Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

Represión en Caballito

¿Va a estar bueno Buenos Aires?

Si bien el centro Cultural “La Sala” funciona en nuestro barrio desde hace más de 15 años, permanece ignorado por gran cantidad de vecinos, mirado con resquemor por muchos otros, y odiado por los más conservadores y reaccionarios (que no son pocos).

Durante muchos años funcionó en la vieja casona de la plaza Giordano Bruno, desarrollando gran cantidad de actividades culturales y emprendimientos sociales. La biblioteca “Los libros de la Buena Memoria”, la cooperativa de consumo “Consumando”, los talleres de música, de serigrafía, de yoga, de cocina, el emprendimiento cooperativo de producción “Burbuja Latina” etc. Y quizás la más polémica de las iniciativas, “La Huerta Orgazmika” iniciada en el año 2002.

Allí funcionó a partir de la crisis de 2001 una de las dos asambleas del barrio de Caballito: la “Gastón Riva”, en honor a uno de los caídos en esas jornadas históricas.

Los “Vecinos Memoriosos de Caballito” fuimos invitados a participar de ese espacio creador, y lo hicimos con entusiasmo.

Al festejar el 10º aniversario, los VMC recibimos a nuestros invitados en el centro cultural diciendo: “Bienvenidos a este espacio de resistencia”.

Hace un par de años, demolida la vieja casa, mudaron sus –nuestras– actividades a Avellaneda 645.

No hay nada más fascista que un burgués asustado

En el marco de una cada vez mayor mercantilización del espacio público, el fenomenal desarrollo del mercado inmobiliario y las supuestas puestas en valor de sectores de nuestro barrio, varios grupos de vecinos, encabezados por el periódico barrial “Nuevo Horizonte” con fuerte vinculación con el entramado macrista, comenzaron a perseguir a los “chicos” –como cariñosamente los llamamos– sus vestimentas, su desparpajo, pero sobre todo su juventud, parece molestar a un barrio con pretensiones de clase media alta.

Los arreglos de la plaza Giordano Bruno emprendidos por el gobierno de Aníbal Ibarra jerarquizaron una zona hasta entonces desvalorizada del barrio, los nuevos edificios prolongan su parquización a la plaza lindera, apropiándose así del espacio público convirtiéndolo en privado.

Las actuales obras de la avenida Honorio Pueyrredón, que la convertirán en boulevard, parecen darle el argumento necesario al gobierno de Mauricio Macri, para “limpiar” la zona en la cual los emprendimientos democráticos parecen no tener lugar.

Los Hechos (o Los que proclaman democracia, promueven represión.)

4.30 de la madrugada del lunes 18 de mayo de 2009, 4 topadoras, dos docenas de matones de civil pertenecientes a la UCEP (espacio público), convertido en fuerza de choque o mejor aun, en grupo de tareas del macrismo, apoyados como en la peor época de la dictadura militar por efectivos de la Guardia de Infantería, destruían el trabajo que había convertido al basural del terreno entre Yerbal y la vía en un espacio creador y solidario de nombre procaz y provocador, con el infantil argumento de falta de salubridad y riesgo de proliferación de dengue, sin mediar intimación previa, y mientras se llevaban a cabo conversaciones sobre la permanencia con las autoridades del Centro de Gestión y Participación Nº 6.

Esto generó la protesta en el CGP, de  no más de 30 personas y la represión por parte de efectivos de la comisaría 11ª y de la Guardia de Infantería. Quienes, no conformes con esto, irrumpieron en la sede del centro cultural, sin orden de allanamiento, infringiendo elementales normas jurídicas y contradiciendo los más elementales derechos civiles, destruyendo cuanto encontraron a su paso, golpeando con brutalidad inusitada a quienes no tenían nada que ver con la cuestión y arrestando a una veintena de jóvenes y enviando al Hospital Durand a algunos de ellos.

Las consecuencias y conclusiones

La noche del martes 19 de mayo el barrio se vio convulsionado por la movilización popular en demanda de la libertad de los detenidos, del repudio a la represión y la destrucción de la huerta. Fuimos entonces testigos del descomunal operativo de seguridad, con gran cantidad de efectivos policiales de calle, varios escuadrones de la Guardia de Infantería y lo que es más grave, de una inusitada cantidad de efectivos de civil que actuaban como informantes de cuanto ocurría en la asamblea armada espontáneamente en Yerbal y la vía para resolver los pasos a seguir.

Demasiada represión para tan poca cosa, a menos que el Gobierno de la Ciudad vea peligrar la estabilidad de sus intereses y prefiera congraciarse con las viejas conservadoras a quienes el solo nombre de la huerta produce escozor.

Caballito es un barrio eminentemente de clase media, tiene sin embargo espacio para recibir en su seno a la diversidad cultural, racial, étnica y política.

Es por eso, y porque la época de las dictaduras y sus formas de actuar quedaron definitivamente atrás que:

Pedimos

-La masiva movilización de los vecinos democráticos y progresistas del barrio, en defensa de un espacio de lucha que nos pertenece a todos.

Exigimos

- El inmediato cese de las amenazas que recibe el centro cultural “La Sala”

- La inmediata renuncia de su cargo del director del CGP Nº 6 Marcelo Iambrich

- El desprocesamiento de las causas iniciadas a los detenidos

- El desmantelamiento de la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP)

- La restitución de la Huerta

- El absoluto respeto a las actividades del Centro Cultural “La Sala”

Vecinos memoriosos de caballito