Socialismo o Barbarie, periódico Nº 162, 22/10/09
 

 

 

 

 

 

Ley de Caducidad

El FA se quiere lavar la cara

Por Ana Vázquez

En las próximas elecciones presidenciales en Uruguay, se plebiscitará la permanencia de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. Por esta reglamentación, quedaron sin ser juzgados por los crímenes cometidos, los militares que gobernaron el país desde 1973 a 1985. Esta ley fue aprobada en 1986 y refrendada en forma plebiscitaria 3 años después.

A pocos días de los comicios, la Corte Suprema de Justicia de ese país declaró inconstitucional dicha ley, a raíz de una presentación efectuada en octubre del año pasado sobre el caso de Nidia Sabalsagaray, asesinada en 1974 en un cuartel militar. Esta resolución habilita a la justicia a seguir la investigación en esta causa.

Como preludio, el gobierno uruguayo se pronunció en febrero de este año a favor de declarar también su inconstitucionalidad.

Esta norma tiene la particularidad que le permite al Poder Ejecutivo “tener la llave” para abrir determinadas causas que considera que no están comprendidas en esta ley de perdón para los militares.

Esto hizo que el gobierno de Tabaré juzgara a algunos militares. Lo hizo con nueve ex militares y policías, así como los ex dictadores Gregorio Alvarez y Juan María Bordaberry y su ex canciller Juan Carlos Blanco.

Por supuesto, estas medidas “de justicia a cuentagotas” en un país que sufrió una dictadura sangrienta como la argentina, con operativos conjuntos con las fuerzas armadas de este país, que dejaron miles de luchadores y militantes asesinados, no alcanzan para lavarle la cara al Frente Amplio.

Siendo gobierno y teniendo la mayoría parlamentaria, no derogó esta reaccionaria norma, ni impulsó los juicios para que los asesinos vayan a la cárcel.

Pero esta reivindicación está viva en el pueblo uruguayo y es por eso que el Frente y su Corte la desempolvan antes de las elecciones: de lo que se trata es de imponer la anulación total de toda la legislación cómplice con la impunidad y lograr el castigo efectivo de todos los asesinos.