Socialismo o Barbarie, periódico Nº 157, 13/08/09
 

 

 

 

 

 

El gobierno restituyó los subsidios a la luz y el gas

Los vaivenes de Cristina K y sus consecuencias

Por Oscar Alba

Nuevamente las tarifas de luz y gas se convirtieron en un azote a los raídos bolsillos de los trabajadores. En el caso de las tarifas por consumo de electricidad los reclamos ante el Ente de Regulación Eléctrico (ENRE), aumentaron en la última quincena en más de un 30 %. El gobierno por boca de su ministro de Planificación Federal, Julio De Vido expresó que “hay que verificar si a igual consumo no se facturó a un nivel diferente” (Página 12, 9/8/09) tirándole en un primer momento la pelota a las empresas. Las empresas Edenor y Edesur por su parte, salieron a responder que lo que estaba ocurriendo no era más que la facturación que el propio ministro De Vido había estipulado en octubre del 2008 para los consumidores de más de 1.000 kw. Alejandro McFarlane, presidente de Edenor, aseguró que “no se aplicó ningún aumento en la tarifa que no haya sido autorizado por el ente regulador” El ENRE no ha hecho otra cosa que acompañar la política de mejor conveniencia para las empresas.

La quita de subsidios que había promovido el gobierno a las empresas de gas y luz fue levantar la alfombra que tapaba los aumentos de tarifas, como parte del ajuste general que Cristina Kirchner lanza contra los trabajadores y los sectores populares. En julio del año pasado, con la firma de los contratos entre el gobierno y las empresas que distribuyen la electricidad, se estipuló un aumento. Este aumento se registraba a partir del consumo de tipo residencial a partir de los 650 kw por bimestre y se ubicaron entre 10% y 30%. Posteriormente en octubre del mismo año, se rebajaron los subsidios a las empresas, lo que originó rápidamente un aumento de tarifas para los consumos mayores a 1.000 kw. En ese momento, mientras el gobierno embolsaba 900 millones de pesos y las empresas mantenían sus ganancias, la mayor parte de la población debía ajustar sus ingresos para pagar las tarifas. Hace unas semanas las empresas volvieron a la carga con un tarifazo y De Vido se limitó a decir que iban a verificar si había errores en las facturas y recomendó que la gente que considere que el aumento no era real, reclame “que va a ser debidamente atendido”. El creciente descontento popular y la presión política de la oposición política burguesa hicieron que la Presidenta resolviera suspender el envío de facturas. No obstante, el problema no se había resuelto.

En donde el gobierno no habló de errores fue en la facturación en el aumento de las tarifas de gas. Allí hubo una política expresa de Cristina K. En la última quincena de julio de este año el gobierno firmó un acuerdo con las ocho provincias petroleras (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén, Chubut, La Pampa, Salta y Mendoza) para subir el precio del gas en boca de pozo. Este convenio le significaba mayores regalías para las provincias por un lado y plata para el gobierno, para importar gas.

Pero, como en el caso de las tarifas eléctricas, el descontento de la población puso en aprietos al gobierno. A esta presión se sumaron también las voces de la oposición parlamentaria que citaron a  Daniel Cameron, secretario de Energía y a Antonio Pronsatto, presidente del Ente Regulador, para exponer los fundamentos del aumento ante la Comisión de Energía y Combustible del Senado. Conjuntamente con estas instancias se realizaron amparos judiciales para frenar el tarifazo en Santa Cruz, La Pampa, Tucumán y localidades bonaerenses. En este marco, la burocracia sindical de Moyano no tuvo más remedio que salir a diferenciarse del gobierno. En un comunicado firmado por Moyano, Julio Piumato y Héctor Daer; la CGT expresa su “preocupación” “frente a los incrementos que vienen llegando en las tarifas de luz y gas y que no sólo afectan a los grandes consumidores sino, a diferencia de lo manifestado por el gobierno, alcanza a amplios sectores de trabajadores con subas largamente superiores a lo autorizado oficialmente” (clarín.com 12/8)

El gobierno retrocede

El miércoles 12 el gobierno anunció la restitución de los subsidios al consumo de gas y luz para detener los aumentos.El ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció en declaraciones radiales que el gobierno reintegrará los subsidios a los consumidores de más de 1.000 metros cúbicos al año en un 100 por ciento para el bimestre de junio y julio. Y la reposición pasará a ser del 70% en el de agosto y septiembre. Fue tras una reunión con la presidenta Cristina Kirchner en Olivos.” (clarín.com 12/8)

El retroceso del gobierno kirchnerista en los aumentos tarifarios muestra claramente la situación de debilidad política de Cristina K y su incapacidad para sostener una medida. Y vuelve a echar sobre el aumento de las tarifas la alfombra de los subsidios. Pero esta alfombra se ha ido deshilachando y la restitución de los subsidios significará un costo fiscal de 500 millones de pesos y será por algunos meses.

Los vaivenes del gobierno, por otro lado, significaran bastonazos de ciego dirigidos hacia los trabajadores. En este sentido debemos prepararnos para enfrentar el ajuste que el gobierno intenta hacernos pagar. No podemos confiar en la oposición de los Macri, De Narváez, Carrió y compañía que levantan sus voces para su provecho político pero están de acuerdo en seguir empobreciéndonos para que las empresas patronales aumenten sus ganancias. La lucha salarial está a la orden del día y para la misma no sirven pedidos ni exigencias a los burócratas de la CGT o de la CTA para que lleven una pelea consecuente. Sólo contamos con nuestras propias fuerzas y debemos organizarnos desde abajo para llevar adelante esta lucha.