Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

Córdoba

Todo el apoyo a los obreros de CIVE

Corresponsal

El 2 de junio del año 2009 no será recordado por los trabajadores de CIVE como un día más. Todo lo contrario. Recordarán este día por mucho tiempo, como el día que se subieron al techo de su fábrica a enfrentar lo que viniese en función de defender sus puestos de trabajo ante el intento de posesión de la fábrica por parte del empresario Hugo Ardiles,  el principal responsable de que la fábrica esté quebrada, y que se quiere quedar con la misma para  terminar el vaciamiento y utilizar el terreno donde hoy se encuentra la planta para un negocio inmobiliario.

Sin duda, este nuevo episodio de la extensa y conmovedora lucha de estos trabajadores del Vidrio los encuentra a ellos subidos al techo de la fábrica en defensa de su trabajo, y eso es lo central de esta ocupación porque más allá de todo, a lo que los trabajadores de CIVE les interesa es que no les quiten la posibilidad de trabajar.

Los operarios son en su mayoría gente grande, muchos de ellos tienen más de 20 años de antigüedad y saben que en el mundo de hoy la posibilidad de conseguir otro trabajo les será bastante lejana, por tal motivo, algunos de ellos dijeron que estaban dispuestos a todo y eso es lo primero que tiene que quedar en claro. Si la posesión de la planta todavía está en discusión es porque sus trabajadores están luchando, están resistiendo y porque al mismo tiempo lograron la solidaridad de un sector importante del arco político que se acercó a darle su apoyo (más allá del oportunismo electoral de muchos).

El conflicto en términos jurídicos

Lo primero que hay que explicar es que CIVE es una empresa que quebró sin continuidad. En ese sentido, los trabajadores conformaron una cooperativa para hacerse cargo ellos de la planta.

Para lograr esta puesta en funcionamiento se fueron movilizando, haciendo unidad de acción y viendo la posibilidad de asociar su lucha con otros sectores. De una forma u otra fueron abriendo el conflicto para posteriormente comenzar con la toma de la fábrica que ya lleva un par de meses. Marcharon en algún momento junto a los trabajadores de IVECO, se movilizaron junto al “Plenario de Trabajadores” y con su movilización lograron imponerle al Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba, que sancione una ordenanza declarando la empresa de interés comunal y que la misma sea puesta en funcionamiento por la cooperativa por el plazo de 2 años con el pago de un canon arancelario.

Esa mañana, en la que lograron que el Concejo votara a su favor, los llantos de los trabajadores indicaban una victoria, pero no se tenía en cuenta que para que la ordenanza se efectivizara faltaba la firma del intendente Giacomino, quien rápidamente salió por todos los medios a decir que la Municipalidad no está para hacerse cargo de todas las empresas que estén en crisis, dejando bien  en claro que estaba en contra de firmar esa ordenanza.

El mismo día de las declaraciones de Giacomino, desde el juzgado se firma el traspaso de la fábrica a Ardiles, lo que endureció la lucha de los trabajadores que redoblaron las fuerzas para continuar con la toma.

Por lo tanto, por la vía “legal” la cooperativa tenía varios problemas a resolver: la justicia no les daba la tenencia, y se la daba al principal vaciador, y por otro lado, la negativa del intendente a firmar la ordenanza arrancada a los concejales.

Conflicto desde el punto de vista político

Desde otro plano, en el que se disputa la propiedad de una fábrica, lo que no es poca cosa, hay muchos intereses en juego, sobre todo cuando hay elecciones muy cerca.

En ese sentido, llamó mucho la atención que muchos concejales del juecismo se hicieran presentes el día del intento del desalojo, incluso permaneciendo muchas horas en el predio fabril.

Lo primero que hay que observar es que Ardiles intenta tomar posesión de la planta un día en que Giacomino se encuentra en Buenos Aires negociando o escuchando instrucciones del comando K. Eso es importante ya que no está para firmar ningún tipo de resolución.

Lo segundo que hay que detallar, es que la interna entre Juez y Giacomino recrudeció por la campaña electoral y nadie quiere hacerse cargo del desalojo. ¿Quién pagará el costo político de reprimir a trabajadores en defensa de su puesto de trabajo? Evidentemente, los juecistas no presionaron para que el viceintendente a cargo de la intendencia ante la ausencia de Giacomino, firmase algo y todos esperasen a que el “soldado de Cristina” regrese para que se hago cargo del paquete.

Lo concreto es que la orden de desalojo fue notificada y al mismo tiempo en que vencía el plazo para que los trabajadores desalojaron “por las buenas” o “voluntariamente” el predio, cosa que por supuesto no estaba en sus planes, el mismo fiscal que firmó la orden de desalojo llamó a una reunión con todas las partes para buscar una tregua y una nueva negociación para el miércoles 3.

Al cierre de esta edición los trabajadores continuaban tomando la planta a la espera de la reunión con el fiscal.

Llamamos a todas las comisiones internas, a todos los luchadores a redoblar el apoyo y a rodear la fábrica hasta que el Estado les garantice a los trabajadores la continuidad de la fuente de trabajo.