Socialismo o Barbarie, periódico Nº 184, 02/09/10
 

 

 

 

 

 

“Beto” Pianelli: un dirigente luchador cooptado por la burocracia

Un paso hacia el reformismo

Por Oscar Alba

Las elecciones de la CTA ofrecen la posibilidad de abrir una brecha en la burocracia sindical que dirige esta Central de la cual Hugo Yasky y De Gennaro son sus principales dirigentes. Es decir, significa una instancia en la cual podemos conformar un núcleo y un espacio realmente clasista. Por su parte Yasky y De Gennaro participarán en listas separadas. Este hecho no  difiere del objetivo que tienen uno y otro: atar a los trabajadores al carro de proyectos patronales. Así Yasky se ubica en el apoyo al gobierno de los K mientras que De Gennaro, que está detrás de la candidatura de Micheli, ha apoyado a la oposición “sojera” encabezada por la Sociedad Rural.

La entrada a la CTA de los trabajadores de Subterráneos es reciente. Como todos sabemos, los compañeros vienen luchando por el reconocimiento de su sindicato propio como otros sectores de trabajadores que se encuentran en la CTA  y cuentan con una trayectoria de luchas por el salario y mejores condiciones laborales, que los ubican como referentes en el seno de la vanguardia obrera. Pero la incorporación a la CTA, lamentablemente, se resolvió en una reunión del Cuerpo de Delegados de Metrovías y no a través de un proceso asambleario, lo que hubiera servido, ante todo, poder debatir a fondo y democráticamente qué es la CTA, quiénes están al frente de la misma y qué objetivos se daban los trabajadores en su interior. Y ahora, en el último tramo de esta pelea electoral, “Beto” Pianelli, principal dirigente del sector, integra la lista de Hugo Yasky como candidato a secretario general de CTA-Capital Federal.

Un sindicalismo “apolítico”

Este paso dado por Pianelli está asentado en una concepción “sindicalista” reformista de las luchas por un lado, y por otro lado una visión “posibilista” en cuanto al alcance de las conquistas obreras.

En ocasión  del debate sobre la lucha por un nuevo movimiento obrero realizado en la Facultad de Filosofía y Letras el 12 de diciembre del 2009, Pianelli expresó: “Por eso vemos en estas conquistas, en estos avances, creemos que son profundamente políticos más que económicos (…)” (1) Y ante críticas a esta visión respondía en el mismo debate: “Nosotros aceptamos lo de sindicalista, felizmente, pero creemos que al revés, que no, que somos profundamente políticos en la forma en que actuamos. Ver la lucha sindical, que tiene su propia lógica y no mirarla desde el ángulo político, desde el ángulo que implica eso políticamente hacia los compañeros, creemos que es una mirada reduccionista, sectaria (…)”. (2)

En primer lugar, no despreciamos las reivindicaciones parciales, pero por sí solas estas reivindicaciones no expresan un carácter político ya que se mantienen en el marco sindical. La lucha sindical desde luego tiene su propia lógica pero nuestra mirada no puede quedar tuerta dejando de lado los objetivos estratégicos de la clase obrera. En el caso del Subte, la pelea por el nuevo sindicato tiene un sentido estratégico porque apunta a la tarea de recomponer al movimiento obrero sobre nuevas bases, fundamentalmente políticas. En la lucha por el reconocimiento del nuevo sindicato fue, por ejemplo, donde Pianelli eludió romper el límite sindical y acordó con el Ministerio de Trabajo, un año de “paz social” que terminó encerrando el reclamo del sindicato propio como lucha específica del sector y cerrando la perspectiva de abrir la experiencia a los demás sectores obreros.

Las consecuencias del “sindicalismo”

Desde el punto de vista político Pianelli ha dado un paso hacia el reformismo. El apoyo a la lista de un burócrata como Yasky tiende a alejarlo de las bases. Incluso haciendo comparaciones para justificar tal apoyo: “… No hay una lista kirchnerista y otra opositora. Hugo Yasky  no es del armado kirchnerista, pertenece a un partido que ni siquiera estuvo en coalición con el kirchnerismo (se refiere  a Nuevo Encuentro de Martín Sabatella). Y mi caso es el mismo”. (3) Junto con esto Pianelli llega al colmo de embellecer el rol de la dirección de la CTA “… cuando hay un conflicto importante como sucedió en Rosario, con los despidos de periodistas, estuvieron presentes la CGT y la CTA, y eso antes era impensable. Eso muestra la madurez y el espacio que ganó la Central.” Lo que no dice Pianelli es que la CTA no ha movido un dedo para apoyar efectivamente los conflictos obreros, más allá de hacer acto de presencia o emitir alguna declaración. También se olvida de que Hugo Yasky entregó, entre otras, la lucha de los docentes neuquinos y de San Luis, dejándolos solos y luego firmando un acuerdo que dejó a los docentes que estaban en lucha sin un peso más.

Apoyemos una alternativa clasista

La idea de “Beto” Pianelli de pelear por “lo posible”, despreciando la pelea estratégica de la recomposición del movimiento de los trabajadores, lo ha llevado a acercarse al gobierno a cambio de lograr reivindicaciones parciales. Su integración a la lista de Yasky es un vehículo de acercamiento al “diálogo” con el gobierno. De ahí que la denuncia del carácter antiobrero del gobierno de los Kirchner  se ha diluido progresivamente en la alquimia del sindicalismo “apolítico” de Pianelli, en un claro paso hacia el reformismo. El hecho de no proyectar al Subte como un referente de los que están luchando por su propia y genuina organización, legitima a la burocracia sindical y le aporta al gobierno la posibilidad de que la oposición  política de la vanguardia obrera no se fortalezca y se amplíe hacia la independencia de clase.

Para nosotros la entrada a la CTA es una cuestión táctica que debe ser puesta en función, como dijimos, de la lucha por la recomposición del movimiento obrero. Por eso, con el objetivo de crear un verdadero espacio clasista, impulsamos la organización del Frente Clasista, Lista 5. Sus candidatos, a diferencia de las listas de Yasky y de De Gennaro, que fueron elegidos entre cuatro paredes y por un grupo de dirigentes, fueron elegidos en plenarios y asambleas. Tal es el caso del compañero Jorge Ayala, del Cuerpo de Delegados de FATE quien fuera elegido por una asamblea de 500 trabajadores de la fábrica para encabezar la lista, junto a otros dirigentes del SUTNA (San Fernando). Lo acompañan delegados de la Junta Interna del Hospital Garrahan, como Gustavo Lerer y Silvana Piñeyrúa, y compañeros judiciales y de Prensa, entre otros, y llamamos a los trabajadores y en particular a los compañeros del Subte, a apoyarlo.