Socialismo o Barbarie, periódico Nº 170, 18/02/10
 

 

 

 

 

 

Venezuela

La necesidad de una alternativa obrera independiente

Por Claudio Testa

El movimiento obrero venezolano es uno de los más combativos de América Latina. En el fondo, Chávez (al revés de Perón en Argentina) ha sido algo alérgico al movimiento obrero, y ha preferido apoyarse en las masas populares más pobres que puede manejar por vía asistencialista y clientelista. Sin embargo, le debe en parte al movimiento obrero haber podido derrotar los dos intentos golpistas.

Dentro de la clase trabajadora, ha sido el proletariado industrial quien más decididamente se adhirió al proceso “bolivariano”. Esto impulsó una radical recomposición política y sindical del movimiento obrero venezolano, que ya venía insinuándose antes del chavismo.

Esto llevó al derrumbe de la vieja central burocrática CTV (manejada principalmente por Acción Democrática) y abrió la posibilidad de formación de un nuevo movimiento obrero combativo e independiente. El chavismo operó desde el primer momento para frustrar esa posibilidad. Para eso, no sólo se apoyó en la gran simpatía de las bases hacia Chávez en sus primeros años, sino también en la burocratización y cooptación de las direcciones sindicales.

Así, en mayo de 2006, los agentes burocráticos del gobierno, al grito de “primero Chávez”, lograron romper el II Congreso de la UNT (Unión Nacional de Trabajadores). Quedó así malograda la posibilidad de una fuerte central obrera combativa e independiente del gobierno, algo que hubiese tenido también trascendencia mundial. Este contraste se profundizó luego con la división de la CCURA (Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma), que había centralizado el bloque independiente en la UNT.

Sin embargo, Chávez tampoco consiguió el control total del movimiento obrero, al estilo del que logró Perón con el monstruoso aparato burocrático y “verticalista” de la CGT.

En todo un sector de sindicatos hay direcciones con distintos grados de independencia política en relación al gobierno. En los más independientes, hay un peso en la vanguardia de distintos sectores del trotskismo u otros sectores políticos que no son directamente chavistas, aunque hayan tenido (o tengan) un mayor o menor grado de acatamiento al gobierno. Lo importante es que se ha dado, con desigualdades, un proceso creciente de distanciamiento político.

Al mismo tiempo, estos grupos políticos con peso en la vanguardia obrera y en las direcciones sindicales combativas son muy pequeños. Las masas obreras empiezan a desilusionarse con Chávez, pero esto no implica que vayan directamente hacia ellos.

En esa situación, un sector de dirigentes sindicales (de la CCURA y de un grupo llamado Movimiento Patria Obrera, con presencia en sindicatos del Orinoco) hizo un llamado a fines de noviembre para conformar una “herramienta política de la clase trabajadora”, un “movimiento que marque una distancia con la oposición y con el gobierno”. Esto se discutiría en una “asamblea nacional de trabajadores” en marzo de 2010.[1]

No podemos prever, por supuesto, qué grado de concreción podrá tener esta iniciativa. Pero estimamos que sería de capital importancia para luchadores obreros de Venezuela construir una alternativa política independiente del gobierno y la oposición burguesa.

Si no se construye algo así, los trabajadores seguirán presos del chantaje de tener que optar políticamente entre un Chávez que los enfrenta cada vez más con ajustes y represión de sus luchas sindicales, o por la trampa de una oposición que hoy se maquilla de “democrática” y hasta de pro-obrera, pero que son los mismos monstruos burgueses y pro-imperialistas de siempre. En esa situación, el desencanto con Chávez crea también el peligro de que amplios sectores de trabajadores caigan en el apoliticismo.

Esperamos que la vanguardia obrera venezolana, que viene luchando a un alto costo de compañeros muertos, despedidos y procesados, sea capaz de presentar a las masas trabajadoras una alternativa de clase independiente.


1.- “Patria Obrera visualiza una crisis irreversible”, Correo del Caroní, 13/12/09.