Socialismo o Barbarie, periódico Nº 163, 05/11/09
 

 

 

 

 

 

El Sindicato Mexicano de Electricistas

Un bastión del movimiento obrero

Por Víctor Artavia
Partido Socialista de l@s Trabajadores, Costa Rica

El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es una de las principales organizaciones de la clase trabajadora mexicana. Tiene 95 años de existencia, lo que lo convierte en el sindicato industrial más antiguo de todo México. Cuenta con alrededor de 44 mil afiliadas y afiliados –además de 22 mil pensionados–, motivo por el cual es reconocido como una de las organizaciones sindicales más fuertes del país.

Para tener una real compresión del impacto político que representa este ataque del gobierno de Felipe Calderón al SME, es necesario realizar una breve reseña sobre la importancia histórica de esta organización obrera.

Un poco de historia…

El origen de este sindicato data de finales de 1914 e inicios de 1915, cuando el país estaba sumido en el punto más álgido de la revolución mexicana. Para ese entonces el movimiento obrero mexicano comenzó a mostrar los primeros síntomas de reactivación tras haber sufrido fuertes derrotas en la primera década de 1900.

Una prueba de esto fue la huelga que realizaron los trabajadores de la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana desde el 19 de enero de 1915, la cual tenía entre sus objetivos que la patronal de la empresa reconociera la existencia del recién constituido Sindicato Mexicano de Electricistas y acatara otra serie de demandas obreras (salario mínimo, jornada de ocho horas, etc.)

Como era predecible la patronal de la compañía se mostró intransigente ante los pedidos del sindicato, en particular con relación al reconocimiento del SME. Ante esto, los principales líderes de la burguesía mexicana durante la revolución –los constitucionalistas Álvaro Obregón y Venustiano Carranza– vieron con temor el potencial peligro de que esta huelga se profundizara y arrastrara a otros sectores obreros, lo que podía generar una eventual convergencia política de los ejércitos campesinos de Villa y Zapata con el movimiento obrero.

Por ello, los líderes constitucionalistas tomaron la decisión de intervenir directamente en el conflicto y el 6 de febrero decretaron la incautación de los bienes de la Compañía, los cuales fueron puestos bajo la administración directa del SME. Fruto de esta intervención del gobierno a favor del sindicato de electricistas, el 17 de febrero de ese mismo año se firmó el pacto político con la Casa del Obrero Mundial, en el cual los sindicatos que estaban agrupados en este centro obrero le juraron lealtad al gobierno contra la revolución campesina.

Este pacto marcaría el inicio del régimen bonapartista sui generis, con el cual el estado mexicano cooptó al movimiento sindical como parte integral del régimen a cambio de entregarle prebendas y cuotas de poder en la administración de las empresas estatales.

A pesar de esto, desde un inicio el SME mantuvo una relación muy particular con el estado mexicano, que en términos generales puede caracterizarse como de “alianza crítica”, apoyándolo y presionándolo a la vez.

Esto quedó demostrado cuando el SME se negó a aportar obreros para los Batallones Rojos que combatieron al ejército villista en 1915. Otra muestra de esta actitud de relativa autonomía se produjo durante el año de 1916, cuando el SME impulsó y dirigió la primera huelga general en la historia de México, que tuvo como bandera de lucha el pago de los salarios en oro para evitar la fuerte devaluación de la moneda.

Alrededor de 90 mil trabajadores de la electricidad se sumaron al movimiento y dejaron sin electricidad a la capital del país. El gobierno de Carranza desató una feroz represión que acabó con el encarcelamiento de varios dirigentes sindicales, entre ellos el secretario general del SME para ese entonces, Ernesto Velasco, quien fue condenado a muerte por “rebelión” –aunque después le perdonarían la vida–.

Otro episodio destacable en la historia del SME tuvo lugar en 1936, cuando obtuvo el convenio colectivo de trabajo tras una fuerte huelga contra el gobierno de Lázaro Cárdenas. En este mismo año el sindicato de electricistas impulsó la creación de la Central de Trabajadores Mexicanos (CTM), con la cual rompería después por su orientación anti-comunista.

Durante la década de los años sesenta, el SME logró una importante victoria con la nacionalización de la producción eléctrica en México, la cual fue una bandera de lucha de la organización por muchos años. Además, durante la lucha estudiantil de 1968 el expreso apoyo al Consejo Nacional de Huelga.

Con la implementación de las políticas neoliberales desde la década de los ochenta, el SME ha estado al frente y junto a las principales luchas obreras y populares del país, lo que le ha ganado un gran prestigio entre el activismo sindical, estudiantil y popular mexicano: en 1987 peleó contra el pago de la deuda externa y las políticas privatizadoras; en 1994 envió brigadas de solidaridad con la lucha zapatista en Chiapas; en 1999 marchó junto con el movimiento estudiantil de la UNAM; en el 2001 apoyó la lucha de los campesinos de San Salvador Atenco; en el 2003 se solidarizó en las calles con la lucha de las y los trabajadores del IMSS contra el ataque a su sistema de jubilaciones.

Desde finales de los noventa el SME ha frenado los diversos intentos por privatizar la electricidad. Por ejemplo, en 1999 el SME recolectó 2.3 millones de firmas y movilizó un millón de personas contra el proyecto de privatización del ex presidente Zedillo. Años después, durante la administración Fox, el sindicato logró frenar un proyecto de ley que pretendía poner la capacidad instalada de las empresas públicas de electricidad en función de las generadoras eléctricas privadas.

Por todo esto, el SME es considerado como un referente de las luchas sociales en México. En este sentido, su posible destrucción ante el cierre de LyFC representaría un certero golpe al movimiento obrero mexicano.


Bibliografía

Luis Hernández Navarro. ¿Qué es el SME? Breve recuento de su historia. La Jornada. Tomado de http://miaudijoelgato.wordpress.com/

Los Brigadistas-UNAM. Sindicato Mexicano de Electricistas: memoria viva. Tomado de http://www.rebelion.org/

Kristin Bricker. La Privatización detrás del Ataque de Calderón contra el Sindicato Mexicano de Electricistas. Tomado de http://www.kaosenlared.net/

Gilly, Adolfo. La revolución interrumpida. México D.F. Ediciones el caballito: 1971.