Socialismo o Barbarie, periódico Nº 152, 04/06/09
 

 

 

 

 

 

Neuquén: balance del Congreso de la FUC

¡Gran triunfo de los estudiantes!

Agrupación Ya Basta!
Regional Neuquen

El fin de semana del 15 de mayo se realizó el Congreso de la Federación Universitaria del Comahue. Hacía dos años que no se realizaba, más precisamente, desde que la CEPA se autoproclamó conducción en el año 2007, en un congreso bochornoso y de la mano de los Autoconvocados (la ultra derecha de la Universidad, donde están, entre otros, el MPN), que les dio el aval de espaldas a todos los estudiantes y al Congreso mismo.

Este Congreso tenía características particulares, porque en estos dos años ha corrido mucha agua bajo el puente. Se pasó de una durísima lucha por la democratización, incluida una dura toma de todas las facultades, a un proceso de normalización del régimen universitario, absolutamente pactado entre las camarillas profesorales de la UNCo y la CEPA. A su vez, con la Federación en manos de esta burocracia estudiantil, el máximo organismo gremial no convocó nunca a los estudiantes a organizarse para pelear. Sólo tres semanas antes del Congreso organizó una movilización por el boleto, para poder decir en el Congreso que la CEPA salía a luchar…

Como acostumbra a hacer la CEPA, jamás convoca masivamente a los estudiantes a discutir y votar, menos que menos cuando va a ser el blanco de la mayoría de las polémicas. El Congreso fue vaciado de participación por parte de la anterior conducción, que buscó que no se discuta nada de cara a los estudiantes, al no ser convocado masivamente en todos los cursos de todas las facultades (de hecho el cartel oficial salió dos días antes de la realización del Congreso). Necesitaban hacer un congreso burocrático que los mantenga en la conducción y nada más, haciendo lo imposible para barrer bajo la alfombra lo que verdaderamente son: los que transan con las camarillas en la Universidad, que van detrás de los oligarcas del campo a nivel nacional y no quieren abrir espacios democráticos para que los estudiantes se organicen para salir a luchar.

Pero el tiro les salió por la culata: si un día antes creían que mantenían la FUC en sus manos, el domingo a la madrugada un frente de la izquierda luchadora, en el cual ¡Ya Basta!-MAS es parte junto a la JUS, PTS, PO y CI, ganó la conducción de la Federación, con el aval del FER y otras agrupaciones. Desde nuestra agrupación ¡Ya Basta!-MAS sostuvimos la necesidad de barrer a la CEPA con un frente de la izquierda consecuente durante todo el Congreso, desde que empezó hasta que terminó. No dudamos en ningún momento, como sí lo hicieron algunas agrupaciones o sectores, que había que hacer lo imposible para que el Frente se constituyera y nos mantuvimos firmes en esa posición. El Frente se logró armar, dimos un gran paso para sacarnos de encima la loza burocrática que impedía desarrollar la pelea estudiantil, la CEPA, y ahora se nos abren grandes desafíos para volver a poner en pie al movimiento estudiantil combativo del Comahue.[1]

Un frente con un programa de independencia de las camarillas universitarias, el gobierno nacional y las patronales rurales

El Frente para la lucha[2], con el que ganamos la conducción, se posicionó claramente por la independencia política frente a las camarillas universitarias que atacan la educación, el gobierno nacional y los patrones del campo. Esta primera ubicación es muy importante, porque para conseguir nuestras reivindicaciones tenemos que saber cuáles son nuestros aliados y nuestros enemigos.

Uno de los grandes problemas es el presupuesto universitario que cada vez alcanza para menos, mientras las universidades se caen a pedazos y miles de docentes trabajan gratis. Después de las elecciones nacionales se viene el ajuste. El único aliado que tenemos los estudiantes son los trabajadores y sus luchas, que también van a tener que enfrentar los planes de ajuste provenientes de los capitalistas, estén ligados al gobierno nacional o al campo. Queremos un movimiento estudiantil comprometido con las luchas obreras, que apunte a la unidad obrero estudiantil como en el Cordobazo para luchar por una sociedad más justa sin explotados ni oprimidos.

También es fundamental la delimitación de las camarillas universitarias, ya que éstas son las que, siguiendo las órdenes del gobierno nacional y de la mano de la CEPA, abrieron el camino de la “normalización” del gobierno universitario contra el reclamo estudiantil de democratizar. A su vez, avalan y promueven los ataques del gobierno contra la Universidad pública, privatizando de manera encubierta la educación y cambiando los planes de estudio para ponerlos al servicio de las empresas: de hecho ahora quieren volver a avanzar con la CONEAU en la UNCo y todos los profesorados de las universidades nacionales. Tenemos que salir a pelear ya por presupuesto, contra el gobierno nacional y los oligarcas rurales, por boleto estudiantil, becas, y por volver a echar a la CONEAU en el camino de democratizar la Universidad y derrotar la LES.

Abramos canales de participación en la Federación a los estudiantes que salen a luchar: vayamos a fondo contra el gobierno y la Ley de Educación Superior

El frente que ganó la Federación, encabezado por la JUS, tiene una gran responsabilidad en sus manos: volver a poner en pie, desde los cursos, al movimiento estudiantil de Comahue. Sabemos que esto no va a ser sencillo, pero queremos desde nuestro punto de vista hacer algunas propuestas.

En primer lugar, que las decisiones de la Federación sean tomadas bajo formas democráticas: asambleas interfacultades, plenarios abiertos o alguna otra instancia que tienda a abrir la participación estudiantil en la FUC. Si se utilizan formas democráticas, no dudamos que muchos estudiantes se van a sumar a la lucha y a construir la Federación. También es necesario retomar la experiencia de los congresos nacionales abiertos de estudiantes como en el 2005, junto a otras federaciones y estudiantes de todo el país, para luchar contra la LES, donde todos los estudiantes discutamos y votemos qué política y qué plan de luchar llevar adelante.

En segundo lugar, nos parece acertado seguir llamando al FER a ser parte de la conducción y sumarse, sobre la base del programa que lleva adelante el Frente para la lucha. Nos parece que deben ponerse a la altura de las circunstancias y sumar sus fuerzas para construir una FUC con raíces fuertes en los estudiantes de todo Comahue.

En tercer lugar, nos parece que hay que poner de inmediato la estructura de la Federación al servicio de la pelea contra la CONEAU: el ataque más inmediato viene de la mano de las autoevaluaciones y acreditaciones, y un gran primer paso es salir a enfrentar con todo este plan del gobierno y las camarillas. Una asamblea interfacultades donde se discuta  la situación de las distintas facultades y se vote un plan de lucha puede ser una buena iniciativa para empezar a enfrentar de conjunto a la nefasta Ley de Educación Superior.

¡Ya echamos a la burocracia, ahora hagamos una Federación de todos los estudiantes que quieran salir a luchar, junto a los trabajadores, contra el gobierno, las patronales rurales y las camarillas universitarias!


[1] Con el PTS hubo una serie de discusiones, pero una fue crucial para la conformación del Frente. Nosotros no nos bajamos ni un segundo de la necesidad de armar la lista e íbamos a ser parte de esta sí o sí, esté o no el PTS, pero En Clave Roja amagó varias veces bajarse por cuestiones puramente prestigistas. Dudaron hasta las cuatro de la mañana del domingo (amenazándonos incluso con romper el frente nacional con el MAS si no aceptábamos los caprichos), cuando en su zigzag aceptaron la segunda vicepresidencia en la FUC y se cerró la lista del Frente para la Lucha.

[2] “Frente para la lucha” ganó con  47 votos, seguido vino la lista de la CEPA “29 de Mayo” con 43 votos, hubo 10 abstenciones, 8 votos a una lista impulsada por un sector de Autoconvocados y 2 de una lista del MNR de Económicas. El Frente para la Lucha traccionó los votos del FER y otras agrupaciones, que en total le dieron al Frente algo mas de 25 votos que permitió ganar la federación.