Socialismo o Barbarie, periódico Nº 173, 01/04/10
 

 

 

 

 

 

Duras derrotas en Tenaris Siat-Valentín Alsina

El fracaso de la política de “no molestar a nadie”

Metalúrgicos Sin Cadenas
Nuevo MAS e independientes

El conflicto por el despido de 21 compañeros contratados en Tenaris Siat de Valentín Alsina fue derrotado. A pesar del esfuerzo, las ganas y empuje de los compañeros despedidos, de la cantidad de actividades que hicieron (volanteadas, pegatinas, batucadas, peñas, etc., en promedio una por día) los compañeros están en la calle.

Las recientes elecciones de delegados resultaron otro retroceso para los trabajadores: la burocracia de Belén recuperó la comisión interna y el cuerpo de delegados de la fábrica.

La ex interna había logrado la equiparación salarial entre personal efectivo y contratado y algunos aumentos de adicionales por encima de las pautas de la UOM, obtuvo la categoría de oficial múltiple para muchos puestos de trabajo y algunas otras conquistas, aprovechando el proceso político abierto con el Argentinazo y la reactivación económica posterior y en general eran vistos en la fábrica y en la seccional como algo distinto a la corrupta y traidora burocracia de Belén, Makaruk y Cía.

Estas derrotas están causando mucha confusión y desánimo entre los compañeros, llevándolos a conclusiones del tipo “la gente es una mierda”; “son todos cagones”; “mejor me voy a mi casa”, que consideramos equivocadas y que hacen más urgente y necesario hacer un balance a fondo de este conflicto, porque los problemas van a seguir: se vienen las paritarias de la UOM, en la fábrica están eliminando puestos de trabajo, abrieron los retiros “voluntarios”… En palabras del jefe de personal: “todavía están sobrando 60 personas más”.

La patronal pasó al ataque

Durante el plan de suspensiones la patronal elimina puestos de trabajo periféricos y presionó sobre los contratados suspendiéndolos de manera selectiva para que acepten retiros voluntarios. De esta manera se van de la fábrica 22 de los 43 compañeros.

En diciembre vencen los mandatos de los delegados y, a propuesta de la burocracia, las elecciones son pospuestas para marzo de 2010 porque “la fábrica estaba en conflicto y no era prudente dividir a los compañeros con las elecciones”. En verdad, lo que la burocracia quería era que las elecciones se hicieran después de la derrota, para cobrársela a la interna.

El 18 de enero, con la planta semivacía, la patronal despide a los 21 compañeros que habían rechazado los retiros. Asamblea en puerta de fábrica. Se vota parar. Se va al Ministerio de Trabajo. Conciliación obligatoria que la empresa no acata y los trabajadores sí.

Los despedidos empiezan a organizarse y movilizarse, pero la interna impone la orientación de que las acciones que se hicieran no molestaran a la burocracia. Esto significaba no conectarse con las internas amigas para exigir plenario de delegados, por ejemplo, e incluía no molestar al gobierno cortando el puente y no molestar a la patronal impidiendo la salida o entrada de camiones. Aunque, a medida que pasaban los días, muchos despedidos empezaban a decir en las asambleas que la burocracia los estaba traicionando, que el Ministerio de Trabajo no iba hacer nada, la interna insistió una y otra vez en que “sin la UOM no se puede hacer nada”. Tal era la confusión creada por la interna en el activismo, que llegaron a llevar una bandera de “Belén conducción” a una marcha para quemarla y terminaron fotografiándose con ella. Venció la conciliación obligatoria y los compañeros están en la calle. Vinieron las elecciones y la burocracia ganó cómoda el cuerpo de delegados.

El debate de fondo

Las causas de una derrota siempre son muchas, y a veces, aunque hagamos las cosas bien, se pierde igual, por eso lo que queremos balancear no es el resultado en sí del conflicto, sino la política de la interna, saber si ayudaba o no a los compañeros para ganar. Opinamos que la política de la ex interna de SIAT desarmó a los trabajadores.

Tengamos en cuenta que esta interna fue muy acompañada y apoyada por la fábrica durante mucho tiempo. Además, era vista como un punto de referencia por el activismo de la seccional. Pero la ex interna se fue serruchando el piso bajo sus propios pies, convenciendo a los trabajadores de que lo ganado en SIAT (los salarios relativamente altos y demás conquistas, y hasta la interna misma) se defendía mediante la “coexistencia pacífica” con la burocracia de la UOM.

Esto se concretaba en la siguiente fantasía: “A los de SIAT  no nos van a tocar porque Makaruk (el directivo de la seccional que atiende la fábrica) nos necesita para sostener su puesto” (contra otros burócratas que lo quieren correr). O sea: lo que haga la patronal con los trabajadores no depende de la economía nacional y mundial, ni de la capacidad de lucha, ni de la situación política y el gobierno, sino de las peleas internas de la burocracia sindical, como si ésta fuera un ente independiente que no tiene jefes, y su único papel en la sociedad fuera robar del sindicato. Esta concepción conspirativa de la burocracia desarmó a los trabajadores.

Pero la burocracia sindical no es una mafia independiente, sino una mafia al servicio de la patronal y el gobierno, que son sus jefes y le ordenan lo que tiene que hacer. Sobre este sencillo hecho hay mucha confusión y sigue siendo ignorado por algunos trabajadores de SIAT, incluso por muchos de los activistas despedidos, que hasta el último día siguieron creyendo que Belén iba a aparecer para rescatarlos.

Junto con esta confianza en la burocracia que enseñaba la ex interna, venía todo el paquete: nada de izquierda, nada de convocar el apoyo de otras internas, nada de interpelar al gobierno, nada de organizar una oposición para el gremio, nada que haga enojar a la burocracia. La ex interna de SIAT sacrificó la lucha contra los despidos, la primera lucha importante a la que se enfrentó durante su mandato, a esta política de no salirse de los “cuerpos orgánicos”. A pesar de eso, la burocracia no la “perdonó”.

Lo que se viene

Los metalúrgicos del MAS apoyamos críticamente a esta interna en las elecciones, porque si dividíamos los votos del activismo era más fácil que la Rosa ganara, y seguiremos intentando actuar juntos con todos los que quieran construir una dirección sindical independiente de la burocracia y de todo sector patronal. Pero francamente, repugna escuchar a dirigentes que, después de mandar a los trabajadores a luchar con los ojos vendados y una mano atada a la espalda, cuando llega la inevitable derrota se llenan la boca hablando del “bajo nivel de conciencia” de los compañeros, de que “la gente no da” y porquerías por el estilo.

Si buscamos construir una organización que realmente nos sirva para defendernos de los patrones, tenemos que romper con esta idea de “coexistencia pacífica” con la burocracia, que ya demostró que no funciona: te barren igual, por más demostraciones de buenos modales que les hayas hecho. La única manera de defender una posición conquistada por un sector independiente es seguir avanzando, unirse a los otros delegados y activistas independientes, darse un plan de ganar más internas, formar agrupaciones, apoyarse activamente unos a otros cuando hay conflicto, y planear juntos la mutua defensa contra los ataques de la burocracia y los patrones.

Llamamos a los compañeros de SIAT y de la seccional a retomar este camino y prepararnos para la lucha, en un momento en que, aunque el gobierno quiera tapar el sol con un dedo, todos sabemos que a nuestro salario lo está enterrando la inflación, y que la UOM va a colaborar con la patronal poniéndonos la lápida.