Socialismo o Barbarie, periódico Nº 176, 13/05/10
 

 

 

 

 

 

La OIT, la libertad y la democracia sindical

Que la clase obrera se organice como quiera

Por Rodolfo Torres

La semana pasada estuvo en la Argentina una comisión de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que se entrevistó con las patronales, con el gobierno, con la burocracia (CGT y CTA), con diputados y hasta con la Corte Suprema de Justicia. La comisión no hizo ninguna declaración oficial sobre su visita. El objetivo explícito era asesorar al gobierno sobre posibles modificaciones a Ley de Asociaciones Profesionales 23.551 que contradice algunos principios de la OIT.

La Argentina firmó varios tratados internacionales que consagran la “libertad” sindical, entre ellos los convenios 87 y 98 de la OIT que van en el sentido de la pluri-representación. La ley 23.551 no es congruente con las normas internacionales sobre “libertad y democracia” sindical. Los recientes fallos de la Corte se ponen en “sintonía” con la legislación internacional y declararon inconstitucional el art. 41 inciso “b” de la ley, por eso ya hay varios proyectos de ley modificando parcialmente la 23.551.

La CTA y la libertad sindical

Defendemos el derecho democrático de la CTA de obtener su personería. Dicho esto, a continuación señalamos con meridiana claridad que ninguno de los dos sectores en los que está dividida hoy la CTA pretende utilizar ese derecho al servicio realmente de las necesidades, luchas y organización democrática de la base trabajadora.

La “libertad y democracia sindical” de la CTA es un fraude escandaloso. Veamos sino el caso del SUTEBA La Plata arrebatado a los sectores independientes mediante una trampa vergonzosa. Es también la no proporcionalidad en el SUTNA, que con más de 48% de los votos del gremio, la Lista Marrón no obtuvo ni un cargo ejecutivo, por no hablar de la patotas de su secretario general. La “libertad” y la “democracia sindical” de la CTA la sufren los docentes de todo el país cuando aíslan la lucha de los docentes de cada provincia como es hoy la de los neuquinos.

Desde el Nuevo MAS estamos a favor de la más amplia libertad sindical. Pero para nosotros libertad quiere decir que los trabajadores se organicen como ellos quieran: sin injerencia del Estado, los gobiernos de turno, las patronales y la burocracia sindical.

Una primer cuestión práctica es terminar con los descuentos compulsivos a los trabajadores para mantener al sindicato, es decir a la burocracia. Que los aportes se hagan en los lugares de trabajo y que sean absolutamente voluntarios.

El acto de la CTA y el Subte

En el contexto de la visita de la OIT, se realizó un acto de la CTA el pasado jueves 6 de mayo. Este fue en esencia un acto “político” y no de lucha. Por esto, desde el Nuevo MAS, resolvimos que no era correcto asistir al mismo. Es que se trató de una convocatoria para engañar y apropiarse de las banderas de la libertad y la democracia sindical que la burocracia mansilla permanentemente.

Para colmo, el acto no hubiese tenido mayor relevancia sino hubiera estado cruzado por la lucha de los trabajadores del Subte que terminó en el paro de 2 horas ese mismo día y que fue lo que destacaron todos los medios. Obvio, se trata de arrancar el reconocimiento del sindicato de los compañeros del Subte mediante la lucha y no las dádivas y acuerdos por arriba, cual es el método privilegiado de la CTA para obtener la suya propia...

En el fondo, la CTA no ha movido un dedo por su personería en el terreno mismo de la lucha. Viene reclamando la misma desde hace más de 12 años. Pero si hoy este reclamo está tomando otra dimensión es porque por abajo hay un profundo proceso de recomposición del movimiento obrero.  Hay toda una serie de internas, cuerpos de delegados, seccionales y simples delegados que se abrieron paso luchando contra la burocracia sindical de la CGT o de la misma CTA, como es el ejemplo de los compañeros del Subte, de FATE, de Kraft, de la EMFER, del Hospital Garrahan y un largo etcétera.

Además, la lucha por el derecho de los trabajadores a organizarse como ellos quieran, no puede ser circunscripta al reclamo de libertad sindical solamente para las organizaciones de tercer grado como pareció defender Pedro Wasiejko en su alocución en el acto. Por el contrario, debe ser dada a todos los niveles, en primer lugar en los lugares de trabajo.

Hay más todavía: se trata de cuestionar el conjunto de la Ley de Asociaciones Profesionales que es justamente la que consagra un modelo sindical de sometimiento a la tutela del estado patronal. En el fondo, la pelea es porque los trabajadores se organicen como ellos quieran y de manera independiente tanto de los patrones como del Estado mismo (y el Ministerio de Trabajo).

Hay que evitar que la CTA se “coma” la experiencia del Subterráneo de Buenos Aires

En este contexto, lamentablemente, un sector de los compañeros del cuerpo de delegados del Subte viene dando pasos en integrarse a la CTA. Este es un gravísimo error porque tiende a quitarle el carácter independiente y radicalmente antiburocrático de la experiencia que vienen protagonizando los trabajadores del Subte. La salida de la CGT y el eventual ingreso en la CTA (un paso en todo caso muy discutible) sin embargo no tendría porqué significar el apoyo político a alguna de las alas en que está dividida la burocracia de la Central.

Para colmo, entregarle todo el prestigio –que muy justamente se ganaron los trabajadores del Subte con su lucha– a Yasky, De Gennaro, Baradel y Wasiejko es realmente un desastre que sólo puede servir para que estos dirigentes burocráticos, responsables de una y mil derrotas, se laven la cara y se justifiquen por “izquierda”.

Por esto mismo, no fue casual que en la marcha misma, la delegación del Subte (que no tendría porqué haber asistido dado que la levantada de los molinetes y el paro de dos horas había instalado su reclamo en todos los medios) fuera la más “reivindicada” por los locutores de la burocracia, lo mismo que se le diera la palabra (y profusos abrazos) “desinteresadamente” al compañero Néstor Segovia...


Elecciones en la CTA

Ni con Yasky ni con De Gennaro

Hace falta una lista clasista

Por Rodolfo Torres

En el contexto de que la CTA pretende buscar la forma de lograr su reconocimiento, coptar una parte del proceso de recomposición obrera independiente y proyectarse políticamente vinculada a uno u otro sector político patronal, va hacia elecciones internas el próximo septiembre. No es casual que “cruzada” por todas estas “tensiones”, esté al rojo vivo la pelea entre Yasky y De Genaro, que parece que incluso amenazaría con “dividir” a la misma...

En el mismo acto del pasado jueves 6 se notó claramente esta división. El “yasquismo” es el que tuvo el monopolio del mismo y lo usó para defender su relación con el gobierno K. Por otra parte, el sector de De Gennaro, pretende aparecer “a la izquierda” y “más democrático” que Yasky... Sin embargo, nadie se debería olvidar que además de ser el responsable de una y mil entregadas casi a todo a lo largo de la historia de la CTA, desde el año 2008 viene –junto con el diputado Lozano– de la mano de la oposición sojera.

El MST y el PO llaman a ir con De Gennaro

Por esto mismo, no deja de llamar la atención (o quizás no debería serlo...) que el MST abiertamente, pero también el PO más “elípticamente”[1], estén llamando a integrar una lista “unitaria” de oposición a Yasky. Esto es escandaloso: ¿cómo puede ser posible que desde la izquierda se llame a alinearse con uno u otro sector burocrático?

Para colmo, esto se pretende hacer en las condiciones donde el país sigue cruzado por las divisiones en las alturas entre dos sectores patronales que pretenden monopolizar la vida política del mismo buscando cerrar toda posibilidad al desarrollo de luchas obreras y a la expresión política y sindical independiente.

Sin embargo, y al mismo tiempo, es un hecho que la misma división en la CTA está abriendo brechas que podrían ser aprovechadas para poner en pie una alternativa independiente ante ambos bandos burocráticos: una lista clasista que ponga en alto las verdaderas banderas de los trabajadores.

Está claro que una campaña en la CTA va a ser –desde el punto de vista electoral– muy difícil. Ambos sectores burocráticos van a hacer uso del supuesto método “democrático” del voto “universal y secreto” de los afiliados de la CTA con los típicos métodos clientelares de los partidos patronales.

Sin embargo, delimitar aguas de clase dentro de la CTA tiene muchísima importancia, sobre todo en momentos en que la misma viene buscando –por una u otra vía– “chuparse” algunas de las experiencias y/o dirigentes más importantes que surgieron en los últimos años.

Incluso “confusiones” en las filas de la izquierda provocaron -en los últimos tiempos- el que se le llevara agua al molino de la burocracia “ceteista”. No nos referimos sólo al “tacticismo” de un sector del cuerpo de delegados del Subte que está planteando el ingreso a la CTA con las armas y el bagaje del “apoyo crítico” a Yasky. También a organizaciones como el PTS que por un tiempo, en el 2009, pareció estar impulsando el ingreso de Zanón en esta Central... 

En estas condiciones, desde el Nuevo MAS, planteamos que las organizaciones de la izquierda independiente –como nuestro partido, el PO y el PTS– debemos plantarnos con una posición antiburocrática intransigente, poniéndonos al servicio de las experiencias que -como el SUTNA San Fernando o la interna del Garrahan- hacen parte formal de la CTA para que se pongan a la cabeza de una tercera lista clasista.


[1] El propio Altamira acaba de firmar un artículo indefendible en el que se llama a “defender la unidad de la CTA” y donde aun con una formulación todavía confusa parece estar llamando a formar una lista única de oposición a Yasky...