Socialismo o Barbarie, periódico Nº 156, 30/07/09
 

 

 

 

 

 

Seis meses de Obama

Una catástrofe social sin precedentes desde
los años ‘30

Por Claudio Testa

Si hemos de creer a los cuenteros de la CNN y demás medios, la crisis en EEUU está pasando, “cada día estamos mejor”. Por esas cadenas se emite diariamente la telenovela de los “brotes verdes”: la economía de EEUU (y del resto del mundo) estaría “rebrotando”, como los arbolitos en las películas de Disney cuando llega la primavera.

Por supuesto, la realidad tiene poco que ver con esta ficción mediática. Para hacerla creíble se basan en un hecho cierto (pero cuyo verdadero contenido y probables consecuencias son las opuestas a una salida mágica y a corto a plazo de la crisis): Wall Steet sube desde hace unos meses.

Claro que el resto de los números de la economía –producción, capacidad ocupada de la industria, quiebras y ejecuciones hipotecarias, comercio exterior, consumo y sobre todo, desempleo– siguen siendo una catástrofe.

¿Por qué esta divergencia? Esencialmente porque los billonarios paquetes de “estímulo” de Bush, primero, y de Obama, después, no fueron destinados principalmente a relanzar la demanda y la producción, y sostener el empleo, sino a cubrir los números en rojo de los bandidos de los bancos y financieras. Ahora, con los bolsillos otra vez repletos, vuelve la especulación y en Wall Street se infla una nueva burbuja.

Pero mientras en Wall Street vuelve a descorcharse el champagne, EEUU bajo Obama se hunde en una catástrofe social sin precedentes desde los años ‘30. El único indicador de la economía que realmente importa a la mayoría de los norteamericanos –el empleo– se derrumba cada vez más.

La cifra oficial de desempleo para todo EEUU es del 9,5%. Pero en la mayoría de los estados donde está el centro productivo, social y cultural de EEUU –como por ejemplo California–, el desempleo “oficial” ya supera de lejos los dos dígitos. En Michigan, donde cuya capital es Detroit, centro histórico de la industria del automóvil, llega casi al 15%.

Pero como sucede en todo los países, también en EEUU las estadísticas de empleo son un fraude: están hechas para subestimar la desocupación. No incluyen a los parcialmente desempleados ni a los que se han cansado de buscar trabajo inútilmente. Teniendo en cuanta eso, el economista estadounidense Nouriel Roubini calcula que la verdadera cifra de desempleo nacional llega casi al 17%1, lo que significaría para estados como California, Michigan, etc. cifras completamente “tercermundistas” de alrededor del 25%. A este desastre hay que sumarle los millones que han perdido sus casas hipotecadas, los sectores medios con sus pequeñas empresas en bancarrota, etc. Así, EEUU ha comenzado a transitar una catástrofe social de colosales dimensiones.

Obama y los gobiernos estaduales: la hora del ajuste salvaje

Los billones de los paquetes de “estímulo” se han agotado. Como ya explicamos, Bush y Obama –empleando un “keynesianismo” sui generis (que por supuesto no tiene nada que ver con Keynes)– los gastaron para “estimular” los bolsillos de los financieros. Obama dijo que con esos paquetes se iban a crear 500.000 empleos. En verdad, desde que comenzó la crisis se han perdido casi 4 millones y medio, y la cosa va cada vez peor.

Ahora, cuando se les piden fondos para paliar la crisis, tanto Obama como los gobernadores contestan que ya no es posible hacer más gastos ni endeudarse más. Llegó entonces, la hora del ajuste salvaje. El ejemplo lo ha dado el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que quiere volver a representar a su personaje de Terminator, pero en la vida real. Esgrimiendo una tijera gigantesca, apareció por TV para anunciar el recorte de la mayor parte de los gastos sociales del estado. Esto implicó, por ejemplo, el despido de miles y miles de maestros primarios. De qué van a vivir los maestros despedidos y cómo van educarse los chicos cuyas familias no tienen dinero para pagar un colegio privado, son problemas menores y que no se deben solucionar, por ejemplo, aumentando los impuestos a los más ricos.

El gran ajuste de California –que se presenta como modelo para todo el país– implica cosas aúna más dramáticas: en momentos en que el desempleo y la pérdida de las viviendas multiplica los hambrientos y sin-hogar, se trata simplemente de recortar los ya escasos recursos que se les tiraba desde el estado.

Así, entre los recortes previstos por el "ajuste salvaje" se destacan unos US$ 1.300 millones menos para el programa de salud para las familias pobres, así como unos US$ 124 millones menos para el seguro de salud de más de 900.000 niños de hogares con bajos ingresos.

Esto se hace en medio de una situación social más dramática que nunca. El director del Bakersfield Homeless Center (Centro para Gente sin Hogar) de California cuenta que “se registró un aumento de familias sin techo que llegan a golpear nuestras puertas debido a la crisis. El año pasado tuvimos un 34% de incremento en el número de familias sin techo y un 24% de alza de niños en la calle".

California es el estado de la Unión que era presentado mundialmente como modelo de progreso capitalista neoliberal. Hoy compite con nuestro “tercer mundo” en trabajadores sin empleo, gente sin-techo, chicos en la calle y muertos de hambre.

Hay que constatar que frente a este desastre, tanto Obama como los gobernadores de los estados, ni siquiera apelan al “asistencialismo de la miseria” que se practica en nuestros países.


1.- Nouriel Roubini, “La amenaza del desempleo”, en www.socialismo-o-barbarie.org, edición del 26/07/09.