Socialismo o Barbarie, periódico Nº 166, 17/12/09
 

 

 

 

 

 

Debate en Filosofía y Letras, la pelea por un nuevo movimiento obrero:
habla “Beto” Pianelli, delegado del Subte

“La CGT y la CTA no son todo lo mismo,
podemos entrar por las grietas”

La propuesta del Ministerio creemos que es un avance gigantesco, supera el fallo de la Corte que salió en estos días, porque acá ni siquiera se reconoce delegado a un gremio simplemente inscripto, acá se reconoce delegados a gente que no está inscripta sin ningún tipo de personería gremial ni política.

Hoy estamos llevando adelante la negociación por uno de los puntos que hace muchos años están planteados y es el de la bolsa de trabajo. Antes era la UTA y la empresa la que metía gente, es decir, carneros o cuadros lúmpenes, que son los cuadros de la UTA, patota. Hoy se está discutiendo dos francos, es decir, la reducción de la semana laboral a 30 horas semanales, que nosotros lo venimos planteando hace un par de años, aunque nunca habíamos ido al conflicto en forma directa por ello y los temas relacionados a la jubilación anticipada, hoy estamos discutiendo esos temas con la empresa en forma directa sin la presencia de la UTA.

Creemos que es un avance muy importante, lo planteo desde el ángulo más claramente sindical, porque para nosotros el aspecto de conseguir tiempo libre, no es una cuestión menor, lo vemos fundamentalmente, porque nosotros ambicionamos que esos trabajadores puedan formarse de una manera distinta, que no estén enajenados por el trabajo, que tengan tiempo para cultivarse, que tengan tiempo, precisamente, para aportar como sujeto de la sociedad.

Por eso vemos en estas conquistas, en estos avances, creemos que son profundamente políticos más que económicos (…)

Muchas veces hemos escuchado críticas de compañeros que nos han acompañado en muchos conflictos planteando que éramos sindicalistas, cosa que nos pone muy feliz, porque lo somos. Nos criticaban que no veíamos el aspecto político. Nosotros aceptamos lo de sindicalista, felizmente, pero creemos que al revés, que no, que somos profundamente políticos en la forma en que actuamos. Ver la lucha sindical, que tiene su propia lógica y no mirarla desde el ángulo político, desde el ángulo que implica eso políticamente hacia los compañeros, creemos que es una mirada reduccionista, sectaria.(…)

Yo creo que hay un gran problema en la izquierda, yo después de militar quince años en la izquierda, y me considero militante de izquierda, no tengo otra alternativa que decir eso, un gran problema. Por ejemplo, qué se hizo en la década del 90. En el año 94 dijimos ante la crisis, ante el peor de los derrumbes, dijimos vamos a repensarnos, vamos a meternos y vamos a hacer trabajo, por eso nosotros salimos del 2001 con un cuerpo de delegados que ya era mayoría, nosotros en el 2000 teníamos mayoría en el cuerpo de delegados en contra de la burocracia y esto no es una casualidad, fue una política conciente que nos dimos un grupo de compañeros (…)

Cuando la izquierda hacía bing-bang, se dividía en doscientos pedazos, nosotros actuamos en un frente único dentro del Subte, sin entrar en las discusiones que sabíamos que había diferencias que teníamos para actuar en común y matar a la burocracia sindical.

Lo que habría que preguntarse por qué salimos tan mal de los 90, porque la realidad es que el 12% del proletariado argentino tiene organizaciones en el lugar de trabajo, es la más baja de su historia, y si no vemos eso somos ciegos.

Aumentan en las empresas grandes, donde la burocracia, inclusive elige delegados, en esas aumenta a un 40%, es la más baja de la historia. La burguesía argentina, la oligarquía, la Unión Industrial, discutió y discutía permanentemente que el problema central era el poder en el lugar de trabajo, y precisamente, lo que conquistó el proletariado argentino en la época del peronismo fue  que consolidó su organización en el lugar de trabajo y el menemismo logró hacer desastres en el lugar de trabajo, y la pregunta que tendríamos que hacernos y yo me la hago, por qué nosotros no vimos eso y por qué todavía nos negamos a verlo, porque esa es la realidad del movimiento obrero argentino, más allá de que existan vanguardias en montón de lugares. El problema central es la desorganización (…)

Por eso es muy bueno, y a mi me parece un error de los compañeros que hablaron antes, es el marcar que todo es igual, por ejemplo el compañero planteó que son dos gotas de agua la CGT y la CTA, ni siquiera dentro de la CGT podemos decir que hay dos gotas de agua, porque hay calidades distintas, no es lo mismo estar en el sindicato de Camioneros, que estar en la Bancaria, porque el nivel de organización de esos sindicatos son completamente distintos y la batalla que tenés que dar ahí es completamente distinta. Si no nos desarmamos, creemos que es chocolate para todos y no es chocolate para todos, porque el movimiento obrero de lo que no se puede privar es de acuerdos, unidades de acciones, de buscar las contradicciones entre las propias burocracias, porque si fuera todo lo mismo, estamos jodidos, precisamente como no son todo lo mismo y tienen peleas entre ellos nosotros podemos entrar por las grietas, porque nosotros somos una ínfima minoría y si no nos damos cuenta de eso … (…)

Yo veo un gran problema, un gran problema de miopía, de sectarismo, de no visión, sobre lo que en realidad sucede en el movimiento obrero, porque es muy lindo ver el conflicto de alguien que está organizado que puede ir para adelante y va y sobre todo si damos consejos, es mejor todavía. (…)

Yo estimo que se está elaborando una nueva teoría dentro de la izquierda y le temo. Le temo porque se está elaborando esa teoría dentro de las fuerzas que pueden ser parte de transformar esta sociedad que es que de las derrotas surge la nueva semilla que va a dar el triunfo del movimiento obrero, de las derrotas surgen derrotas, de las derrotas salen los compañeros derrotados. Entonces hay que hacer balances sobre las derrotas, hay un tema que nadie aquí tocó que fue el Casino,(…) ¿cómo terminó el conflicto del Casino?, 1.000 despidos, (...) y ahí no hay ninguna semilla, ahí hay derrota, no se aprende nada de ahí, o mejor dicho tendríamos que aprender los que miramos desde afuera y decir no hagamos lo mismo. Nos equivocamos, cometimos tal o cual error, no supimos ver las contradicciones.

Y el otro problema que cruza a la izquierda es algo, que en realidad, en las filas trotskystas durante muchísimos años hemos combatido que es la amalgama. Acá escuché tres intervenciones que dicen que se firmó la paz social, tres, y no los culpo a los compañeros, porque no dudo de su rol y cómo juegan, no tengo ninguna duda de ellos, ahora voy a leerlo, a ver donde dice paz social, dice: “cuarto: La Asociación de Trabajadores del Subte y Premetro se comprometen a no realizar medidas de acción directa que afecten el normal funcionamiento del servicio subterráneo y premetro por problemas intra e inter sindicales por el plazo de un año”.

Bueno, mañana hay aumento de sueldo, por ejemplo en marzo vamos a paritarias, ¿podemos parar, o no?, ¿se puede o no se puede? En ningún momento se firma ningún acuerdo de que no podemos paralizar el Subte, excepto por medidas intra sindicales, excepto para exigir que te dan ya el reconocimiento de la personería jurídica. Pero aparte se dice que abandonamos el proyecto de formación del nuevo sindicato, leo: “punto quinto: en este estado de las partes manifiestas en el presente acuerdo, no inhibe ni obstaculiza la continuidad de los trámites administrativos donde se califica la instrucción gremial de la Asociación de los Trabajadores del Subte”. Bien ¿no era que por un año no podíamos pedir la asociación sindical? Esto dice otra cosa (…)

Lo que no dicen los compañeros, la gran mayoría de las organizaciones de izquierda, es decir, el Partido Obrero, el propio MAS, el PTS, bueno el PTS fue el primero que se dio cuenta y se dio vuelta, todos estaban en contra de romper con la UTA, en contra, hay páginas escritas, si quieren hagan el trabajo vayan a buscar los periódicos escritos.

El PO solamente lo dijo el día que nos cagaron a trompadas, porque un día antes estaba en contra, hoy son los abanderados del nuevo sindicato, esta es la verdad, es más, no necesitan tener papeles, Internet, revisen los periódicos, revisen lo que dicen, revisen lo que plantean y revisen lo que dicen quince días después (…)