Socialismo o Barbarie, periódico Nº 172, 18/03/10
 

 

 

 

 

 

Grecia

Tercera huelga general de este año

Por Claudio Testa

El 11 de marzo se cumplió en Grecia la tercera huelga general de este año. Esto sigue poniendo a ese país en el epicentro de la crisis económica, social y política del continente. Es que no hay una “crisis griega” sino europea. Grecia sólo es uno de los eslabones débiles de la cadena de la UE y la “eurozona”.

“La huelga general de 24 horas –informa el corresponsal de la BBC en Atenas–, convocada por los sindicatos que representan a millones de trabajadores del país, dejaron vuelos en tierra, barcos atracados, cerraron colegios y hospitales y paralizaron el transporte público en el segundo paro nacional en dos semanas, en protesta contra los planes de austeridad... Además, no hubo noticias en televisión y radio porque los periodistas participaron del paro, mientras que empleados de bancos, bomberos, recaudadores de impuestos e incluso algunos policías estaban entre los manifestantes.”

Un panorama similar pintaba un corresponsal de la agencia EFE: “Aeropuertos cerrados, colegios y hospitales paralizados, monumentos, como la Acrópolis, sin servicio para turistas, rotativas apagadas. Grecia se paraliza, por tercera vez en lo que va de año, en protesta contra las medidas del Gobierno para afrontar la crisis. Los sindicatos de los sectores público y privado se han unido para convocar una jornada de paro en todo el país, bajo la consigna ‘que la crisis la pague la plutocracia’.”

Como en las otras ocasiones, tan importante como la magnitud del “parón” (el superlativo con describe la nueva huelga general ese periodista español) ha sido el hecho de que no fue una jornada pasiva. Como ya empieza ser costumbre, las calles de Atenas y otras ciudades fueron recorridas por “grandes manifestaciones de decenas de miles de trabajadores encolerizados...”

Entre el Partido Comunista Griego (EEK) y los burócratas de la central obrera GSEE se las arreglaron en Atenas para dividir las movilizaciones obreras en dos columnas diferentes que marcharon en horarios distintos. Pese a ello, todos los testimonios dan cuenta de marchas impresionantes, no sólo en número sino también en combatividad y radicalización de las consignas, como “la guerra a los capitalistas es la respuesta de los obreros”.

La Unión Europea dividida

Entre las medidas adoptadas por Grecia para reducir el déficit está el aumento del IVA, la rebaja de salarios y la congelación de las pensiones. El paquete de ajuste promovido por el “socialista” Papandréu recibió el respaldo de la Unión Europea, pero, como dice diplomáticamente la prensa europea, “hay voces disonantes que se niegan a ayudar al país heleno”: “Alemania dejó bien claro la semana pasada que no piensa dar ‘ni un euro a Grecia’”. Papandréu estuvo reunido con la canciller Angela Merkel, quien le transmitió su apoyo al recorte pero no le ofreció ningún tipo de ayuda. Dos diputados alemanes llegaron a sugerir al primer ministro que vendiera sus islas para paliar la crisis... “Este tipo de declaraciones fueron criticadas por el presidente francés Nicolas Sarkozy, que recordó a los socios europeos que si ahora no se ayuda a Grecia, entonces la unión monetaria no tiene sentido. Papandréu reaccionó diciendo que si la UE no ayuda, entonces recurrirá al FMI.” (Agencia EFE, 13/03/10)

Por supuesto, ir de la UE al FMI –como “amenaza” Papandréu– sería como salir de la sartén para caer en el fuego. El “plan de ajuste” que el imperialismo alemán –principal acreedor de Grecia– exige que se cumpla, es simplemente una traducción al griego de los que impone el FMI en América Latina, África y otras regiones del “tercer mundo”. ¡La gran novedad es que ahora esos planes se han mudado al “primer mundo”, a Europa y EEUU!

Alemania y Francia son los patrones de la “zona euro”, que abarca a los países de la UE que adoptaron esa moneda común. Por supuesto, el gobierno del imperialismo francés no es más misericordioso que sus colegas de Berlín. Además de que sus capitalistas están menos entrampados en Grecia que los alemanes, Sarkozy refleja el justificado temor a dos posibles estallidos: 1) el de la “unión monetaria” que creó el euro; 2) y el estallido social y político de Grecia si se mantiene firme la movilización obrera y popular.

El euro, en sí mismo, es portador de una grave contradicción: no es emitido por un solo Estado (como el dólar, el peso, el yen o el guaraní), sino que es la moneda común de una multitud de estados con diferencias abismales de productividad, desarrollo capitalista y situación económico-financiera. Es una bomba de tiempo que en esta época puede llegar a estallar, porque no permite entonces a los gobiernos de los estados más débiles “maniobrar” monetariamente frente a la crisis.

Por otro lado, el posible estallido social de Grecia se produciría en medio de una Europa en que el descontento creciente está cargando la atmósfera de electricidad.