la unidad de los luchadores

Frente a las tareas que tenemos planteadas, entendíamos que era una obligación unirnos. Para recuperar ATEN para la lucha y barrer a la burocracia debemos superar la fragmentación en la que nos encontramos. Ninguna agrupación por sí sola puede ofrecer una alternativa de dirección a la burocracia. Es por esto que hemos conformado el Frente con los compañeros que se opusieron a la firma del acta entregadora, con quienes hemos dado la pelea para derrotar la política del gobierno y sus socios entre los trabajadores. Dividir a los trabajadores cuando hay acuerdos programáticos, por intereses mezquinos de la construcción de la propia organización es un crimen y repudiamos a quienes lo vienen haciendo sistemáticamente, sin plantear una sola diferencia política seria.

¿Quiénes somos?

Esta es la primera oportunidad que nos presentamos en ATEN como agrupación. Somos trabajadores de la educación que tenemos como meta recuperar el sindicato para ponerlo a disposición de la lucha. Tenemos firmes principios clasistas.  Somos independientes del Estado y sus gobiernos. Tanto los Kirchner como Sapag, y toda la oposición patronal son los responsables de la destrucción de la educación pública, como se encarga de dejarlo en claro la rebelión estudiantil. Somos enemigos de todos los proyectos de conciliación de clases, que se basan en el sometimiento y la explotación de la clase trabajadora. Los trabajadores debemos confiar única y exclusivamente en nuestras propias fuerzas, si queremos ir hasta el final en la lucha por nuestras demandas. Esta es la primera condición para defender consecuentemente nuestros intereses.

Consideramos que la lucha por mejoras en el salario y en la calidad educativa tiene que ser parte de un proyecto más ambicioso: la lucha por el socialismo. Lucha que llevó adelante el compañero Carlos Fuentealba a lo largo de su vida. Desde joven, militando en la juventud del MAS, formó parte de la experiencia clasista de la UOCRA Naranja, dirigida por el compañero Alcides Christiansen. Allí realizó un enorme aprendizaje sobre la necesidad de la independencia política de los trabajadores y sobre el rol que cumplen las burocracias, entregando las luchas y vendiendo compañeros. En el último tiempo, el compañero colaboraba en la construcción del Nuevo MAS en la provincia. Clasista, revolucionario y socialista, Carlos murió como vivió, luchando por el triunfo de los trabajadores.

El 11 de noviembre votemos para recuperar el sindicato para la lucha y arrancárselo a los entregadores. Vamos todos con el Frente Fucsia-Marrón-Colorada- Roja.

• Recuperemos ATEN para la lucha

• Derrotemos a las conducciones entregadoras

• Por un sindicato independiente del gobierno nacional y provincial