Socialismo o Barbarie, periódico Nº 186, 30/09/10
 

 

 

 

 

 

Las elecciones en el SUTNA como parte de la elección nacional de la Lista 5

La Marrón de FATE pasó la prueba

Por Francisco Torres

Desde un sector de la Marrón de FATE, que incluye a los militantes del nuevo MAS pero que lo excede, se impulsó la participación en las elecciones y dar batalla por la conformación de una lista clasista y unitaria para las elecciones de la CTA del 23 de septiembre pasado.

Estas elecciones tuvieron un significado totalmente distinto a las del 2006 (la burocracia se presentó toda junta) y las transformó en un hecho político nacional que abrió una crisis política que aún no se cierra, planteando una oportunidad para que desde los sectores obreros independientes y la izquierda se dé una pelea política por la independencia de clase.

La división y polarización que cruzó a toda la sociedad desde el conflicto con el campo por la 125 afectó a toda la burocracia. La dirección histórica de la central se dividió. Un sector se alineó alrededor del gobierno, Yasky-Wasiejko, y otro alrededor de la oposición sojera, Micheli-De Gennaro.

La  decisión política del SUTNA San Fernando tuvo el objetivo de llevar la pelea por la independencia de clase a los más amplios sectores de la vanguardia y la militancia afiliada a la CTA y servir también para volver a medir fuerzas en el gremio con Pedro Wasiejko. Junto con esto, también tenía el propósito de pelear por la unidad de los sectores clasistas al interior de la central para evitar la cooptación, dispersión, desmoralización y hasta la derrota en manos de la burocracia de algunas de las experiencias independientes.

Triunfo en FATE y 30 % en el gremio

En  concreto, la Lista 5 encabezada por la Marrón de FATE, ganó la elección en los lugares de trabajo donde iban sus principales dirigentes. Ganó en FATE con el 48% de los votos (y se enfrentó en el conjunto del gremio al candidato a secretario adjunto de la CTA y secretario general del gremio, P. Wasiejko, obteniendo entre FATE, Firestone y Pirelli el 30% de los votos). Ganó holgadamente en el Garrahan, ganó en judiciales de Morón y sólo perdió su candidata de ATEN Neuquén.

La pelea por la unidad fue también una pelea contra la dispersión. Si la Marrón no se presentaba como tal en FATE (por intermedio de la 5) y/o se abstenía de la pelea política, hoy muy probablemente estaríamos hablando de una derrota… y un triunfo de Wasiejko en FATE. De hecho, la expectativa de Wasiejko y la militancia Violeta en la fábrica, era que ganaban en San Fernando. Además, decían que el triunfo en el plebiscito salarial, hace menos de un mes, era un “aval” a su política y se vería “confirmado” en estas elecciones.

Por último, pero no menos importante, lamentablemente un sector minoritario de la Marrón hizo campaña y llamó a votar a la Lista 1, sacando el 13% de los votos (53). ¡La pelea por la unidad antiburocrática y clasista estaba planteada, hubo que pelearla contra viento y marea y se terminó ganando con claridad en FATE lo que no deja de ser un importante éxito político de la Lista 5!

En relación al gremio de conjunto, la Lista 10 sacó 491 votos (55%), y la 5 salió segunda, sacando un 30 % (267) de los 900 votantes. Este es un resultado muy bueno así sea menor en relación al 48% sacado por la Marrón en febrero del 2008 cuando se votó a secretario general nacional del gremio. Esto muestra dos cosas: por un lado, que esta elección fue mucho más “política” y alejada de las preocupaciones cotidianas de los compañeros, por lo que costó que fueran a votar; y por el otro, que a nivel del gremio en su conjunto hubo cierta dispersión del voto anti-Wasiejko (ver datos adjuntos con la votación en el conjunto del gremio).

Los compañeros de FATE se la jugaron

La gran mayoría de las agrupaciones que dirigen gremios o estructuras importantes son frentes únicos. Algunos tienen una rica trayectoria de enfrentarse en forma independiente a la patronal y/o a la burocracia dominante en esa estructura o el gremio, pero muchos ideológicamente no son clasistas: es decir, son objetivamente antipatronales y antiburocráticos, pero políticamente hay de todo como en botica. Justamente al estar sometidos a una elección que era eminentemente política, estos frentes únicos crujieron y muchos se rompieron.

El caso más claro fue el del Subte, donde una mayoría de delegados llamó a votar a la Lista 10 encabezada en Capital por Beto Pianelli y una minoría de aproximadamente el 30 % de delegados llamó a la abstención.

El frente único que dirige la AGD-UBA y encabeza el compañero Correa del PO, no sólo salió segunda en su gremio, sino que ni siquiera pudo hacer una declaración común como directiva…

En el caso de la Marrón de FATE, a pesar de todas las contradicciones y dificultades, se hizo una experiencia riquísima. Una mayoría del cuerpo de delegados, la Ejecutiva y una asamblea de 500 compañeros de base, avaló la presentación. Fueron candidatos de la Lista del Frente Clasista 3 ejecutivos sobre 4, y 7 delegados sobre 12; también los dos compañeros recientemente reincorporados, y el compañero de la Junta Disciplinaria del gremio por minoría.

Por supuesto que la Marrón “crujió” y tensionó a todos sus componentes. Esto explica que no se haya hecho toda la campaña necesaria al interior de la propia planta y que no haya sacado una mayor diferencia de votos.  Pero a pesar de todo esto la Marrón pasó la prueba: mantuvo su unidad, ganó en la fábrica y salió segunda en todo el gremio.

Con la autodeterminación o contra ella

Las tensiones que se generaron aún persisten, se instaló una discusión en la fábrica. Es que un sector hizo campaña contra la Ejecutiva, el cuerpo de delegados y la asamblea, y no fue precisamente la Lista 10 de Wasiejko –lo que estaba descartado– sino un delegado de la Marrón.

La Marrón, está dicho, es un frente único que surgió de la lucha y se mantiene independiente de la patronal y la burocracia. Pero a su interior se procesan muchas presiones, posiciones políticas e ideológicas, y lamentablemente –como en este caso– compañeros que defienden ir detrás de algún sector burocrático.

El debate y las posiciones encontradas son parte de la democracia obrera: es saludable, imprescindible y necesario que toda organización obrera discuta alrededor de qué orientación tomar ante los diversos problemas políticos y sindicales que se presentan. ¡Pero una vez que una asamblea de base vota y toma una resolución, ésta se debe acatar!

Para nosotros la posición de apoyar a la Lista 1 (de la histórica burocracia degenarista de la CTA, entregadora de una y mil luchas) fue un gravísimo error político: va contra la independencia de clase de los trabajadores y los ata a un sector patronal.

Como si esto fuera poco, la actitud de algunos compañeros de desacatar la asamblea fue otro problema grave, aunque de otro tenor. Para decirlo con claridad: es un problema que merece ser clarificado para el conjunto de los compañeros porque en otro contexto nadie dudaría de llamar “carnero” o “mulo” de la empresa al que no acatase una medida de lucha, por ejemplo. En definitiva, lo que está detrás de esta actitud, es si se respeta el proceso de autodeterminación, de experiencia de los trabajadores, o no.

“Todo en asamblea”

La rebelión obrera de FATE del 2007, y el conflicto del 2008, despertó y tuvo como motor un fuerte proceso de autodeterminación obrera que se resumió en “todo en asamblea”. Este proceso de autodeterminación sigue vivo en FATE, en el gremio en su conjunto y es lo que expresa la Marrón. Por esto los compañeros son permanentemente atacados por la empresa y la burocracia.

Es lógico que la empresa ataque a las asambleas, castigue descontando las horas no trabajadas, persiga de todas las maneras posibles a los delegados de la Marrón, que presione para que se firmen acuerdos sin consultar a la base, que intente tentar con plata a algún compañero y un largo etcétera. También es lógico que la burocracia de Wasiejko ataque la democracia obrera y el proceso de autodeterminación, porque de seguir desarrollándose su puesto de burócrata está en riesgo.

Wasiejko y la dirección del gremio es de lo más sutil y pérfida en atacar la autodeterminación. Contrapone la asamblea, la democracia directa de los trabajadores, a los plebiscitos, una forma de democracia patronal [1].

Ahora bien, que esta “desautorización” salga de un integrante de la Marrón es grave. No sólo porque se queda atacando y desautorizando a la asamblea, sino porque se educa y transmite que cada uno hace lo que quiere: “si me gusta acato, y si no, no”.

Las argumentaciones utilizadas para hacer esto empeoran el asunto y no lo mejoran. Veamos: “En la asamblea quedaba poca gente y los compañeros se estaban retirando”… Primero, no fue así. Pero acá hay un problema de calidad y no de cantidad. Se votó en asamblea: esto es lo definitorio. Si había “poca gente” hubiesen mocionado no votar. Si no había acuerdo político, o no había condiciones políticas para votar, no se hubiese votado como ya ocurrió en otras oportunidades con otros temas.

En definitiva, el desconocimiento de la asamblea ha ido de la mano de un problema político: haber dado pasos que cuestionan la independencia de clase que expresa la experiencia de la Marrón.

Fortalecer al sector clasista

Lo que se reveló y queda como un dato fundamental de la elección, es que el sector clasista es mayoritario y salió fortalecido, y que el proceso de autodeterminación va avanzando más allá de todas las contradicciones que como experiencia real no puede dejar de tener. En síntesis: la experiencia hecha en las elecciones de la CTA, continúa colocando a la Marrón y a FATE como una de las experiencias más avanzadas y prometedoras del nuevo clasismo.


Notas:

1- Ver SoB 184, pag. 6, “Qué pasó en FATE”.


La elección de la 5 en San Fernando

Segunda fuerza en la CTA local

La Lista 5 salió segunda en las elecciones locales en San Fernando haciendo una excelente elección y dejando sentadas las bases para una construcción clasista, de lucha y unitaria en la zona, ya no sólo fronteras adentro de FATE, sino en el conjunto de los trabajadores afiliados a la CTA y en particular los docentes.

Entre los maestros, el Frente Clasista cosechó más de 50 votos, superando también a las otras listas de izquierda. Fue la manera en que la docencia combativa castigó el divisionismo de la Lista Rosa (PO) en particular. Los votos conseguidos entre los docentes cobran más relevancia porque el principal obstáculo para la presentación en San Fernando fue el cupo femenino, ya que la Lista 5 no tenía ningún aliado docente con fuerza en la zona. La Lista estuvo a punto de caerse por este motivo. Los compañeros de FATE (junto a nuestro partido) salieron a recorrer escuela por escuela difundiendo su propuesta para conseguir candidatas docentes. Así se logró que se sumaran varias compañeras representativas y finalmente se presentó la Lista. Luego vino la campaña, la recorrida de escuelas, de reparticiones, pegando los afiches y dejando los materiales de la Lista.

Los 260 votos conseguidos (17.4%) son fruto del esfuerzo. Pero también muestran la creciente repercusión y peso objetivo que está adquiriendo en la zona la experiencia de FATE. Este segundo lugar constituye la base para seguir para adelante construyendo una opción de lucha en la zona.

Fraude Celeste

El SUTEBA San Fernando es uno de los más de derecha y burocrático del gremio docente. La hegemonía Celeste es indiscutida. La Lista 10, que prácticamente es lo mismo que la Celeste, apeló al “tradicional” fraude que tiene acostumbrados a los docentes: donde no hay un fiscal permanente de la oposición… vota mágicamente el 100% del padrón; mientras que en las escuelas donde hubo fiscales de la Lista 5, el porcentaje de participación de los docentes fue por abajo del 40% (lo que visto de conjunto no dejó de ser una cifra alta).

El resultado de esta aparición “mágica” de votantes, es que la participación total en el distrito fue cercana al 35%, mientras que el promedio de la participación en la Provincia y el país osciló entre un 15 y un 20%. El objetivo del fraude fue muy simple: privar a la Lista 5 de los cargos por minoría.