Socialismo o Barbarie, periódico Nº 160, 25/09/09
 

 

 

 

 

 

Remedios adulterados en la OSBA

Control de la OSBA por los trabajadores bancarios y
de la Obra Social!

Castigo a los responsables!

Cuando en los medios de comunicación ya se eliminó a la pandemia de la gripe A, el dengue es un peligro del verano al que hay que combatir tirando el agua de los recipientes, aparece la noticia de que la Obra Social Bancaria Argentina entrega a sus afiliados remedios truchos. Pero no sólo la Bancaria, también hay otras obras sociales... y no faltan tampoco las denuncias en establecimientos públicos.

Además de los virus que nos azotan y el sistema de salud colapsado, lo que nos dan para que nos curemos, es agua inservible.

El kiosquito de Zanola

Durante los últimos años hubo un vaciamiento de la Obra Social que se traslució en la privatización de algunos servicios, el hundimiento de otros y el empeoramiento absoluto de la prestación de la atención médica y de las condiciones de trabajo para sus empleados.

Todo esto propiciado por la dirección de la Obra Social, ya que ni los mismos bancarios “nuevos” se afilian a la misma, ya que por el mismo descuento, cuentan con otras obras sociales, como Jerárquicos Salud u OSDE.

En los negocios de Zanola  la Obra Social pasó a ser, no el único, pero tal vez uno de los más redituables. Allí puso al frente a su señora, Paula Aballay y su amigo Néstor Lorenzo, de la droguería San Javier, proveía los medicamentos, que la mayoría de las veces faltaban para las necesidades más extremas. Y no sólo faltaban. Desde hace años empezaron a llegar denuncias de que no eran medicamentos. Todas murieron en algún cajón.

Hasta que llegó la presentación a la Justicia de la mano de los opositores a Zanola en la Bancaria. El juez Oyarbide, a cargo de la investigación, acumuló media tonelada de medicamentos para analizar en dos allanamientos. Digamos que media tonelada no se guarda en una heladera ni en un container. Media tonelada de material sospechado es sinónimo de legalidad total para acumularlo y entregarlo con total impunidad. Así funcionaba el kiosquito del Sr. Zanola en el Policlínico Bancario. A plena luz y sin ningún control.

Si para Zanola era un kiosquito no significa que no le diera sus buenos réditos. Tanto o más como a los laboratorios y los intermediarios que le hacían llegar los fármacos hasta la distribución a los afiliados. La ruta criminal de la adulteración no tiene límites y da miedo tomar una aspirina.

APE y otras yerbas

Según explicó Carlos Leiva, secretario del Juzgado a cargo de la investigación, la falsificación puede provenir del contenido del medicamento o de la adulteración del envase, introduciendo en el circuito de comercialización medicamentos que tienen etiqueta de gratuitos.

La APE (organismo encargado de asistir a las obras sociales para el caso de tratamiento especiales como cáncer o SIDA), provee de estos medicamentos a las obras sociales. Su presupuesto para el año es de $ 938 millones. Por el control de esta caja es que “los gordos” amenazaron irse de la CGT de Moyano hace algunos meses.

El mecanismo es que se les adelanta un subsidio, que la obra social debe devolver en caso de no ser utilizado o acompañar la documentación correspondiente a través de la droguería. En este caso, el Sr. Lorenzo tenía un fideicomiso de 6 millones de pesos para remedios y de 7 millones para atención médica con la Bancaria.

Leiva explicó un mecanismo utilizado: “...Lo que hacen estos empresarios es comprar droguerías a punto de quebrar, de modo que la APE no tiene a quién reclamarle la devolución del dinero que adelantó. Estamos investigando esto en unas cuantas droguerías”. (Crítica digital del 5/9)

Si los remedios además estaban adulterados, ¡pura ganancia!!

¿Qué se dirime a costa de la salud?

La señora Ocaña, renunciante ministra de Salud, enfrentada a Moyano y los K y el Sr. Hugo Dessal, un buitre salido de las entrañas zanolistas, son los promotores visibles de las denuncias.

El señor Dessal, gremialista del Banco Nación promueve la lista 9 Azul y Blanca, que lleva como candidato a secretario general a Fontana, también de ese banco, para las suspendidas elecciones del gremio que debían realizarse este 23 de septiembre. Tuvo el cargo de secretario de administración de la Asociación Bancaria hasta que en el 2007 rompió lanzas con Zanola.

Rompieron lanzas tirándolas contra los trabajadores del Banco Nación. En ese momento éstos estaban en lucha por aumento. Y como las bases empujaban y amenazaban desbordar, Zanola impulsó el paro. No así Dessal, que estaba por negociar con otro sector de la patronal que llamaba a un compás de espera. Los dos se disputaban la negociación con los empresarios y a los dos los unía el principio burocrático de querer reventar el conflicto. Y lo lograron. Fueron despedidos 6 integrantes del personal jerárquico, entre ellos 5 gerentes, que no paraban desde el año 1958.

Los unió y los une la entrega de las luchas y las conquistas de los bancarios. También la entrega de la salud, ya que hasta ahora la “combativa” oposición al actual secretario general no abrió la boca sobre las condiciones de deterioro calamitoso de la Obra Social Bancaria y se ocupa del negocio de la salud de los bancarios con Jerárquicos Salud, de quien es uno de sus referentes.

Mientras tanto, trabajadores bancarios y de la Obra Social, médicos, enfermeros y pacientes son víctimas de este entramado infernal de negociados y corrupción contra su vida y sus condiciones de trabajo.

¿Qué hacen los K y la oposición?

Presionados por la escandalosa situación, desde el gobierno han intervenido la obra. Su amigo Zanola está moviendo todos los hilos para no caer preso. Tal vez continúe libre y al frente del sindicato.

Pero lo que queda claro es que con Zanola, los empresarios de las droguerías y laboratorios y el respaldo K se ha consumado uno de los peores atropellos a la salud de los trabajadores. Atropellos que se han hecho de manos de toda la burocracia sindical ejecutora o cómplice de tamaños negociados.

Ellos son los principales responsables de la muerte y la desatención de miles de trabajadores y sus familias. De la estafa a través de la contribución de una parte del salario de todo trabajador.

Los controles de la SSS (Superintendencia de Servicios de Salud), los de la SIGEN sobre ésta, las supervisaciones parciales que puede realizar el ANMAT y las 400 denuncias que llegaron allí, no sirvieron más que para acumular papeles. Sólo crean mecanismos burocráticos que den la imagen de control y transparencia. Control y transparencia que son una fachada trágica del descomunal negocio de la salud.

A raíz de este escándalo, desde la UCR piden una comisión bicameral para investigar los hechos. Otros reclaman que se apruebe la Ley de medicamentos, aprobada en Diputados y hace un año que descansa en el Senado. De acuerdo esta Ley tiene que haber un aval del ANMAT, el control de un director técnico farmacéutico para la comercialización de las medicinas.

Todas estas opciones y otras más que surgirán de la boca de políticos patronales y funcionarios, son taparrabos para que todo quede igual cuando pase el alboroto.

Así lo expresa la Comisión Gremial Interna de la Seccional Buenos Aires del Banco Provincia, cuando exige una “Comisión integrada y elegida por los trabajadores de la OSBA y de los distintos bancos para llevar adelante la investigación y para poner en salvaguarda la salud de todos, tomando la conducción de la misma. No se puede depositar confianza en la Justicia y el gobierno”. (Circular Nº 141)

Sólo la lucha y movilización de los trabajadores y su control efectivo sobre las obras sociales, la expropiación con control obrero de los pulpos de los laboratorios, puede permitir empezar a recorrer el camino de poner la atención de la salud como una necesidad para vivir y no como un lucro para que burocracia, empresarios y funcionarios vivan mejor.