Socialismo o Barbarie, periódico Nº 155, 16/07/09
 

 

 

 

 

 

Elecciones en Pilkington

Ahora más que nunca asamblea para seguir peleando

Por Rodolfo Torres

Finalmente el 10 de julio, luego de dos postergaciones (la fecha original era el 26 de junio), se realizaron las elecciones para comisión interna resultando ganadora la lista Gris, que representa la continuidad de los delgados anteriores y que van a cumplir su tercer mandato. Esta lista sacó el 66% de los votos (170) contra 69 votos de la lista Naranja.

Cómo se llegó a la elección

Luego del triunfo, que significó la reincorporación de los 33 despedidos y algunas reivindicaciones económicas, se planteó inmediatamente la discusión sobre la conformación de la lista para la elección de delegados. En este debate se volvieron a delinear los tres sectores que se expresaron durante todo el conflicto. El odio común a la patronal y al sindicato, y el funcionamiento por asamblea permitió mantener la unidad en la lucha.

Una vez vuelto a la normalidad, trabajando 6 por 2, con 12 horas diarias, con una relación de fuerza favorable en la fábrica, la elección se hizo más “política” en un sentido y menos reivindicativa. Además desde los delegados no hubo ninguna política unitaria para que la nueva comisión contenga a todos los sectores que se expresaron en el conflicto. Por ejemplo, el día del Obrero del Vidrio, en que se festejó el triunfo, se “acordó” que no se hablara del tema cuando se podría haber hecho una asamblea antes de empezar los festejos. No se hizo ese día y no se hizo jamás. Es decir, sin una política de unidad, la división era inevitable, o mejor dicho, la unidad que se buscaba era sin los activistas y es lo que expresa la lista Gris.

Los tres sectores

Durante todo el conflicto se manifestaron tres sectores. Un sector de compañeros más grandes de edad, con muchos años de antigüedad en la empresa, más conservadores en sus posiciones y que en todo momento confiaron más en las negociaciones que en la lucha, pero que más allá de algunas vacilaciones se mantuvieron firmes en la pelea. Dicho sea de paso siempre las propuestas “negociadoras” del ministerio fueron una trampa que dejaban a una parte de los activistas sin reincorporar. Los compañeros expresan el sentido común, el “no hacer olas”, ese sector que hay en todas las luchas: la retaguardia.

Hubo un sector de jóvenes, que fueron el motor activo del conflicto. Los que garantizaron las medidas, el fondo de huelga, la olla, las movilizaciones, y sobre todo, los que encabezaron la toma. Este sector casi no habló en las asambleas, sólo en los momentos decisivos hicieron escuchar su voz y fueron determinantes, su programa en todo, momento fue “todos o ninguno”.

Hubo un tercer sector centrista, que osciló durante todo el conflicto entre las listas para negociar “estos se quieren ir, estos no…” y el “todos o ninguno” del activismo pero que también jugo un rol porque fue el puente entre los viejo y los “pibes”.

La lista Naranja

Desde el nuevo MAS aportamos durante el conflicto nuestro apoyo y experiencia para que triunfe. Para las elecciones, nos pareció lo más correcto la unidad de los tres sectores que se expresaron durante el conflicto. Ante la imposibilidad de lograrla, apoyamos a los compañeros más activistas y más consecuentes en la lucha que formaron la Naranja. Ellos tuvieron una política unitaria, que se expresó en varias cartas que escribieron a sus compañeros y sobre todo en la actitud de abrir la lista, cuando ya estaba presentada, para que se incorporen otros compañeros, cosa que sucedió. Contradictoriamente esta actitud unitaria debilito a la lista y abrió el juego para maniobras que terminaron debilitando la campaña. De todas maneras, nos parece una elección muy buena de los compañeros, más en el marco de la elección nacional conservadora que vimos el 28 y en el contexto que más temprano que tarde intentarán también en Pilkington que la crisis la paguemos los trabajadores.

Lo que se viene

Ahora los trabajadores deben encarar la discusión de paritarias, el premio anual y otros reclamos pendientes. La relación de fuerza es favorable a los trabajadores, tienen una comisión interna legitimada, que no es patronal, ni de la burocracia. Además hay todo un sector muy luchador. Entonces el desafío es doble: por un lado, hacia adentro de la fábrica, es lograr un pliego de reclamos unitario y salir a luchar por los que les corresponde; basándose en la gran herramienta de lucha y unidad que son las asambleas.

Por otro lado, hacia afuera, para mantener las conquistas que se consiguieron en Pilkington y no quedar expuestos a los ataques y maniobras que le van a hacer la patronal y la burocracia, la comisión interna y los trabajadores tienen que salir a dar a conocer su experiencia a las fábricas de la zona y en especial a las del vidrio. Hay que trazar una estrategia para recuperar la seccional Caseros para los trabajadores, como punto de apoyo para recuperar el gremio nacional.

Desde el nuevo MAS seguiremos apoyando todas las luchas y los reclamos de los trabajadores de Pilkington.