Socialismo o Barbarie, periódico Nº 172, 18/03/10
 

 

 

 

 

 

Nuevo crimen de odio en Córdoba

Justicia para Natalia Gaitán

Por Agustina - Agrupación Las Rojas

El pasado 6 de marzo fue fusilada una joven de 27 años, una joven trabajadora, una joven que siempre estaba dispuesta a colaborar con su madre en las actividades de acción social que llevaban adelante en el barrio, una joven pobre llamada Natalia Gaitán.

Pero Natalia no ha sido asesinada ni por ser joven, ni por su solidaridad, ni por trabajar día a día bajo condiciones miserables de pobreza, a Natalia le han quitado la vida por ser lesbiana y mujer. Daniel Toledo, el padrastro de la novia de Natalia, le ha disparado por el odio que le genera ver personas que no siguen el mandato heterosexual, por la furia y la discriminación que emanan de su cuerpo al encontrarse con parejas que deciden vivir su sexualidad libremente, porque su mente no concibe más que las relaciones patriarcales y heteronormadas.

El asesino Daniel Toledo no es un loco desviado, sino “un hijo bien educado” de este sistema capitalista y patriarcal que busca penetrar en la cabeza de cada persona con su ideología dominante que nos dice: “La mujer es propiedad del hombre” “La hija debe seguir los mandatos de su padre machista”. Toledo no permitió que su hija desarrolle otra manera de relacionarse. “El hombre tiene relaciones sexuales con las mujeres”; “La mujer tiene relaciones sexuales con los (un) hombres (hombre)”. Toledo intentó asesinar la orientación sexual de su hija. Mató la expresión de un goce que se le hace intolerable. Mató a Natalia, una mujer “pervertida” que se encontraba fuera de esta sociedad, fuera de los mandamientos de la “santa iglesia” fuera de la “sagrada familia” y por eso, su vida no tenia lugar en este mundo, por eso, para Toledo y para este sistema capitalista, patriarcal, monogámico y heteronormado, la vida de Natalia no vale nada.

Estos hechos de desprecio y odio contra las lesbianas, los gays, las travestis, se manifiestan en los reiterados episodios homofóbicos, se manifiestan en cada uno de los lugares que transitamos en nuestra vida cotidiana, en la calle, en el trabajo, en la escuela, en la Universidad, en las instituciones estatales, y sobre todo, contradiciendo todas las declaraciones con las que nos bombardean desde los gobiernos, los medios de comunicación, las Kristinas, los Cobos, los Obamas, los Sarkozy; estas declaraciones sobre la familia, institución “divina”, acogedora, cálida y, sobre todo, ideal para refugiarse en los momentos de crisis económica y violencia social… Lejos de sus palabras, la casa es uno de los lugares más peligrosos para las oprimidas!

Y es en cada uno de estos lugares donde nos oprime esta cultura podrida vaciada de todo tipo de libertad real y llena de intereses económicos ¡y qué podemos esperar de esta cultura patriarcal, de esta familia y de esta ideología burguesas que se alzan sobre una estructura de explotadores y explotados! La respuesta la encontramos en la realidad: discriminación hacia los y las LGTTBI, acosos, injurias, expulsiones de la casa y el trabajo por su orientación sexual, derechos denegados por los gobiernos, códigos contravencionales y de faltas que criminalizan a la población LGTTBI, violencia de género, cada día y medio es cometido un feminicidio, violaciones, torturas policiales.

Esta realidad de violencia hacia las mujeres, hacia las lesbianas, los gay, las travestis y las cifras escalofriantes de los feminicidios y los crímenes de odio son ocultadas por el gobierno, ya que su responsabilidad es evidente, ya que su justicia y su policía son cómplices y protagonistas de estos abusos y asesinatos, ya que es su “Derecho” quien deja sin derechos a las personas LGTTBI, quien deja sin derecho a las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo con la ilegalidad del aborto, ya que su caja y sus intereses económicos entran en peligro si se desmantelan las redes de trata y de prostitución, si se garantiza la independencia económica de las mujeres, si se les otorga trabajo genuino a las travestis y a las prostitutas. Las mujeres y la comunidad LGTTBI debemos salir a pelear por justicia para Natalia Gaitán, por nuestros derechos y contra el fin de la violencia. ¡Salgamos a luchar!

• Basta de crímenes de odio contra las personas LGTTBI

• Basta de violencia hacia las mujeres

• Responsabilizamos al gobierno y al Estado

• Justicia para Natalia - Cárcel para el asesino