Socialismo o Barbarie, periódico Nº 175, 29/04/10
 

 

 

 

 

 

Cristina K en Venezuela

El cuento de la Segunda Independencia

Por Oscar Alba

El 19 de abril se cumplió el bicentenario de la independencia de Venezuela. Los festejos del mismo congregaron a presidentes de otros países como Cuba, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Nicaragua y Argentina.  Luego del desfile militar, la conmemoración se trasladó a la Asamblea Legislativa venezolana en donde más de un centenar de diputados, funcionarios e invitados escucharon las palabras de Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta argentina fue elegida por Hugo Chávez para ser la oradora de honor del evento histórico-político. Cristina K, que en esto de hablar, nos tiene más que acostumbrados, y como un ensayo de lo que será en el bicentenario de nuestro país el próximo mes de mayo, no escatimó palabras ante tan “ilustre” auditorio.

Luego de agradecer el privilegio que se le concedió de hacer uso de la palabra, la Presidenta comenzó refiriéndose a la etapa que hoy están transitando los países latinoamericanos: “los pueblos de América del Sur se encuentran en este bicentenario ante una nueva etapa que yo denomino una Segunda Independencia” (La Nación, 20/4/10). Extraño concepto éste de la independencia de los pueblos de la región, en momentos en que, por ejemplo, el gobierno K echa mano a las reservas nacionales para seguir pagando a los usureros internacionales… para volver a endeudar a nuestro país, o acepta que las petroleras extranjeras sigan aumentando sus ganancias mediante el saqueo de los recursos naturales y la superexplotación de los trabajadores del sector. En su entusiasmo, la verborragia de la oradora del bicentenario venezolano apeló a las figuras históricas de San Martín y Simón Bolivar para explicar que “en un mundo que se volvió a derrumbar en valores, nos encuentra a todos nosotros no solamente responsables de gobernar nuestros Estados, si no de formular, como aquellos hombres, categorías de pensamiento que nos sean propias en materia económica, política”. Por cierto que el mundo se derrumba en valores. Según un informe del Banco Mundial en 2009,  como resabio de la crisis financiera mundial, al menos14 millones de latinoamericanos cayeron en la pobreza, siendo los países caribeños los más afectados. De acuerdo a estas cifras América Latina retrocedió a los niveles del 2007, “lo que supone que se borren los avances al respecto de dos años, entre otras cosas por la imposibilidad de generar nuevos empleos e incluso en algunos casos por el aumento del paro, como efecto de la crisis”, afirmó Felipe Jaramillo, director del organismo para la región (1). Es el derrumbe del mundo capitalista el que arrastra cada vez más a los pueblos latinoamericanos a la miseria y el hambre. Lo que no dice esta aprendiz de lenguaraz es que las causas son la voracidad capitalista y la infamia de sus gobiernos, que en este caso como el de Cristina, Chávez o  Evo Morales, no tienen nada que ver con San Martín o Bolívar, bajo el ropaje progresista ocultan su raíz burguesa reaccionaria.

La tercera posición peronista

Cristina K recordó en su discurso, que la unidad latinoamericana había sido uno de los objetivos fundamentales de “aquellos hombres de 1810”, para agregar a renglón seguido: “Pertenezco a un partido que hizo punta, en 1945, en crear la Tercera Posición, un principio latinoamericano desde el que recreamos una forma de ver el mundo, de conducirnos, de revolucionarnos.” La Tercera Posición del General Perón fue tan reaccionaria como la política de los K. Por aquel entonces la existencia del imperialismo yanqui, por un lado, y la de la Unión Soviética por el otro, como bloques hegemónicos en el mundo, dio lugar al surgimiento de una ideología supuestamente independiente de uno y otro. Esta Tercera Posición alentaba ilusiones en los trabajadores sobre la posibilidad de lograr la liberación nacional y social en los marcos nacionales bajo la tutela de políticos burgueses, como el general Perón. Cuando el imperialismo yanqui impulsó el derrocamiento del peronismo en 1955, Perón con la excusa de no derramar sangre dejó librado a su suerte al movimiento obrero para exilarse en las tierras del dictador Francisco Franco. En los inicios de los 70, en su tercer gobierno, la tercera posición se expresó en la consigna “Ni yanquis, ni marxistas: peronistas” que agitaba la derecha facistoide contra el activismo que pugnaba por una salida obrera independiente y clasista. Mientras Perón condenaba al gobierno de Salvador Allende y estrechaba luego la mano del “chacal” Pinochet.

También el agradecimiento a la comunidad regional por el apoyo al reclamo de las islas Malvinas estuvo presente en el mensaje de la Presidenta. Un apoyo que, como siempre, no va más allá de declaraciones rimbombantes, que en los foros y estrados jurídicos internacionales no tienen más destino que el depósito de deshechos.

Por una revolución obrera y socialista

Ante las palabras de Cristina K, un verdadero canto de sirena supuestamente progresista, los trabajadores latinoamericanos y en particular de nuestro país, no pueden más que hacer oídos sordos y avanzar en construir una verdadera alternativa política independiente. La unidad latinoamericana  para la liberación de los pueblos debe ser entendida como la unidad de los explotados, los desposeídos y los oprimidos que a lo largo y ancho del continente transitan día a día bajo el yugo imperialista y sus socios nacionales. Estos “liberadores” como los K, Evo, Chávez y compañía solo buscan mantener anclados a los trabajadores y los sectores populares  al muelle del capitalismo. La clase obrera, a partir de su recomposición política y sindical, debe ser la punta de lanza que corte las amarras, echando al basurero de la historia el lastre “progre”, liberando sus fuerzas hacia un proyecto revolucionario. No se trata de lograr una Segunda Independencia, si no de llevar adelante una revolución obrera y socialista que termine con las fronteras políticas, económicas y sociales impuestas por el capitalismo. Expropiando al imperialismo en todo el continente, terminando con los patrones, poniendo los recursos naturales y la producción en manos de los trabajadores, para comenzar el camino hacia el socialismo.


1- DERF Agencia Federal de Noticias.