Socialismo o Barbarie, periódico Nº 170, 18/02/10
 

 

 

 

 

 

Crónica

El gobierno “progre” del lado de los patrones

Por Daniel Díaz

Durante todo el conflicto el Ministerio de Trabajo fue prácticamente vocero de la patronal y quiso hacer la vista gorda ante los injustos despidos, pero lo más escandaloso es que el gobierno de Cristina hace poco tiempo “perdonó” deudas millonarias, nada más ni nada menos que la suma de 128 millones de pesos, que tenía Crónica con el fisco, a cambio de publicidad oficial. Un dinero que a la patronal le vino más que bien y con el que quería financiar los despidos. Recordemos que a Héctor R. García lo metieron preso por esas deudas. Quedó más que claro que el gobierno de Cristina tuvo una actitud a favor de la patronal del diario. No hay que olvidar, por ejemplo, que Cristina dijo que había que leer Crónica y no Clarín.

Otra vez se le cae la careta “progre” al gobierno de los K, en esta oportunidad del lado de la patronal “patotera” del diario Crónica. Por otro lado, también cae en saco roto toda la promocionada Ley de Medios, donde evidentemente los intereses de los trabajadores no cuentan, ya que el gobierno de Cristina avalaba sin ninguna contradicción el despido de trabajadores, que hoy tengan vigente el convenio de trabajo y que mañana no lo tengan, equiparando para abajo las condiciones laborales, como son las que rigen en los “grandes medios” como Clarín, tan criticados por los K. Una de las conclusiones que tenemos que sacar es que es ridículo que sectores de intelectuales "progre" afines al gobierno de los K apoyen la Ley de Medios sin ningún tipo de crítica, como por ejemplo que en dicha ley los trabajadores son convidados de piedras y no están representados sus intereses. Prueba de esto son las condiciones de explotación y precarización laboral que se da en la mayoría de los medios, sobre todo los más grandes como Clarín y la Nación o despidos como el caso de Crónica.

Hoy más que nunca es necesario organizarse de manera independiente en el gremio de Prensa y luchar por mejores condiciones laborales, al mismo tiempo que denunciar que una verdadera democratización de los medios debe partir de la participación activa y el control de los trabajadores de los grandes medios de comunicación.