Socialismo o Barbarie, periódico Nº 154, 03/07/09
 

 

 

 

 

 

La capitulación a la patronal agraria sancionada por el electorado de izquierda

La debacle del MST

Por José Luis Rojo

El balance del desastre electoral del MST no admite muchas dudas: pagó con creces su capitulación política histórica a la patronal agraria de la Mesa de Enlace. Se trata de un derrumbe electoral sin atenuantes que deja colocado sobre la mesa su continuidad misma como organización de la izquierda.

LOCALIDAD PTS-MAS-IS PO MST-MIJD
Avellaneda 4198 (2,29%) 2319 (1,26%) 1105 (0,60%)
Almirante Brown 4813 (1,92%) 3277 (1,30%) 1511 (0,60%)
Berazategui 2822 (1,87%) 1830 (1,21%) 908 (0,60%)
Esteban Echeverria 1865 (1,58%) 1412 (1,20%) 560 (0,48%)
Ezeiza 631 (1,01%) 653 (1,05%) 335 (0,54%)
Florencio varela 2440 (1,44%) 2018 (1,19%) 783 (0,46%)
Hurlingham 1349 (1,43%) 1236 (1,31%) 432 (0,46%)
Ituzaingo 1101 (1,25%) 956 (1,09%) 474 (0,54%)
Jose C. Paz 2111 (1,86%) 1387 (1,22%) 732 (0,64%)
La Matanza 9104 (1,55%) 6194 (1,06%) 2675 (0,46%)
Lanus 5849 (2,33%) 3481 (1,39%) 1787 (0,71%)
Lomas de Zamora 6030 (2,03%) 3660 (1,23%) 1495 (0,50%)
Malvinas Arg 3034 (2,13%) 1758 (1,23%) 850 (0,60%)
Merlo 3417 (1,49%) 3202 (1,40%) 1929 (0,84%)
Moreno 2831 (1,58%) 2520 (1,14%) 1396 (0,78%)
Moron 1596 (0,90%) 1329 (0,75%) 512 (0,29%)
Quilmes 6069 (2,11%) 3743 (1,30%) 1890 (0,66%)
San Fernando 1392 (1,65%) 968 (1,15%) 439 (0,52%)
San Isidro 2266 (1,28%) 1515 (0,86%) 874 (0,49%)
San Martin 3589 (1,79%) 2445 (1,22%) 1513 (0,68%)
San Miguel 1752 (1,38%9 1274 (1,00%) 647 (0,51%)
Tigre 2417 (1,69%) 1666 (1,16%) 859 (0,60%)
Tres de Febrero 3249 (1,83%) 1951 (1,10%) 117 (0,63%)
Vicente Lopez 2646 (1,64%) 1794 (1,11%) 875 (0,54%)
La Plata 5763 (1,98%) 3384 (1,16%) 1847 (0,64%)
Berisso 829 (1,71%) 621 (1,28%) 271 (0,56%)
Ensenada 717 (2,22%) 479 (1,48%) 238 (0,74%)
Junín 558 (1,22%) 409 (0,90%) 149 (0,33%)
Chacabuco 422 (1,52%) 157 (0,56%) 99 (0,36%)
Gral. Pueyrredón 3744 (1,29%) 2220 (0,77%) 1334 (0,46%)
Total Pcia 106.764 (1,47%) 77.223 (1,07%) 39.778 (0,55%)

Hace un año decíamos: “Lo que importan son las consecuencias objetivas de las acciones de los actores políticos y sociales con los que el MST se ha embarcado como furgón de cola. Los idiotas útiles como el MST, que ‘pusieron el hombro’ al paro agrario, empujaron en los hechos [en la dirección de un ajuste de la economía en clave neoliberal]. O sea, en un determinado tipo de ajuste sobre los trabajadores. Pero el MST no entiende nada de todo esto. Su prédica no es de clase. Sólo hace parte del coro de idiotas útiles que, con el paro agrario, se pusieron al servicio de las fuerzas que empujaban hacia un ajuste ortodoxo de la desbocada economía K”(1).

Los votantes de izquierda no son tarados

A lo largo de la campaña electoral, el MST intentó evitar de todas las maneras posibles referirse al conflicto del “campo”. Si esa había sido una “gran bandera” de su lucha del último período, no se sabe por qué entonces no la esgrimió durante toda la campaña en los incontables reportajes que se le hicieron a Ripoll…

En todo caso, el electorado de la izquierda independiente (y de la nueva generación obrera y estudiantil) no es estúpido. Es decir, tiene su tradición, sabe leer e interpretar –a su manera– los pasos políticos que da una u otra corriente de la izquierda.

Y este electorado, evidentemente, sancionó con su voto el escándalo de haber visto a Vilma Ripoll de la mano de la Sociedad Rural cuando el paro agrario patronal del año pasado. Hizo esto optando por votar a las corrientes que, como el nuevo MAS, con nuestra iniciativa de la Carpa Roja, mantuvimos una posición de intransigente independencia de clase.

A esto se le pueden sumar todo el conjunto de elementos que vienen desde hace largo tiempo y que hacen al vaciamiento absoluto de lo que queda de esta organización en tanto revolucionaria, marxista y militante.

Sin embargo, ese vaciamiento, podría no haber cristalizado de la manera escandalosa en que lo hizo, sino hubiera habido un hecho enorme de la lucha de clases como el paro agrario patronal del año pasado y si el MST no se hubiera lanzado con armas y bagajes a apoyarlo incondicionalmente.

Un grupo electoralista… con una votación marginal

Está claro, entonces, que el electorado de la izquierda independiente y la vanguardia obrera, estudiantil y popular, sancionó esta realidad cuando dejó al MST reducido a una expresión marginal donde realmente importa: Provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe (2).

En la provincia, terminó perdiendo –de la mano del impresentable MIJD de Castells y Nina Peloso– el electorado de izquierda que lo seguía votando más por cuestiones de tradición y visibilidad que por otra cosa. De la suma de 100.000 votos que había cosechado en la elección presidencial del 2007 (MST más el MIJD) quedó reducido a marginales treinta y nueve mil votos (39.778 para ser exactos).

En Capital, donde las encuestas le auguraban no se sabe qué “altísima” votación… terminó quedando muy levemente por encima del PO y con un porcentaje de cero coma para una fuerza electoral que supo hacer elecciones de un par de dígitos en anteriores elecciones de esta década (exactamente obtuvo 13.045 votos, el 0.72%).

Como en realidad las explicaciones caprichosas no tienen ningún valor objetivo, el balance debería estar claro más allá del hecho que hasta cierto punto Solanas acaparó parte del voto de la izquierda en la Capital. Porque en Provincia este último factor no se presentó (Sabattella hizo una relativa buena elección pero ni por las tapas llegó a la alta votación del cineasta) y ¡la debacle electoral del MST fue mayor aún que en la Capital!

Tampoco en Córdoba y Santa Fe hizo una elección digna de tal nombre si se tiene en cuenta que cuando se habla del MST se habla de un grupo básicamente electoralista.

Por otra parte, el resto del país cuenta muy poco a la hora de hacer una evaluación objetiva de un resultado electoral que deja fuera el 70% del votante nacional, hasta porque algún porcentaje superior lo ha obtenido en provincias marginales o donde no hay otras fuerzas de la izquierda.

¿A dónde irá la militancia del MST?

En estas condiciones, vaciado como grupo orgánico y militante, sin inserción real en la nueva generación obrera, si ningún tipo de balance del estallido del viejo MAS de los ’80, y con una ubicación política capituladora irremontable, en todo caso, a la militancia del MST se le plantea el desafío de reflexionar.  Los que quieran seguir manteniendo sus convicciones militantes, seguramente se verán obligados a ligarse con algunas de las corrientes de la izquierda revolucionaria que mantenemos –contra viento y marea– las posiciones de intransigente independencia de clase de todo bando patronal.


Notas:

1 “La rebelión de las 4 por 4”, Roberto Sáenz, de reciente aparición editado por Antídoto - Gallo Rojo.

2 Respectivamente sacó el 0.55% en la primera, el 0.72% en la segunda, el 0.79% en la tercera y el 0.54% en la cuarta, muy poco para una corriente que viene esgrimiendo que su diferencia con las corrientes de la izquierda revolucionaria es que ellos sí tendrían “vocación de masas”…