Socialismo o Barbarie, periódico Nº 153, 18/06/09
 

 

 

 

 

 

Córdoba

Las luchas y la campaña electoral

Por Adrián Peryam

Por estos días podemos ver cómo en las calles de Córdoba Capital se movilizaban los trabajadores de distintas empresas. Los trabajadores de la fábrica de vidrios CIVE siguen con su toma de fábrica, los trabajadores despedidos a plazo fijo de IVECO están organizándose para mantener su trabajo, y los municipales se movilizan con múltiples reclamos.

Estas distintas expresiones de lucha son cruzadas por la contienda electoral y pasan también a ser parte de la campaña y los distintos sectores burgueses se aprovechan de ella para pasarse distintas facturas entre ellos. Ante esto los trabajadores deben utilizar esta pelea para incorporar sus reclamos a la agenda política porque después del 28 gane quien gane de los distintos candidatos patronales, no habrá ninguna solución para ellos.

La utilización patronal de Las luchas

En este marco los municipales enfrentan el recorte del soldado de Cristina: Giacomino.

Daniele, histórico dirigente de los municipales llama votar a Juez, que está desde hace rato enfrentado con Giacomino. Este último, quiere hacer un ajuste a la planta de contratados de la Municipalidad, y toda esta pelea entre los ex socios, es utilizada por el schiarettismo y los radicales para hablar del “caos” que es la ciudad y de la ingobernabilidad. Este tema, que ya de por sí es histórico, en empleados del Estado no tendría tanta repercusión, si estos paros no fueran utilizados por los distintos sectores burgueses para ver de qué forma sacan un voto más.

Esta pelea entre los distintos sectores que dirigen la Municipalidad se ve en lo ocurrido en la fábrica CIVE el día que la intentaron desalojar, cuando los concejales juecistas se hicieron presentes el día del posible desalojo de la fábrica, (justo el día en que Giacomino no estaba en la provincia). El viceintendente Vicente que podría haber firmado la media sanción de municipalización que se votó en el Concejo Deliberante no lo hizo, por lo tanto quien se tomó la molestia y el costo de no firmar la municipalización fue Giacomino.

Lo curioso es que el mismo día en que Giacomino veta la municipalización en CIVE, Schiaretti firma el traspaso del Hospital Español a manos de la Provincia. Por un rato, quedó claro que todos estos juegan para la tribuna.

¿Cooperativas o estatización bajo control obrero?

Los trabajadores de la fábrica CIVE que si bien vienen tomando medidas de luchas duras y resistiendo el desalojo, todavía ven en la cooperativización la salida definitiva a su problema laboral y al mismo tiempo confían llegar a ella por medio de una negociación, que ya están empezando a ver que no les da resultado alguno. Lo que parecía victoria de los trabajadores, como lo fue la primera media sanción del Concejo y el intento fallido de desalojo, quedó como un hecho más de la campaña electoral. Tal es así que los concejales de bloques que votaron a favor de la municipalización ya anunciaron que no la van a volver a votar.

El martes 9 unos treinta trabajadores a plazo fijo de IVECO fueron a la Secretaría de Trabajo Provincial a exigir una respuesta a su situación, amenazando con tomar el Ministerio en el caso de no ser atendidos. En ese marco se estableció una nueva negociación a la que asistieron 3 trabajadores y el dirigente de la CTA Córdoba Cacho Mengareli. De la reunión no se obtuvo mucho y se volvió a una nueva reunión realizada el viernes en la que el gobierno provincial ofreció a los contratados a plazo fijo la posibilidad de armar una cooperativa y subsidios para micro emprendimientos a aquellos que no acepten entrar en la cooperativa.

Más allá de la discusión interna que hay entre los trabajadores de IVECO de cómo seguir, ya que están los que quieren volver a la planta, el gobierno le torció la discusión y ya habla de cooperativas de trabajo y no puestos de trabajo efectivo para los trabajadores, dando por descartado que los suspendidos no volverán a la fábrica.

No es la cooperativa la solución definitiva a los problemas de las empresas que cierren o despidan lo primero que hay que exigir es que el Estado expropie bajo el control de los trabajadores todas las empresas que cierren o despidan.

Pero para lograr eso, los trabajadores no deben emprender su lucha como la única, sino que es necesario buscar un camino de confluencia y solidaridad entre las distintas luchas y al mismo tiempo buscar la forma de empezar a unificar estas luchas con los reclamos salariales que hay al interior de las plantas para realmente empezar a ver la forma de organizar un nuevo movimiento obrero y sacarlo del chaleco en el que lo intentan meter las burocracias sindicales que se encargan, sobre todo en IVECO, de aislarla del conjunto de los trabajadores incluso al interior de su propia planta, y para enfrentar tanto a los gobiernos pro sojeros como el de Schiaretti y pro kirchnerista como Giacomino.